SACRIFICIO Y DRAMA DEL REY SAGRADO
(Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo)
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ENTREVISTA CON SU AUTOR, ELISEO FERRER
UN CRISTIANISMO JUDIO SIN JESUS DE NAZARET
«EL MESÍAS-CRISTO ES UN MITO ANCESTRAL Y ARCAICO REFORMULADO POR
LAS SECTAS DEL MESIANISMO APOCALÍPTICO Y TRANSFORMADO POR
EL GNOSTICISMO Y POR LA IGLESIA DEL SIGLO SEGUNDO».
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A finales de noviembre de 2021 comenzó la difusión del libro «Sacrificio y drama del rey Sagrado», que contiene, según los especialistas y según el propio autor, una particular visión del cristianismo, de sus más inmediatos antecedentes y de sus más remotos orígenes. Una visión de Cristo y del nacimiento de la Iglesia construida con una metodología que huye tanto de las visiones teológicas de los investigadores católicos y luteranos, como de los planteamientos analíticos y abstractos que usa comúnmente el mundo académico contemporáneo. De tal manera que la teoría del cristianismo que propone esta obra es la de un variado conjunto de fenómenos y de referencias culturales que, en clara y constante evolución, confluyeron en un contexto cultural determinado: el del judaísmo helenístico (y helenizado) de los siglos anteriores y posteriores al cambio de era, y anterior al judaísmo rabínico del siglo segundo.
Pero nadie mejor que su autor, Eliseo Ferrer, para que nos explique los pormenores de la obra.
Eliseo Ferrer - Interview / Autor de «Sacrificio y drama del Rey Sagrado»Eliseo Ferrer
Cualquier estudiante de historia o a logía de la religión sabe que no hay revelación; o, cuando menos, no la hay en el sentido apriorístico que le ofrece la teología. La «revelación», para la ciencia, es algo que se da a posteriori y que brota de la vida de los hombres. En este sentido, debo reconocer que el cristianismo no nació en el Portal de Belén ni tras la imaginaria muerte y resurrección del hijo de dios. Como todo fenómeno espiritual y religioso, el cristianismo fue fruto de un largo proceso de interacción del hombre con el medio; de un largo proceso de concatenación de diferentes contextos culturales, y, en última instancia, de la elaboración, reelaboración, corrección y enmienda de innumerables textos surgidos de una tradición oral anterior.
ABSTRACT / Toda la tesis de R. Panikkar estuvo dirigida, dada su tradición intelectual multicultural y multirreligiosa, a «un encuentro sincero» entre el cristianismo y el hinduismo; y quizá por eso subtituló este libro («El Cristo desconocido del hinduismo») con el ambicioso reclamo: «Para una cristofanía ecuménica». No obstante, y para no engañar a los lectores sobre el verdadero propósito y los riesgos de la obra, Panikkar dejaba muy claro que toda su formulación relativa al común mediador cristiano e hindú (Īśvara-Cristo) iba a encontrar un escollo difícilmente salvable, si desde el lado cristiano se solapaba el elemento «teohistoriológico» de un hijo de María llamado Jesús, arrebatando el protagonismo y la prioridad al Logos. «Pues no solo el concepto cristiano de historia es, en cierto modo, ajeno al espíritu indio [concluía]. Admitir la idea cristiana de la historia [...], es ya presuponer el concepto cristiano de Cristo. No debemos olvidar que la primera interpretación filosófica de Cristo empieza por un discurso sobre el “Logos” hecho carne y no por un discurso sobre la carne».
Eliseo Ferrer / La tradición indoirania y el origen de la gnosis de todos los...Eliseo Ferrer
ABSTRACT / Según algunos autores, el momento mismo en que se producía la identidad entre la individualidad fragmentada y lo absoluto, entre en hombre y la divinidad (ātman-Brahman), fruto de la sabiduría interior, se producía también un «arrebato místico» (quizá provocado originariamente por las facultades psicoactivas del Soma, la bebida de los dioses) que llevaba consigo la presencia deslumbrante de la luz; es decir, que «se accedía al conocimiento del ser mediante una experiencia de luz sobrenatural». «Lo que indicaba —según Eliade— que la revelación del ātman-Brahman, en tanto que luz, no era simplemente un acto de conocimiento metafísico, sino una experiencia [de carácter místico] más profunda en la que el hombre comprometía también su componente existencial».
Eliseo Ferrer / PREAMBULO. Sacrificio y drama del Rey SagradoEliseo Ferrer
Sacrificio y drama del Rey Sagrado
(Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo)
Autor: Eliseo Ferrer
784 páginas
El Mesías-Cristo:
Un mito ancestral y arcaico reformulado por
las sectas del mesianismo apocalíptico judío
y transformado por la Iglesia del siglo segundo
Un cristianismo judío sin historia evangélica ni «punto cero».
Eliseo Ferrer propone en Sacrificio y drama del rey sagrado (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo) una visión alternativa y crítica de los fundamentos del cristianismo. Pues, situado dentro del contexto del mesianismo judío, el cristianismo de los «orígenes» fue un fenómeno enormemente complejo que nada tuvo que ver con las simplificaciones de los catecismos de la Iglesia, ni tampoco con las ficciones que más tarde construyeron los reformadores luteranos a través de su ucronía de pureza (Urgemeinde).
Eliseo Ferrer propone en Sacrificio y drama del rey sagrado (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo) una visión alternativa y crítica de los fundamentos del cristianismo. Pues, situado dentro del contexto del mesianismo judío, el cristianismo de los «orígenes» fue un fenómeno enormemente complejo que nada tuvo que ver con las simplificaciones de los catecismos de la Iglesia, ni tampoco con las ficciones que más tarde construyeron los reformadores luteranos a través de su ucronía de pureza (Urgemeinde).
Como afirma su autor, para entender el fenómeno en su verdadera dimensión hemos de saber, en primer lugar, qué fueron el protognosticismo y el gnosticismo cristiano, y entender también qué papel desempeñaron la literatura sapiencial judía, la literatura intertestamentaria y la literatura apocalíptica entre ciertas sectas mesiánicas judías del periodo final del Segundo Templo. Y, además de todo ello, y muy importante, hay que valorar en su justo término los hechos acaecidos el año setenta de nuestra era con la destrucción del Templo de Jerusalén en la primera guerra judía contra Roma; además de conocer las técnicas exegéticas y la particular hermenéutica (midrash, derásh, pésher, etc.) que utilizaron en la interpretación de las Escrituras los diferentes judaísmos prerrabínicos, y a través de cuyos métodos fueron redactados los primeros textos de los evangelios.
