Este documento analiza el impacto del proceso extractivista en América Latina entre 1992 y 2014, argumentando que la dependencia de la exportación de materias primas tiene como costo la degradación de los recursos naturales. Presenta datos sobre la participación de la minería y los combustibles en las exportaciones, la pérdida de áreas selváticas, y el aumento de las emisiones de CO2, mostrando la relación positiva entre la actividad extractiva y el deterioro ambiental. Concluye que el modelo extractivo actual no es sostenible y pone en ries
1. PROCESO EXTRACTIVISTA EN AMÉRICA LATINA, DESGASTE DE LOS
RECURSOS NATURALES. 1992-2014.
CARLOS ANTONIO PÉREZ GUZMAN
CC. 1018475952 COD. 25222300
Es bien conocido que América Latina (AL) es rica en recursos naturales (Fuentes
hídricas, petróleo, gas, minerales, fauna y flora, tierras fértiles, el amazonas, etc.).
Con la expansión del capitalismo en siglo XX, los intereses del comercio
internacional colocaban a AL como el distribuidor de commodities para el mundo.
Este contexto supone un problema grave para la región, puesto se está
arriesgando la sustentabilidad de los recursos naturales (Finitos en muchos casos)
y el aprovechamiento de los mismos por parte de las generaciones futuras.
El presente ensayo busca argumentar que la dependencia latinoamericana a la
exportación de materias primas tiene por costo la degradación de los recursos
naturales. Para ello se tomaran datos que evidencien la relación entre degradación
de los recursos naturales y el proceso extractivo; datos como el porcentaje de área
selvática, las emisiones de CO2 y las exportaciones de materias primas.
Se espera que el ensayo concluya que no es sostenible el proceso extractivo en
LA, los costos ambientales de la actividad extractiva son bastante altos y ponen en
riesgo la región. Se espera concluir en la necesidad de alternativas al modelo
ortodoxo, pues es necesario diversificar la producción en la región.
La metodología del ensayo consistirá en buscar la teoría sobre la actividad
extractiva en latino américa, especialmente en países que tengan dentro de sus
territorios el amazonas. Para luego ir a los datos del Banco Mundial para
evidenciar la degradación ambiental y el costo de oportunidad en relación con la
vida selvática que tienen las actividades extractivas. Por último se analizará la
viabilidad de la dependencia de la región de las materias primas.
Lo primero a analizar es la explotación de metales y minerales, a través de su
peso en las exportaciones, se sabe que mayor exportación de metales y minerales
significa mayor producción de los mismos. La explotación de metales y minerales
trae consigo un encadenamiento en el trabajo, es decir por cada trabajo generado
en el sector minero este a su vez genera trabajo en el sector servicios, en la
construcción, entre otros. Eso deja entre ver la dependencia que se puede generar
en un país hacia el sector minero.
Los daños ambientales producidos por la explotación de metales y minerales son
variados; en los cuales se encuentra: el daño a la tierra, la liberación de sustancias
tóxicas, la salud y la seguridad del trabajador, el ruido, destrucción de montes. En
el proceso minero los suelos son los más afectados, puesto se necesita destruir
2. gran cantidad de tierra para poder sacar el mineral; bajo esta destrucción la vida
animal que habitaba el ecosistema se ve obligada a emigrar a otra zona y la vida
vegetal se ve absolutamente aniquilada.
Para poder sacar el mineral de la tierra, es decir quitarle los contaminantes, los
mineros deben utilizar sustancia químicas toxicas, entre ellas el ácido sulfúrico.
Estas sustancias terminan llegando al suelo lo que ocasiona erosión del mismo y
falta de fertilidad, haciendo que cuando la mina deje de funcionar el terreno quede
inservible para otro estilo de producción y ya no cuenta con la características
adecuadas para la sustentación de vida animal y vegetal.
En lo referente a la exportación de
metales y minerales se evidencia una
tendencia negativa entre 1992 hasta
el 2001, pasando de 10,5% a 8,08%.
