1. ENTRE TODOS
Paz, unión, hogar, amor y respeto
Textos:
Karen Becerra
Dalia Ramírez
Luz Alba Angulo Castillo
Martha Liseth Godoy Caicedo
Ana Meza Castillo
Ilustraciones:
Yari Sugei Cortés Angulo
La Variante, Tumaco (Nariño)
Paz Al Bosque
2018
2. Octubre 20 de 2016
Mi vida cambia por completo. Entro en un
nuevo mundo lleno de dolor y tristeza. En
mi alma no había paz ni tranquilidad, solo
noches de insomnio.
Paz
Karen Becerra
Para Bibliotecas Públicas para la Paz
3. Mayo 8 de 2017
Empieza una nueva historia para mí con la
llegada de la biblioteca donde encontré un
refugio para mi alma. Me siento feliz de tener
este espacio ya que en él comparto y hago
cosas importantes por mi comunidad. Cada
vez que recuerdo mi labor en ella sonrío y
digo es increíble que los gritos y risas y otros
hagan feliz mi vida día a día.
Paz
4. La unión
Dalia Ramírez
Cuando yo era muy pequeña murió mi papá y crecí con mis abuelos. Mi niñez y
la de mis hermanos fue triste porque mi abuela era muy pobre; no pudimos
estudiar; no teníamos zapatos; íbamos descalzos a la escuela.
Crecí y me fui a trabajar a Cali, trabajé en Cali siete años, volví, y conocí al padre
de mis dos hijas. Me separé y me fui a vivir a la casa de mi mamá. No me sentí
bien en la casa de mi mamá, con tres hijos: un varón y las dos mujeres.
Conseguí un amigo que me ayudó a conseguir un lote. En esa época murió mi
hermano en el ejército. Nos pagaron una plata a cada hermano. Con eso empecé
a hacer la casa. Luego mi amigo se fue y me quedé. Con mis hijos.
Conseguí trabajo y mis hijos sí estudiaron. Ellas se fueron a Bogotá a trabajar y
a estudiar. Mi hija mayor se consiguió un amigo y se fue a vivir a Argentina.
Luego se fue la otra y allá están las dos. Y yo estoy por acá con mis dos hijos.
5. La unión
Dalia Ramírez
La unión se logra
dialogando y
comunicándose.
La unión se construye con
la familia.
La unión es solidaridad y
comprensión.
La unión es trabajar
mancomunadamente, ya
sea en pareja o en grupo.
6. El hogar
Luz Alba Angulo
La forma en que las mujeres y los hombres de la comunidad
distribuyen las tareas fuera del hogar y dentro del hogar tiene que
ver con el modo en que se ha entendido el papel de las mujeres y de
los hombres en la sociedad. Las diferencias entre hombre y mujeres
son entendidas como opuestas, lo que hace que se crea que algunas
tareas del hogar deben ser realizadas estrictamente por las mujeres,
y otras por los hombres. Igualmente se va creyendo que las mujeres
piensan de un modo contrario o que hay trabajos que no está bien
visto que los hagan las mujeres.
8. La mula, la peinilla y la madre
Martha Godoy Caicedo
Cuento de la vida real
Era un joven que le gustaba salir mucho con sus amigos a beber y su madre era una señora que no se
metía con nadie. Pero algunas personas le tenían miedo porque decían que tenía algo que los
asustaba. Un día el hijo le dijo mamá hoy voy a salir a bailar y ella le dijo no vas a salir pa ningún
lado. Pero madre! Que no iras. El joven le dijo yo soy libre y puedo ir. La madre le dijo el camino es
muy peligroso hijo, es sólido (solitario) y no hay luz. Él le dijo iré con mi peinilla y mi linterna y la
madre le dijo chao, pues. La señora se quedó muy enojada. El joven se fue caminado por aquel lugar
sólido (solitario) y qué oscuro con su linterna y sentía que alguien se le acercaba. Dio tres pasos, se
volteó de manera rápida y miró una mula con una cadena y dijo oh dios mío, eres tú. Aquella mula se
le acercó y con sus patas tirándole al joven el muchacho asustado llegó a la casa y le dijo madre,
madre. La señora respondió que ocurre porque vienes tan alterado.