Eliseo Ferrer / Muerte y Resurrección en las religiones de misterio y su infl...Eliseo Ferrer
Los «dioses» salvadores de las religiones mistéricas, los modelos arquetípicos de los cultos secretos orientales y griegos, fueron entidades carismáticas capaces de ofrecer la salvación a los hombres en términos de inmortalidad: figuras míticas y de remoto y ancestral origen, que, a pesar de su proyección arcaica, hemos situado en el periodo neolítico que contempló el nacimiento de la agricultura: encarnaciones de los procesos y fuerzas del cosmos, de la naturaleza y de la fertilidad agrícola, imprescindibles para la supervivencia material de los pueblos primitivos. Figuras semidivinas que, junto a la Diosa Madre, fueron interpretadas, en un principio, de manera mágica y numinosa, como primitivas deidades de la vegetación; pero que, a lo largo de los siglos, fueron transformadas en entidades espirituales y redentoras que, de manera muy diferente, y por distintos caminos, llegaron primero a Grecia y luego a los dominios del mundo romano. «Un tipo de deidad, en definitiva, muy conocida: el dios que moría y resucitaba todos los años, y que había surgido como un espíritu de la vegetación. Un dios que adquiría profundo valor emotivo como prototipo divino del inexorable destino de los hombres, cuyo nacimiento y muerte constituían el rasgo destacado de los misterios».
Eliseo Ferrer / Muerte y Resurrección en el antiguo Egipto. En torno al dios ...Eliseo Ferrer
MUERTE Y RESURRECCION EN EL ANTIGUO EGIPTO.
Un proceso mítico completado a lo largo de los siglos con la lenta solarización del díos ctónico Osiris.
Osiris resucitaba en el inframundo (en el mundo de los muertos), desde cuyo interior gobernaba las energías cósmicas sometidas a la percepción sensorial de la muerte y el renacimiento.
¿Quién era y qué representaba, en consecuencia, Osiris, dentro de este aparente complejo funcional de la fragmentada y diversificada «teología» egipcia?
«Osiris era la vida tomada en el momento de la muerte»: el dios de la resurrección (en sentido amplio), nos responde H. Frankfort; pues hay que reconocer que, entre los grandes dioses de Egipto, Osiris fue una excepción de marcada singularidad: «Su muerte era transfiguración y su poder se reconocía en esa vida que periódicamente surgía de la tierra, renovada eternamente. De ahí que Osiris fuese el dios de la resurrección». El brote anual de la vegetación fue la manifestación más sorprendente de las fuerzas del renacimiento y del crecimiento inmanentes a la tierra y al cosmos; y tanto en los primeros textos como en los de periodos más avanzados, se afirmaba que Osiris reaparecía en los cereales. Pero sería un error volver a repetir, con Frazer, que Osiris fuese un dios del cereal y un dios de la fertilidad; pues a la luz de lo expuesto, y debido a que encontramos en Egipto a Ernutet y a Min como sus propios y verdaderos representantes divinos, nos topamos con una duplicación que exige ser matizada. Con más motivo si queremos descubrir el verdadero e importantísimo papel del mito en el antiguo Egipto y su posterior influencia en el mundo helenístico y cristiano.
Eliseo Ferrer / Cultos de la FertilidadEliseo Ferrer
Fragmento del Capítulo primero del libro SACRIFICIO Y DRAMA DEL REY SAGRADO, de Eliseo Ferrer. (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo).
Eliseo Ferrer - Interview / Autor de «Sacrificio y drama del Rey Sagrado»Eliseo Ferrer
Cualquier estudiante de historia o a logía de la religión sabe que no hay revelación; o, cuando menos, no la hay en el sentido apriorístico que le ofrece la teología. La «revelación», para la ciencia, es algo que se da a posteriori y que brota de la vida de los hombres. En este sentido, debo reconocer que el cristianismo no nació en el Portal de Belén ni tras la imaginaria muerte y resurrección del hijo de dios. Como todo fenómeno espiritual y religioso, el cristianismo fue fruto de un largo proceso de interacción del hombre con el medio; de un largo proceso de concatenación de diferentes contextos culturales, y, en última instancia, de la elaboración, reelaboración, corrección y enmienda de innumerables textos surgidos de una tradición oral anterior.
ABSTRACT / Toda la tesis de R. Panikkar estuvo dirigida, dada su tradición intelectual multicultural y multirreligiosa, a «un encuentro sincero» entre el cristianismo y el hinduismo; y quizá por eso subtituló este libro («El Cristo desconocido del hinduismo») con el ambicioso reclamo: «Para una cristofanía ecuménica». No obstante, y para no engañar a los lectores sobre el verdadero propósito y los riesgos de la obra, Panikkar dejaba muy claro que toda su formulación relativa al común mediador cristiano e hindú (Īśvara-Cristo) iba a encontrar un escollo difícilmente salvable, si desde el lado cristiano se solapaba el elemento «teohistoriológico» de un hijo de María llamado Jesús, arrebatando el protagonismo y la prioridad al Logos. «Pues no solo el concepto cristiano de historia es, en cierto modo, ajeno al espíritu indio [concluía]. Admitir la idea cristiana de la historia [...], es ya presuponer el concepto cristiano de Cristo. No debemos olvidar que la primera interpretación filosófica de Cristo empieza por un discurso sobre el “Logos” hecho carne y no por un discurso sobre la carne».
Eliseo Ferrer / La tradición indoirania y el origen de la gnosis de todos los...Eliseo Ferrer
ABSTRACT / Según algunos autores, el momento mismo en que se producía la identidad entre la individualidad fragmentada y lo absoluto, entre en hombre y la divinidad (ātman-Brahman), fruto de la sabiduría interior, se producía también un «arrebato místico» (quizá provocado originariamente por las facultades psicoactivas del Soma, la bebida de los dioses) que llevaba consigo la presencia deslumbrante de la luz; es decir, que «se accedía al conocimiento del ser mediante una experiencia de luz sobrenatural». «Lo que indicaba —según Eliade— que la revelación del ātman-Brahman, en tanto que luz, no era simplemente un acto de conocimiento metafísico, sino una experiencia [de carácter místico] más profunda en la que el hombre comprometía también su componente existencial».
Eliseo Ferrer / PREAMBULO. Sacrificio y drama del Rey SagradoEliseo Ferrer
Sacrificio y drama del Rey Sagrado
(Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo)
Autor: Eliseo Ferrer
784 páginas
El Mesías-Cristo:
Un mito ancestral y arcaico reformulado por
las sectas del mesianismo apocalíptico judío
y transformado por la Iglesia del siglo segundo
Un cristianismo judío sin historia evangélica ni «punto cero».
