sobre Dvora- Grokof-Shejner de Gazit

1. El fallecimiento de la historiadora que reveló
historias subterráneas: las luces y sombras del
frente republicano en la Guerra Civil en España, los
entretelones del cisma en la izquierda socialista en
Israel, la mutante figura de Evita en el imaginario
popular colectivo en Argentina.
Como Eva...
Escribe Moshé Rozén,
desde Nir Itzjak,Israel
Dvora (Dorita) Grokof-Shejner ya no está con
nosotros.
En realidad, sigue presente, como hace algunos años
en su diálogo con la mesa de redacción del periódico
Nueva Sión.
Está, Dvora, en cada página de sus libros.
Escuchamos su tono pausado reflexionando sobre la Guerra
Civil Española.
La vemos todavía por los caminos que conducen a su casa en
Gazit.
La imaginamos en 1949, en días de guerra, en Jerusalem,
estudiando en el Instituto de Instructores Educativos.
La percibimos en la penumbra de archivos y bibliotecas.

2. Dvora y Evita: algo más
que una una biografía más
Dvora, que conoció a Eva Perón desde la lectura política de
la izquierda socialista y opositora de los años cincuenta del
pasado, redescubre el mito y la pasión de su figura: así nace
el "Evita" de Dvora Shejner (1994).

3. Dvora-Dorita, como Eva-Evita, luchó hasta último momento
contra la enfermedad.
Su relato de la jornada del renunciamento, de aquel agosto de
1951, refleja toda la humanidad de Dvora y supera las vallas del
testimonio histórico: nos trae a Eva Duarte de Perón y a Dvora
misma, una "muchacha política" que también soñó con un mundo
sin miseria, sin guerra: sin muerte ni dolor.
Lunes, 18 de octubre de 2010