Del 2002 hasta 2014 la tendencia se
vuelve marcadamente positiva,
pasando de un 8,3% a un 12,7%.
Esto demuestra la importancia que
está tomando el sector en la
economía de la región.
Los países que encabezan la
exportación de metales y minerales
son Chile, Perú y Bolivia. Para el año 2014 las exportaciones de metales y
minerales en Chile fue del 56,4% del total de exportaciones, para Perú fue del
45,8% de total de exportaciones y para Bolivia fue el 22,2% del total de
exportaciones.
Luego se pasa a analizar la producción de combustibles en AL, medido por su
peso en el total de exportaciones, puesto mientras mayor sea la exportación de
combustibles mayor será la producción. A diferencia del sector minero, el sector
de combustibles necesita de una mayor inversión en capital físico y en mano de
obra calificada, por ende no genera mayores aumentos en la cantidad de trabajo
utilizado.
La dependencia hacia este sector se evidencia en las regalías, los impuestos y las
entradas de divisas internacionales a los diferentes países. Este contexto pone en
una posición vulnerable a la región, puesto sus ingresos quedan sujetos al precio
de los combustibles, como se pudo ver en 2014 cuando la entrada del Fracking
genero una sobre oferta de crudo haciendo que economías como la colombiana y
3. la venezolana sufrieran grandes bajar en la entrada de divisas y en los ingresos
nacionales.
Los daños ambientales ocasionados por la explotación de combustibles son
principalmente la contaminación de fuentes hídricas, por medio de derrames
accidentales o intencionados. Esto genera la muerte de la fauna en los ríos y el
mar, reducción en la propagación de flora y fauna contaminada, destrucción de
fuentes alimenticias en los diferentes ecosistemas e incorporación de elementos
cancerígenos en la cadena alimentaria; todo esto afectas en ultimas la
supervivencia en el largo plazo de la especie humana.
En lo referente a las exportaciones de
combustibles (petróleo, gas, etc.), se
evidencian tres caídas importantes; la
primera en 1998 en la cual el peso de
los combustibles en las exportaciones
pasó del 14,8% a 11%. La segunda en
2008 en la cual el peso de los
combustibles en las exportaciones
pasó del 20% al 13,9% y la última en
2014 en la cual el peso de los
combustibles pasó del 19,8% al 12,8%.
Todas estas caídas en las
exportaciones responden a crisis en los precios del combustible, esto evidencia la
dependencia de la región a mercados internacionales.
Si se omiten los casos “atípicos” de las crisis en los precios, se puede evidenciar
una tendencia positiva en el peso del combustible en las exportaciones, pasando
del 16,4% en el año 1992 a 21,2% en el año 2012. Al año 2013 los países que
más dependen de la exportación de combustible en AL son: Venezuela con una
participación del combustible en las exportaciones de 97,6%, seguido por
Colombia con una participación del combustible de 69,4%, en tercer lugar se
encuentra Bolivia con una participación del combustible de 57,2% y por último
Ecuador con una participación del combustible de 52,02%
Lo siguiente a analizar es la participación del área selvática en el total de tierra,
puesto mientras más fuerzas tomen los procesos extractivos en AL menor ha de
ser el área selvática. Esto se debe a que en su mayor parte los procesos
extractivos se llevan a cabo en lugares donde hay poca o nula presencia humana.
Es más que obvia la importancia del Amazonas como recurso natural para la
región, puesto es el pulmón del mundo, el lugar con mayor diversidad en flora y
4. fauna del mundo. Su progresiva destrucción representa la perdida de una de las
mayores riquezas de la región.
En el año 1992 Perú, Brasil,
Colombia, Venezuela, Surinam y
Guyana tienen más del 57,59% de
área selvática, debido a su cercanía
con el Amazonas. Ecuador, Bolivia y
Paraguay tienen entre un 40,53% y un
57,59% de área selvática. Por su
cercanía al polo sur Argentina y Chile
sufren un rezago frente al resto de la
región con un porcentaje de área
selvática entre el 8.78% a 20,79%.