Eliseo Ferrer propone en Sacrificio y drama del rey sagrado (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo) una visión alternativa y crítica de los fundamentos del cristianismo. Pues, situado dentro del contexto del mesianismo judío, el cristianismo de los «orígenes» fue un fenómeno enormemente complejo que nada tuvo que ver con las simplificaciones de los catecismos de la Iglesia, ni tampoco con las ficciones que más tarde construyeron los reformadores luteranos a través de su ucronía de pureza (Urgemeinde).
Eliseo Ferrer propone en Sacrificio y drama del rey sagrado (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo) una visión alternativa y crítica de los fundamentos del cristianismo. Pues, situado dentro del contexto del mesianismo judío, el cristianismo de los «orígenes» fue un fenómeno enormemente complejo que nada tuvo que ver con las simplificaciones de los catecismos de la Iglesia, ni tampoco con las ficciones que más tarde construyeron los reformadores luteranos a través de su ucronía de pureza (Urgemeinde).
Como afirma su autor, para entender el fenómeno en su verdadera dimensión hemos de saber, en primer lugar, qué fueron el protognosticismo y el gnosticismo cristiano, y entender también qué papel desempeñaron la literatura sapiencial judía, la literatura intertestamentaria y la literatura apocalíptica entre ciertas sectas mesiánicas judías del periodo final del Segundo Templo. Y, además de todo ello, y muy importante, hay que valorar en su justo término los hechos acaecidos el año setenta de nuestra era con la destrucción del Templo de Jerusalén en la primera guerra judía contra Roma; además de conocer las técnicas exegéticas y la particular hermenéutica (midrash, derásh, pésher, etc.) que utilizaron en la interpretación de las Escrituras los diferentes judaísmos prerrabínicos, y a través de cuyos métodos fueron redactados los primeros textos de los evangelios.
Eliseo Ferrer / Muerte y Resurrección en las religiones de misterio y su infl...Eliseo Ferrer
Los «dioses» salvadores de las religiones mistéricas, los modelos arquetípicos de los cultos secretos orientales y griegos, fueron entidades carismáticas capaces de ofrecer la salvación a los hombres en términos de inmortalidad: figuras míticas y de remoto y ancestral origen, que, a pesar de su proyección arcaica, hemos situado en el periodo neolítico que contempló el nacimiento de la agricultura: encarnaciones de los procesos y fuerzas del cosmos, de la naturaleza y de la fertilidad agrícola, imprescindibles para la supervivencia material de los pueblos primitivos. Figuras semidivinas que, junto a la Diosa Madre, fueron interpretadas, en un principio, de manera mágica y numinosa, como primitivas deidades de la vegetación; pero que, a lo largo de los siglos, fueron transformadas en entidades espirituales y redentoras que, de manera muy diferente, y por distintos caminos, llegaron primero a Grecia y luego a los dominios del mundo romano. «Un tipo de deidad, en definitiva, muy conocida: el dios que moría y resucitaba todos los años, y que había surgido como un espíritu de la vegetación. Un dios que adquiría profundo valor emotivo como prototipo divino del inexorable destino de los hombres, cuyo nacimiento y muerte constituían el rasgo destacado de los misterios».
Eliseo Ferrer / Muerte y Resurrección en el antiguo Egipto. En torno al dios ...Eliseo Ferrer
MUERTE Y RESURRECCION EN EL ANTIGUO EGIPTO.
Un proceso mítico completado a lo largo de los siglos con la lenta solarización del díos ctónico Osiris.
Osiris resucitaba en el inframundo (en el mundo de los muertos), desde cuyo interior gobernaba las energías cósmicas sometidas a la percepción sensorial de la muerte y el renacimiento.
¿Quién era y qué representaba, en consecuencia, Osiris, dentro de este aparente complejo funcional de la fragmentada y diversificada «teología» egipcia?
«Osiris era la vida tomada en el momento de la muerte»: el dios de la resurrección (en sentido amplio), nos responde H. Frankfort; pues hay que reconocer que, entre los grandes dioses de Egipto, Osiris fue una excepción de marcada singularidad: «Su muerte era transfiguración y su poder se reconocía en esa vida que periódicamente surgía de la tierra, renovada eternamente. De ahí que Osiris fuese el dios de la resurrección». El brote anual de la vegetación fue la manifestación más sorprendente de las fuerzas del renacimiento y del crecimiento inmanentes a la tierra y al cosmos; y tanto en los primeros textos como en los de periodos más avanzados, se afirmaba que Osiris reaparecía en los cereales. Pero sería un error volver a repetir, con Frazer, que Osiris fuese un dios del cereal y un dios de la fertilidad; pues a la luz de lo expuesto, y debido a que encontramos en Egipto a Ernutet y a Min como sus propios y verdaderos representantes divinos, nos topamos con una duplicación que exige ser matizada. Con más motivo si queremos descubrir el verdadero e importantísimo papel del mito en el antiguo Egipto y su posterior influencia en el mundo helenístico y cristiano.
Eliseo Ferrer / Cultos de la FertilidadEliseo Ferrer
Fragmento del Capítulo primero del libro SACRIFICIO Y DRAMA DEL REY SAGRADO, de Eliseo Ferrer. (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo).
Eliseo Ferrer / Árboles sagrados del judaísmo y el cristianismoEliseo Ferrer
Fragmento del Capítulo primero del libro SACRIFICIO Y DRAMA DEL REY SAGRADO, de Eliseo Ferrer. (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo).
El artículo analiza la teosofía en torno al mito del ángel caído. Se analizan los estudios de iluministas suecos, ingleses y franceses de los siglos XVIII y XIX.
Mitos fundacionales del judeo-cristianismo, según Eliseo Ferrer.Eliseo Ferrer
ENTREVISTA a Eliseo Ferrer, autor de «Sacrificio y drama del Rey Sagrado».
ABSTRACT / En esta entrevista, que la periodista Sofía G. Orlowsky realiza a Eliseo Ferrer, el autor de «Sacrificio y drama del Rey Sagrado (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo)» resume a fondo y de manera clara el espíritu de la obra: el surgimiento del mito del Mesías-Cristo, de carácter espiritual y místico, como resultado de un largo proceso histórico iniciado en el Neolítico con la muerte y la resurrección del hijo de la diosa.
En la entrevista, Ferrer aclara varios aspectos fundamentales:
—La importancia del gnosticismo cristiano en el surgimiento de la Iglesia (católica) a finales del siglo segundo.
