Este documento identifica los riesgos y peligros asociados con el trabajo de soldadura en un taller, incluyendo quemaduras, radiación, tropezones, golpes, electrocuciones e inhalación de vapores tóxicos. Las posibles consecuencias son ingresar al hospital por quemaduras, enfermedades de la piel, fracturas, cortes, electrocución o cáncer de pulmón. El documento concluye que los riesgos para un soldador incluyen tanto los del taller como los de la colocación del producto.