Para el año 2003 pasan a ser cuatro
los países con más del 57,59% de
área selvática, Colombia y Venezuela
caen al intervalo de 40,53% a 57,59%
de área selvática. Argentina, Chile,
Bolivia y Paraguay mantienen su
posición de área selvática. A mitad del
periodo ya se empieza a evidenciar el
desgaste que ha sufrido uno de los
recursos naturales más preciados, el
área selvática (Recordando que la
selva el habitad de millones de especies
vegetales y animales.).
Ya en el año 2014 Colombia y
Venezuela se siguen manteniendo en
el intervalo del 49,53% a 57,59% de
área selvática, Uruguay cae al
intervalo del 20.79% a 40,53%. El
resto de países mantienen su intervalo
de área selvática. Al final del periodo
se ve claramente el deterioro en el
recurso natural, de mantener esta
tendencia en los próximos 22 años no
existirá país latinoamericano con una
superficie de área selvática mayor al
57%. El perjuicio económico será en el
5. largo plazo, en el momento que sea insostenible la producción de materias primas.
La relación entre las emisiones de CO2 y la práctica extractiva es más sutil que la
degradación del Amazonas, puesto la mayor contaminación viene de las ciudades. Pero si
se entiende que la mayor parte de estas emisiones vienen de la quema de combustibles,
por ejemplo el trasporte y las fábricas, se puede vislumbrar que los procesos extractivos
como consecuencia secular tiene la contaminación del aire. Y es por eso que las
emisiones de CO2 medidas en kilotones nos permiten ver una de las consecuencias al
medio ambiente de los procesos extractivos.
A lo largo del periodo estudiado se
evidencia una tendencia positiva en las
emisiones de CO2, con un mínimo en el
año 1992 con 1’047.624,7 kilotones de
CO2 emitidos a las atmosfera; el punto
máximo se da en el año 2013 con
1’882.589,4 kilotones de CO2 emitidos a
la atmosfera. El aumento de 834 965
kilotones de CO2 emitido a la atmosfera
durante el periodo evidencia la fuerte
degradación que ha sufrido la atmosfera
en LA, la pendiente positiva solo logra
agravar más la situación de los recursos
naturales.
A partir de estos cuatro análisis sencillos se puede concluir la relación positiva entre el
aumento de actividad extractiva y el aumento en el deterioro ambiental. A través de los
dos primeros análisis se ve la fuerte presencia de la actividad extractiva en la región y
también la fuerte dependencia de las diferentes economías latinoamericanas hacia esta
actividad, aquí está el primer jaque a la región puesto queda a merced del mercado
mundial siendo sumamente frágiles ante cambios en los precios.
Los dos últimos análisis permiten concluir el fuerte deterioro de los recursos naturales. La
explotación indiscriminada de los recursos naturales, que en este caso son limitados, es el
segundo jaque a la región puesto de seguir así en cualquier momento los recursos
disponibles no lograrán satisfacer la demanda mundial y cuando llegue ese punto las
economías dependientes a los procesos extractivos se hundirán en una fuerte crisis.
Se ve necesario para la región la inversión en otros sectores económicos, para así
eliminar la dependencia a los procesos extractivos, de seguir maltratando los recursos de
esta manera la región se está poniendo la soga al cuello. El modelo extractivo tiene por
costo la degradación de los recursos naturales, la inviabilidad de sostener a las futuras
generaciones y los pronósticos lamentables de una crisis para la región. El modelo ha
demostrado no ser sostenible en el tiempo con un costo muy alto, urge el debate para
encontrar modelos alternativos que permitan generar una extracción de materias primas
que no atente contra la región ni el futuro de sus habitantes.
6. Bibliografía
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Colonialismo del siglo XXI.Negociosextractivosy defensa delterritorio en América Latina
(págs.75- 92). Barcelona:Icaria.