—El papel de los mitos del Salvador zoroastriano y del Redentor mistérico en la construcción de la mitología cristiana primitiva.
—La particular metodología dialéctica e histórica que el autor aplica a la obra, quien no oculta su aversión a los métodos analíticos desprovistos de contextualidad histórica.
—Y la inexistencia de un «punto cero» en el cristianismo, dentro de un movimiento (mesianismo) puesto en marcha por judíos helenizados herederos de la tradición platónica.
Eliseo Ferrer - Los orígenes míticos del cristianismo primitivo.Eliseo Ferrer
ENTREVISTA a Eliseo Ferrer, autor de «Sacrificio y drama del Rey Sagrado».
ABSTRACT / En esta entrevista, que la periodista Sofía G. Orlowsky realiza a Eliseo Ferrer, el autor de «Sacrificio y drama del Rey Sagrado (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo)» resume a fondo y de manera clara el espíritu de la obra: el surgimiento del mito del Mesías-Cristo, de carácter espiritual y místico, como resultado de un largo proceso histórico iniciado en el Neolítico con la muerte y la resurrección del hijo de la diosa.
En la entrevista, Ferrer aclara varios aspectos fundamentales:
—La importancia del gnosticismo cristiano en el surgimiento de la Iglesia (católica) a finales del siglo segundo.
—El papel de los mitos del Salvador zoroastriano y del Redentor mistérico en la construcción de la mitología cristiana primitiva.
—La particular metodología dialéctica e histórica que el autor aplica a la obra, quien no oculta su aversión a los métodos analíticos desprovistos de contextualidad histórica.
—Y la inexistencia de un «punto cero» en el cristianismo, dentro de un movimiento (mesianismo) puesto en marcha por judíos helenizados herederos de la tradición platónica.
Sobre la formación del mito de Cristo:
«De una primera lectura de la obra surge que toda la literatura generada por o asimilada a la tradición católica, desde sus inicios hacia finales del siglo II de nuestra era, especialmente su cristología, el destino escatológico del mito (muerte y resurrección) y el significado soteriológico de Cristo (como Salvador), resulta solo un breve capítulo en la gran historia cuyos orígenes inmediatos se remontan al lejano pasado».
«Este monumento, refinado instrumento de demostración teórica y fáctica al servicio de una tesis indiscutiblemente capital, reviste una gran belleza ensayística. Puede interpretarse como exploración extensiva en el territorio historiográfico más complicado, de tránsito escabroso y múltiples senderos. Territorio en general amojonado por la pasión religiosa, el fervor místico. la fantasía o aun la magia. Pero también como indagación intensiva, como arrojado y honesto buceo en un mar documental, a veces demasiado en calma y otras veces demasiado borrascoso, en el que abunda la tergiversación milenaria y testimonios que resultan casi siempre copias de copias a través de siglos».
Eliseo Ferrer: «Sacrificio y drama del Rey Sagrado». Comentario y crítica de ...Eliseo Ferrer
En torno a la formación del mito de Cristo:
«De una primera lectura de la obra surge que toda la literatura generada por o asimilada a la tradición católica, desde sus inicios hacia finales del siglo II de nuestra era, especialmente su cristología, el destino escatológico del mito (muerte y resurrección) y el significado soteriológico de Cristo (como Salvador), resulta solo un breve capítulo en la gran historia cuyos orígenes inmediatos se remontan al lejano pasado».
«Este monumento, refinado instrumento de demostración teórica y fáctica al servicio de una tesis indiscutiblemente capital, reviste una gran belleza ensayística. Puede interpretarse como exploración extensiva en el territorio historiográfico más complicado, de tránsito escabroso y múltiples senderos. Territorio en general amojonado por la pasión religiosa, el fervor místico. la fantasía o aun la magia. Pero también como indagación intensiva, como arrojado y honesto buceo en un mar documental, a veces demasiado en calma y otras veces demasiado borrascoso, en el que abunda la tergiversación milenaria y testimonios que resultan casi siempre copias de copias a través de siglos».
Eliseo Ferrer / Árboles sagrados del judaísmo y el cristianismoEliseo Ferrer
Fragmento del Capítulo primero del libro SACRIFICIO Y DRAMA DEL REY SAGRADO, de Eliseo Ferrer. (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo).
El artículo analiza la teosofía en torno al mito del ángel caído. Se analizan los estudios de iluministas suecos, ingleses y franceses de los siglos XVIII y XIX.
Mitos fundacionales del judeo-cristianismo, según Eliseo Ferrer.Eliseo Ferrer
ENTREVISTA a Eliseo Ferrer, autor de «Sacrificio y drama del Rey Sagrado».
ABSTRACT / En esta entrevista, que la periodista Sofía G. Orlowsky realiza a Eliseo Ferrer, el autor de «Sacrificio y drama del Rey Sagrado (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo)» resume a fondo y de manera clara el espíritu de la obra: el surgimiento del mito del Mesías-Cristo, de carácter espiritual y místico, como resultado de un largo proceso histórico iniciado en el Neolítico con la muerte y la resurrección del hijo de la diosa.
En la entrevista, Ferrer aclara varios aspectos fundamentales:
—La importancia del gnosticismo cristiano en el surgimiento de la Iglesia (católica) a finales del siglo segundo.
—El papel de los mitos del Salvador zoroastriano y del Redentor mistérico en la construcción de la mitología cristiana primitiva.
—La particular metodología dialéctica e histórica que el autor aplica a la obra, quien no oculta su aversión a los métodos analíticos desprovistos de contextualidad histórica.
—Y la inexistencia de un «punto cero» en el cristianismo, dentro de un movimiento (mesianismo) puesto en marcha por judíos helenizados herederos de la tradición platónica.
Eliseo Ferrer - Los orígenes míticos del cristianismo primitivo.Eliseo Ferrer
ENTREVISTA a Eliseo Ferrer, autor de «Sacrificio y drama del Rey Sagrado».
ABSTRACT / En esta entrevista, que la periodista Sofía G. Orlowsky realiza a Eliseo Ferrer, el autor de «Sacrificio y drama del Rey Sagrado (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo)» resume a fondo y de manera clara el espíritu de la obra: el surgimiento del mito del Mesías-Cristo, de carácter espiritual y místico, como resultado de un largo proceso histórico iniciado en el Neolítico con la muerte y la resurrección del hijo de la diosa.
En la entrevista, Ferrer aclara varios aspectos fundamentales:
—La importancia del gnosticismo cristiano en el surgimiento de la Iglesia (católica) a finales del siglo segundo.
