1. Universidad Panamericana del Puerto
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Escuela de Administración de Empresas.
Catedra: Análisis de problemas y toma de decisiones.
Economía naranja
Estudiante:
Sadiel Arnao,
CI.30.096.918
Valencia, febrero de 2024.
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INTRODUCCIÓN.
La economía naranja es un concepto que ha ganado relevancia en las últimas
décadas, identificando a la industria creativa y cultural como un motor potencial de
crecimiento económico y desarrollo sostenible. Este ensayo explora la definición,
importancia, y desafíos de la economía naranja, además de sugerir estrategias para su
fomento, apoyándose en una variedad de fuentes bibliográficas consultadas.
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La economía naranja se refiere al conjunto de actividades que, de manera
conjunta, permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios
culturales, cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad
intelectual. Según la publicación del Banco Interamericano de Desarrollo
(BID) "La Economía Naranja: una oportunidad infinita" (Buitrago & Duque,
2013), abarca sectores como la música, las artes visuales y escénicas, la
moda, el cine, la televisión, la radio, los videojuegos, la publicidad, el diseño,
y la arquitectura, entre otros.
La economía naranja no solo contribuye de manera significativa al
Producto Interno Bruto (PIB) de los países, sino que también promueve la
inclusión social, la diversidad cultural, y la generación de empleo,
particularmente para los jóvenes y las minorías. De acuerdo con el informe
de la UNESCO "Re|pensar las políticas culturales" (2018), las industrias
culturales y creativas generan ingresos estimados en más de 2,250 mil
millones de dólares anuales y 29.5 millones de empleos a nivel mundial.
Pese a su potencial, la economía naranja enfrenta desafíos como la falta
de financiamiento, la protección de los derechos de propiedad intelectual, y la
necesidad de políticas públicas que apoyen el desarrollo de habilidades
creativas y el emprendimiento. El informe "El estado de la banda ancha 2019:
banda ancha para todos" de la Unión Internacional de Telecomunicaciones
(UIT) y la UNESCO, destaca la importancia de la digitalización y el acceso a
internet como factores clave para el desarrollo de la economía naranja.
Para impulsar la economía naranja, es fundamental el desarrollo de
políticas públicas que promuevan la educación y formación en habilidades
creativas, el acceso a financiamiento, la protección de la propiedad
intelectual, y la internacionalización de las industrias creativas. El fomento de
espacios de coworking y la incubación de proyectos creativos son ejemplos
de cómo los gobiernos y el sector privado pueden colaborar para apoyar a
los emprendedores de la economía naranja.
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Conclusión
la economía naranja busca el profesionalizar la creatividad y la
innovación. Además, fomentando la transmisión de conocimiento, así como
de la cultura a generaciones venideras. Así, la idea principal se basaba en el
desarrollo y la extracción del potencial económico del sector cultural y
creativo. A su vez, generando unas condiciones para la sostenibilidad de las
organizaciones y agentes que integran dicho sector.