1. Emprendimiento
Muchos de nosotros hemos estado sentados en nuestros salones de clase,
enfrentándonos a esa aparentemente fácil pregunta que muchos profesores
hacen, ¿Que harán cuando salgan de la universidad?, ¿Buscaras empleo o harás
el tuyo?; ante esta pregunta muchos incluyéndome, escogimos las sendas
autónomas del emprendimiento, proyectándonos así como líderes de su propias
empresas, pero es posible afirmar que muchos de los que estábamos diciendo en
esa clase“si, yo seré un emprendedor, creare mi propio empleo”, no teníamos ni la
menor idea de los que en realidad significaba comenzar una vida emprendedora.
La sociedad se ha encargado de darle una imagen negativa al emprendimiento a
través de paradigmas como “para ser emprendedor se necesita ser rico, joven y
universitario “, o de concepciones erróneas tales como: una materia que se
imparte en colegio, un sinónimo de éxito, un difícil camino que no conduce a nada
o quizás
una simple mentalidad para los negocios. Pero todos estos
pensamientos son erróneos porque, emprender es más sencillo de lo que
pensamos solo se necesita agregarle tres ingrediente a nuestras vidas; el primero
es el coraje, esa fuerza de voluntad que siempre nos empuje hacia adelante, el
segundo ingrediente es la convicción, esta debe ser esa brújula que nos muestre
siempre el norte por más difícil que se muestre el camino y por último el conector
entre estos dos ingredientes, la disciplina, esta tal vez sea la clave del éxito ya que
esa actitud que nos brinda la constancia que todo negocio necesita.
Mucha veces no hacemos las cosas como son, si no a nuestra manera, teniendo
una percepción de las cosas erróneas, a esto se le atribuyen todos los fracasos en
todo los ámbitos de nuestras vidas; el emprendimiento no es la excepción ya que
este encierra un conjunto de 13 actitudes