—El papel de los mitos del Salvador zoroastriano y del Redentor mistérico en la construcción de la mitología cristiana primitiva.
—La particular metodología dialéctica e histórica que el autor aplica a la obra, quien no oculta su aversión a los métodos analíticos desprovistos de contextualidad histórica.
—Y la inexistencia de un «punto cero» en el cristianismo, dentro de un movimiento (mesianismo) puesto en marcha por judíos helenizados herederos de la tradición platónica.
Sobre la formación del mito de Cristo:
«De una primera lectura de la obra surge que toda la literatura generada por o asimilada a la tradición católica, desde sus inicios hacia finales del siglo II de nuestra era, especialmente su cristología, el destino escatológico del mito (muerte y resurrección) y el significado soteriológico de Cristo (como Salvador), resulta solo un breve capítulo en la gran historia cuyos orígenes inmediatos se remontan al lejano pasado».
«Este monumento, refinado instrumento de demostración teórica y fáctica al servicio de una tesis indiscutiblemente capital, reviste una gran belleza ensayística. Puede interpretarse como exploración extensiva en el territorio historiográfico más complicado, de tránsito escabroso y múltiples senderos. Territorio en general amojonado por la pasión religiosa, el fervor místico. la fantasía o aun la magia. Pero también como indagación intensiva, como arrojado y honesto buceo en un mar documental, a veces demasiado en calma y otras veces demasiado borrascoso, en el que abunda la tergiversación milenaria y testimonios que resultan casi siempre copias de copias a través de siglos».
Eliseo Ferrer: «Sacrificio y drama del Rey Sagrado». Comentario y crítica de ...Eliseo Ferrer
En torno a la formación del mito de Cristo:
«De una primera lectura de la obra surge que toda la literatura generada por o asimilada a la tradición católica, desde sus inicios hacia finales del siglo II de nuestra era, especialmente su cristología, el destino escatológico del mito (muerte y resurrección) y el significado soteriológico de Cristo (como Salvador), resulta solo un breve capítulo en la gran historia cuyos orígenes inmediatos se remontan al lejano pasado».
«Este monumento, refinado instrumento de demostración teórica y fáctica al servicio de una tesis indiscutiblemente capital, reviste una gran belleza ensayística. Puede interpretarse como exploración extensiva en el territorio historiográfico más complicado, de tránsito escabroso y múltiples senderos. Territorio en general amojonado por la pasión religiosa, el fervor místico. la fantasía o aun la magia. Pero también como indagación intensiva, como arrojado y honesto buceo en un mar documental, a veces demasiado en calma y otras veces demasiado borrascoso, en el que abunda la tergiversación milenaria y testimonios que resultan casi siempre copias de copias a través de siglos».
Preámbulo del libro SACRIFRICIO Y DRAMA DEL REY SAGRADO, de Eliseo Ferrer.
Vaya por delante que ésta no es una obra de consenso académico; y tampoco una obra guiada por la fe religiosa, ni por los presupuestos decimonónicos del ateísmo antirreligioso y anticristiano. Decía el mitólogo Joseph Campbell que la humanidad se divide entre quienes creen literalmente los textos sagrados (creyentes) y quienes no creen en ellos (ateos). Pero, como en su caso, aquí nos separamos de esta disyuntiva para adoptar una postura diferente, pues de lo que se trata no es de afirmar o de negar las creencias cristianas, sino de estudiarlas, entenderlas y comprenderlas. No se trata de aceptar sin más esta dicotomía y de tomar postura, sino de proponer una posición fundamentada en postulados ajenos a la fe que nos desmarcan también tanto de las posiciones seculares del ateísmo militante como de los planteamientos y los lugares comunes de cierto agnosticismo académico encadenado a la ideología de la Iglesia. Nos encontramos ante una obra guiada por la seducción y la perplejidad frente al fenómeno religioso de alguien que abandonó la fe en su lejana adolescencia y carece, por tanto, de todo vínculo personal con la transcendencia; de alguien que mantiene unas posiciones de partida que pudiéramos definir bajo el rótulo de «ateísmo esencial» o «esencialista»,[1] pero que se ha visto fascinado por el fenómeno antropológico de la fe en el «más allá» hasta el punto de descubrir en él esa indudable fuerza creativa que ha determinado y conformado la filosofía, la historia y los modos de vida de los diferentes pueblos y culturas.
Eliseo Ferrer - Fraude e incompetencia en las investigaciones sobre los oríg...Eliseo Ferrer
(Versión corregida y aumentada, con referencias bibliográficas).
Considero que la influencia secular de la teología y de la dogmática de la Iglesia (heredada ésta, en gran medida, por los reformadores luteranos), así como la ideología generada a lo largo de dieciocho siglos sobre el sustrato del Nuevo Testamento, han llevado y siguen llevando en pleno siglo XXI a grandes errores de estudio e interpretación sobre los orígenes del cristianismo. Presento un dodecálogo de los errores que considero más importantes, y que a mí más me sorprenden y me la llaman la atención.
Eliseo Ferrer / En torno a las fraudulentas y estériles investigaciones sobr...Eliseo Ferrer
Considero que la influencia secular de la teología y de la dogmática de la Iglesia (heredada ésta, en gran medida, por los reformadores luteranos), así como la ideología generada a lo largo de dieciocho siglos sobre el sustrato del Nuevo testamento, han llevado y siguen llevando en pleno siglo XXI a grandes errores de estudio e interpretación de los orígenes del cristianismo. Presento un dodecálogo de los errores que considero más importantes, y que a mí más me sorprenden y me la llaman la atención.
The Messiah-Christ: An ancient and archaic myth reformulated by the sects of Jewish apocalyptic messianism and transformed by the Church of the second century. That is, a Jewish Christianity without evangelical history or "zero point." Eliseo Ferrer proposes in Sacrifice and drama of the sacred king (Genealogy, anthropology and history of the myth of Christ) an alternative and critical vision of the foundations of Christianity. For, situated within the context of Jewish messianism, the Christianity of the «origins» was an enormously complex phenomenon that had nothing to do with the simplifications of the catechisms of the Church, nor with the fictions that the Lutheran reformers later built on through its uchrony of purity (Urgemeinde). As its author affirms, in order to understand the phenomenon in its true dimension we must know, first of all, what protognosticism and Christian gnosticism were, and also understand what role Jewish wisdom literature, intertestamental literature and apocalyptic literature played among certain Jewish messianic sects of the late Second Temple period. And, in addition to all of this, and very importantly, the events that occurred in the seventieth year of our era with the destruction of the Temple of Jerusalem in the first Jewish war against Rome must be valued in their fair term; in addition to knowing the exegetical techniques and the particular hermeneutics (midrash, derásh, pesher, etc.) used in the interpretation of the Scriptures by the different pre-rabbinic Judaisms, and through whose methods the first texts of the gospels were written.