9. La mula, la peinilla y la madre
Pues iba por el camino y sentí pasos y voltié de
manera rápida y era una mula madre. Y dice la
mamá: eso era de pronto algún caballo, pero eso
te pasa por no hacer caso me hubieras escuchado
nada de eso hubiera pasado. El joven llegó a su
habitación se sentó sobre su cama y de pronto
empezó a escuchar los mismos pasos que antes
había escuchado. Miró a su alrededor y no había
nadie.
10. La mula, la peinilla y la madre
Pero volvió a sentir los mismos pasos. El joven tenía su peinilla al
lado de su cama y él rápidamente tomó su peinilla y se paró de la
cama y la hirió de manera brusca en varias partes. Salió de su
habitación huyendo dejando a la mula sobre el piso. El joven gritaba
Madre! Madre! en donde está la mula está aquí. El joven de no
encontrar a su madre vuelve a su habitación para ver si la mula que
él había herido estaba donde la había dejado. Pero se sorprendió
cuando vio que no había nada en el piso: no sangres ni nada. Solo
como si no hubiera estado nunca allí. Salió de su habitación hacia la
de su madre se encontró una sorpresa muy terrible: su madre
estaba en la cama herida justo como él había herido a la mula. En
seguida le dijo lleno de pena y ahogado en llanto: madre tú eres
aquella mula que toda esta noche no me dejaba en paz, respóndeme,
madre. La madre se quedó en silencio, sin decir una sola palabra.
11. La mula, la peinilla y la madre
El joven tenía su peinilla al lado de su
cama y él rápidamente tomó su peinilla y
se paró de la cama y la hirió de manera
brusca en varias partes. Salió de su
habitación huyendo dejando a la mula
sobre el piso. El joven gritaba Madre!
Madre! en donde está la mula está aquí.
El joven de no encontrar a su madre
vuelve a su habitación para ver si la mula
que él había herido estaba donde la
había dejado. Pero se sorprendió cuando
vio que no había nada en el piso: no
sangres ni nada. Solo como si no hubiera
estado nunca allí.
12. La mula, la peinilla y la madre
Salió de su habitación hacia la de su madre se encontró una sorpresa muy
terrible: su madre estaba en la cama herida justo como él había herido a la
mula. En seguida le dijo lleno de pena y ahogado en llanto: madre tú eres
aquella mula que toda esta noche no me dejaba en paz, respóndeme, madre. La
madre se quedó en silencio, sin decir una sola palabra.
13. HISTORIA DEL RESPETO
Ana Meza Castillo
Había una vez una señorita que en una fila quería pasarse de grosera con una
señora más adulta. Entonces la señora adulta le dijo que si quería el puesto de
primera, se lo daba.
La señora adulta le dio a entender a ella que uno no puede ser grosera ni con
los adulto ni con los niños ni con uno mismo. Entonces la señorita le dijo que la
disculpara y que no lo volvería a hacerlo.
La señora adulta le dijo que tranquila, pero que no lo volviera a intentarlo
porque ahí estaba demostrando irrespeto.
14. HISTORIA DEL RESPETO
Ana Meza Castillo
Si no hay respeto no hay tranquilidad no hay amor no se ve la
felicidad.
Me gusta el respeto porque ahí demostramos que nos estamos
valorando entre nosotros mismos y a los demás
No me gustó nunca el irrespeto porque ahí se está demostrando
mucha maldad y egoísmo y no se ve la tranquilidad de algunas
personas, y el odio y el remordimiento de no valorarse uno mismo.
Los peces piden agua, los presos libertad. Ana le pide a su esposo
amor y felicidad.