Eliseo Ferrer / Sacrificio y drama del Rey Sagrado. (Genealogía, antropología...Eliseo Ferrer
ELISEO FERRER / Sacrificio y drama del Rey Sagrado.
Un cristianismo judío sin historia evangélica ni «punto cero».
Eliseo Ferrer propone en Sacrificio y drama del rey sagrado (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo) una visión alternativa y crítica de los fundamentos del cristianismo. Pues, situado dentro del contexto del mesianismo judío, el cristianismo de los «orígenes» fue un fenómeno enormemente complejo que nada tuvo que ver con las simplificaciones de los catecismos de la Iglesia, ni tampoco con las ficciones que más tarde construyeron los reformadores luteranos a través de su ucronía de pureza (Urgemeinde).
Como afirma su autor, para entender el fenómeno en su verdadera dimensión hemos de saber, en primer lugar, qué fueron el protognosticismo y el gnosticismo cristiano, y entender también qué papel desempeñaron la literatura sapiencial judía, la literatura intertestamentaria y la literatura apocalíptica entre ciertas sectas mesiánicas judías del periodo final del Segundo Templo. Y, además de todo ello, y muy importante, hay que valorar en su justo término los hechos acaecidos el año setenta de nuestra era con la destrucción del Templo de Jerusalén en la primera guerra judía contra Roma; además de conocer las técnicas exegéticas y la particular hermenéutica (midrash, derásh, pésher, etc.) que utilizaron en la interpretación de las Escrituras los diferentes judaísmos prerrabínicos, y a través de cuyos métodos fueron redactados los primeros textos de los evangelios.
Eliseo Ferrer / Sacrificio y drama del Rey SagradoEliseo Ferrer
Sacrificio y drama del Rey Sagrado
Autor: Eliseo Ferrer
Categorías: Antropología religiosa y Religiosas comparadas
784 páginas
El Mesías-Cristo:
Un mito ancestral y arcaico reformulado por
las sectas del mesianismo apocalíptico judío
y transformado por la Iglesia del siglo segundo
Un cristianismo judío sin historia evangélica ni «punto cero».
Eliseo Ferrer propone en Sacrificio y drama del rey sagrado (Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo) una visión alternativa y crítica de los fundamentos del cristianismo. Pues, situado dentro del contexto del mesianismo judío, el cristianismo de los «orígenes» fue un fenómeno enormemente complejo que nada tuvo que ver con las simplificaciones de los catecismos de la Iglesia, ni tampoco con las ficciones que más tarde construyeron los reformadores luteranos a través de su ucronía de pureza (Urgemeinde).
Eliseo Ferrer / Nueva interpretación del «Discurso a Diogneto». Revisión de a...Eliseo Ferrer
In this text, Eliseo Ferrer carries out a revision of the positions maintained in a previous work on the “Discourse to Diognetus”. A supposedly Christian text in which the figures of Christ or Jesus do not appear (nor anything related to the Gospel story) and that, with all certainty, was manipulated at an undetermined time by the Roman Church. According to Ferrer, it is an Alexandrian text of the first century, completely alien and opposed to Judaism, which proposes a Platonic spirituality based on the Only Begotten Logos.
Similar a Entrevista a Eliseo Ferrer, autor de «Sacrificio y drama del Rey Sagrado» (20)
Eliseo Ferrer / Sobre el «Discurso a Diogneto». Revisión textual y reinterpre...Eliseo Ferrer
En este texto, Eliseo Ferrer (declaradamente ateo y materialista) lleva a cabo una revisión de las posiciones mantenidas en un anterior trabajo de 2023 sobre el «Discurso a Diogneto». Un texto supuestamente cristiano donde no aparecen las figuras de Cristo ni de Jesús (ni nada relativo a la fabulación evangélica) y que, con toda seguridad, fue manipulado en un tiempo indeterminados por la Iglesia romana. Según Ferrer, se trata de un texto alejandrino del primer siglo, completamente ajeno y enfrentado al judaísmo, que propone una espiritualidad de carácter platónico basada en el Logos Unigénito.
Reseña del libro de Eliseo Ferrer, SACRIFICIOS HUMANOS, CANIBALISMO Y SEXUALI...Eliseo Ferrer
Por Jorge Liberati.
Revista RELACIONES. Montevideo (Uruguay). Nº 478 - Marzo de 2024. Páginas 24 y 25.
Autor del libro: Eliseo Ferrer
SACRIFICIOS HUMANOS, CANIBALISMO Y SEXUALIDAD RITUAL EN EL MUNDO ANTIGUO.
Preámbulo. «Sacrificios Humanos, Canibalismo y Sexualidad Ritual en el Mundo ...Eliseo Ferrer
Como afirma Eliseo Ferrer, lejos de todo sensacionalismo y de toda intención perturbadora, lo que encontrará en este libro es un conjunto de fenómenos, más o menos relacionados y sostenidos por estructuras y relatos de sentido, que constituyen el fundamento de la práctica totalidad de las culturas antiguas. Es decir, encontrará una serie de fenómenos no accidentales ni gratuitos, reiterados temporalmente bajo la práctica del ritualismo y provistos del significado analógico, práctico y finalista que les ofrecían los mitos. De tal manera que, cuando hablamos de «sacrificios humanos», hablamos de rituales sangrientos en los que se asesinaba a hombres, a mujeres y a niños no de forma cruel, inopinada y caprichosa, sino a través de una liturgia perfectamente institucionalizada, cuyas razones de índole práctico aparecían fundadas en los mitos. Es lo mismo que ocurre cuando hablamos de «canibalismo ritual» o de «antropofagia mística», dentro de cuyas consideraciones se excluyen las prácticas, sin duda reales, motivadas por razones límite y derivadas de una necesidad meramente supervivencial y biológica.
Elementos para una teoría de la construcción de lo sagrado. / Eliseo Ferrer incluye los contenidos de esta obra dentro del contexto que estableció el tránsito entre los cultos paleolíticos a los númenes animales («religión primaria») y los cultos mitológicos del Neolítico («religión secundaria»), en ese tiempo en que se produjo la revolución agrícola, seguida de la revolución urbana de los primeros cultivadores junto a las grandes cuencas fluviales. Se trata de contenidos que fueron en parte sugeridos en su libro Sacrificio y drama del Rey Sagrado (2021), pero que aquí amplía y reformula de cara, entre otros objetivos, a reforzar los elementos básicos de una teoría antropológica de la construcción de lo sagrado. Si bien, como el mismo autor reconoce, con el propósito más amplio de reconsiderar y volver al estudio de una serie de fenómenos socioculturales sometidos secularmente a interpretaciones teológicas e ideológicas, cuando no a todo tipo de prejuicios culturales y religiosos. Que es lo que sucede generalmente cuando hablamos de «sacrificios humanos», de «prostitución sagrada», de «canibalismo ritual» o de «expiación y redención en el mundo antiguo».
Eliseo Ferrer / Ateísmo y Materialismo Metodológico.Eliseo Ferrer
Carta a una católica contumaz.
Advierto a los especialistas que esta «Carta a una católica...» es un escrito bastante liviano con el que anuncié el año pasado un texto más elaborado, todavía pendiente, al objeto de explicar la metodología materialista que utilizo en mi teoría del cristianismo y en la búsqueda de las bases para una teoría de la construcción de lo sagrado. Ocurrió no obstante que, por un error de la persona encargada de la mecanografía, y dada la simplificación, se terminó diciendo lo contrario de lo que yo quería decir en la parte más importante del texto. Con esta reedición, corrijo ese gran error, ofrezco este nuevo texto y mantengo la promesa de un escrito más riguroso y detallado en este mismo sentido.
Entrevista a ELISEO FERRER, autor de SACRIFICIO Y DRAMA DEL REY SAGRADO (Por ...Eliseo Ferrer
Revista RELACIONES, nº 474 – Noviembre de 2023 / Montevideo (Uruguay).
Sobre el mito de Cristo: Entre los cultos mistéricos y el gnosticismo / Una construcción fruto de un proceso milenario que demanda la presencia de la antropología, de la protohistoria y de la historia antigua.
Cuatro intensas páginas en las que un materialista ateo habla a fondo del cristianismo, de la religión y de lo sagrado.
Ateos y libertarios elogian el libro de Eliseo Ferrer, «Sacrificio y drama de...Eliseo Ferrer
El año 2022 acabó con una gran noticia, ya que recibimos el número de verano de la prestigiosa revista libertaria LIBRE PENSAMIENTO, donde un escrito de su director, Jacinto Ceacero Cubillo, dedicaba tres extraordinarias páginas al libro de marras.
Adjuntamos PDF con estos comentarios de la revista LIBRE PENSAMIENTO.
Eliseo Ferrer identifica la Estrella de Belén con la tradición persa zoroastr...Eliseo Ferrer
En todas las culturas de la época, y muy particularmente en la tradición irania, la manifestación de la natividad del cosmocrátor-redentor aparecía dominada por las imágenes de la estrella, de la luz y de la gruta; influencias que se dejaron notar también en el seno de ciertas sectas del judaísmo. Según las tradiciones persas, por ejemplo, el xvarna que brillaba por encima de la montaña sagrada era el signo anunciador de la venida de Saoshyant, el redentor milagrosamente nacido de la simiente de Zaroastro y de una virgen.
Eliseo Ferrer / La Estrella de Oriente, paradigma de las influencias heleníst...Eliseo Ferrer
En todas las culturas de la época, y muy particularmente en la tradición irania, la manifestación de la natividad del cosmocrátor-redentor aparecía dominada por las imágenes de la estrella, de la luz y de la gruta; influencias que se dejaron notar también en el seno de ciertas sectas del judaísmo. Según las tradiciones persas, por ejemplo, el xvarna que brillaba por encima de la montaña sagrada era el signo anunciador de la venida de Saoshyant, el redentor milagrosamente nacido de la simiente de Zaroastro y de una virgen.
Eliseo Ferrer - Fraud and incompetence in research on the origins of Christia...Eliseo Ferrer
(Corrected and enlarged versión, With bibliographical references).
I believe that the secular influence of the theology and dogmatics of the Church (inherited, to a large extent, by the Lutheran reformers), as well as the ideology generated over eighteen centuries on the substratum of the New Testament, have led and They continue to lead in the XXI century to great errors of study and interpretation of the origins of Christianity. I present a twelve-point list of the errors that I consider the most important, and that surprise me the most and call my attention.
Eliseo Ferrer / Lo que ensañan los mitos. Su significado y su importante pap...Eliseo Ferrer
Las filosofías racionalistas y la teología de la Iglesia ocultaron a lo largo de dos mil años el verdadero significado de los mitos y la mitología antigua, para reducir su significado a aquello que, presentado como verdad aparente en un discurso, resultaba ser falso en realidad. En este sentido, un mito vendría determinado por el hecho través del cual se ofrecería realidad a algo o a alguien que carecería de ella. En este orden, el mito implicaba falsedad.
Pero los mitos y las mitologías de la prehistoria y el mundo antiguo fueron otra cosa muy diferente.
Eliseo Ferrer / About the fraudulent and sterile research on the origins of C...Eliseo Ferrer
I believe that the secular influence of the theology and dogmatics of the Church (inherited, to a large extent, by the Lutheran reformers), as well as the ideology generated over eighteen centuries on the substratum of the New Testament, have led and They continue to lead in the XXI century to great errors of study and interpretation of the origins of Christianity. I present a twelve-point list of the errors that I consider the most important, and that surprise me the most and call my attention.
Eliseo Ferrer / El Árbol Cósmico como Árbol Sagrado. Comunicación entre el ci...Eliseo Ferrer
De manera muy general, el «Árbol» estaba ubicado imaginariamente en el centro del mundo, en el omphalos griego, y se presentaba como el pilar central y sostén que sujetaba el universo: la columna Djed de los egipcios que se erguía como símbolo de renovación propiciado por la inundación de las aguas del Nilo. Se solía representar a través de su imagen universal y arquetípica, hundiendo sus raíces en la tierra y proyectando sus ramas verdes hacía el cielo; pero en ocasiones, como en el caso de la India antigua, aparecía como un árbol invertido, representando la creación en un sentido descendente. En este caso, sus semillas y raíces espirituales se encontraban en el cielo, y su tronco y sus ramas se proyectaban sobre el mundo, de la misma forma que los rayos del sol se desparraman sobre la superficie de la tierra.
Eliseo Ferrer / El arcaico simbolismo cósmico de la Cruz. (I. Signos y símbol...Eliseo Ferrer
El símbolo cristiano de la cruz, representación universal por antonomasia del mesianismo judío reformulado por la Iglesia de finales del siglo segundo, no fue usado hasta los siglos quinto y sexto de nuestra era; por lo que se convierte hoy en el signo que mejor expresa la permanente evolución de ideas, representaciones y creencias que contemplamos en el libro «Sacrificio y drama del Rey Sagrado». Pero la imagen la cruz y su simbolismo son tan viejos como el mundo y, a través de unos u otros significados, se hicieron presentes en casi todas las culturas de la historia antigua.
Eliseo Ferrer / La Cruz, emblema de la Resurrección inspirado por el Sol. (II...Eliseo Ferrer
Desde el nacimiento de las civilizaciones de Mesopotamia y Egipto, la cruz fue elevada sobre las manos de los sacerdotes babilonios y egipcios, lo mismo que sobre las manos de los reyes y los pontífices de la civilización romana, como símbolo de autoridad en tanto que representantes de la encarnación de un poder sagrado relacionado con el Sol. No hay que olvidar que, entre otros muchos restos arqueológicos, ya en el año 46 antes de nuestra era ciertas monedas romanas mostraban a Júpiter portando un largo cetro que terminaba, en lo alto, en forma de cruz.
Eliseo Ferrer / La Cruz como representación y esquema del Árbol Sagrado. (III...Eliseo Ferrer
La cruz fue identificada en las culturas antiguas con el Árbol Sagrado, el Árbol del Mundo, el Árbol Cósmico o Árbol de la Vida, cuya representación más conocida, además de la simbología bíblica, fue la del árbol Yggdrasil: la «Pértiga Sagrada» del tormento de Odín, sobre la que aparecía posada un águila; de igual manera que el quetzal aparecía encima de la cruz de Palenque o la paloma sobre la cruz de Cristo. «La Cruz-Árbol era el pivote del universo —según Joseph Campbell—, del que irradiaban las cuatro direcciones, que giraban como los radios de una rueda. Así también la cruz de Cristo fue representada simbólicamente como el centro de un mandala».
Eliseo Ferrer / La Cruz, el signo de la sangre del Cordero y la Serpiente mos...Eliseo Ferrer
Según la interpretación cristiana de los textos judíos, fue el signo de la cruz trazado con la sangre del cordero en las puertas de los israelitas de Egipto lo que liberó de la muerte a los primogénitos de Israel y convirtió el nuevo sacrificio en el nuevo motivo ritual de la nueva pascua. Y en esta misma línea fue como el cristianismo interpretó aquel pasaje de Números según el cual Yahvé envió al pueblo pecador «serpientes ardientes» que mordían a los habitantes de Israel. Tras el arrepentimiento de los pecadores, Yahvé ordenó a Moisés que hiciese una serpiente ardiente y la colocase en un palo en forma de cruz.
1891 - 14 de Julio - Rohrmann recibió una patente alemana (n° 64.209) para s...Champs Elysee Roldan
El concepto del cohete como plataforma de instrumentación científica de gran altitud tuvo sus precursores inmediatos en el trabajo de un francés y dos Alemanes a finales del siglo XIX.
Ludewig Rohrmann de Drauschwitz Alemania, concibió el cohete como un medio para tomar fotografías desde gran altura. Recibió una patente alemana para su aparato (n° 64.209) el 14 de julio de 1891.
En vista de la complejidad de su aparato fotográfico, es poco probable que su dispositivo haya llegado a desarrollarse con éxito. La cámara debía haber sido accionada por un mecanismo de reloj que accionaría el obturador y también posicionaría y retiraría los porta películas. También debía haber sido suspendido de un paracaídas en una articulación universal. Tanto el paracaídas como la cámara debían ser recuperados mediante un cable atado a ellos y desenganchado de un cabrestante durante el vuelo del cohete. Es difícil imaginar cómo un mecanismo así habría resistido las fuerzas del lanzamiento y la apertura del paracaídas.
La mycoplasmosis aviar es una enfermedad contagiosa de las aves causada por bacterias del género Mycoplasma. Esencialmente, afecta a aves como pollos, pavos y otras aves de corral, causando importantes pérdidas económicas en la industria avícola debido a la disminución en la producción de huevos y carne, así como a la mortalidad.
2. SACRIFICIOYDRAMADELREYSAGRADO
(Genealogía, antropología e historia del mito de Cristo)
Entrevista a su autor:
ELISEO FERRER
UN CRISTIANISMO JUDIO SIN JESUS DE NAZARET
«El Mesías-Cristo es un mito ancestral y arcaico reformulado por
las sectas del mesianismo apocalíptico y transformado por
el gnosticismo y por la Iglesia del siglo segundo».
A
finales de septiembre de
este año 2021 comenzó la
difusión del libro «Sacri-
ficio y drama del rey Sa-
grado», que contiene, según los especia-
listas y según el propio autor, una parti-
cular visión del cristianismo, de sus más
inmediatos antecedentes y de sus más
remotos orígenes. Una visión de Cristo
y del nacimiento de la Iglesia construida
con una metodología que huye tanto de las visiones
teológicas de los investigadores católicos y lutera-
nos, como de los planteamientos analíticos y abs-
tractos que usa comúnmente el mundo académico
contemporáneo. De tal manera que la teoría del
cristianismo que propone esta obra es la de un
variado conjunto de fenómenos y de referencias
culturales que, en clara y constante evolución, con-
fluyeron en un contexto cultural determinado: el
del judaísmo helenístico (y helenizado) de los
siglos anteriores y posteriores al cambio de era, y
anterior al judaísmo rabínico del siglo segundo.
Pero nadie mejor que su autor, Eliseo Ferrer, para
que nos explique los pormenores de la obra.
—¿Qué es y como definiría el libro «Sacrificio y
drama del Rey Sagrado»?
—En primer lugar, he de decir que el sintagma que
da título a la obra lo he tomado de Sir James G.
Frazer (quien puso nombre al ritual del «Sacrificio
del Rey Sagrado»), y he añadido el término «dra-
ma» porque el culto y los ritos de todas esas divini-
dades menores que morían y resucitaban incluían,
siempre e invariablemente, una representación dra-
mática cíclica y de carácter temporal: el
ritual del mito regenerador del cosmos
del que tanto habló Eliade, y que en el
cristianismo, a pesar de su historia line-
al, se traduce en el drama de la Pasión
de Cristo. De manera muy resumida,
puedo adelantar que, a lo largo de sus
ochocientas páginas, abordo la historia
y la evolución de dos mitos fundamen-
tales, que confluyeron, desde mi punto
de vista, en las cartas de Pablo de Tarso. Por una
parte, abordo el mito de la muerte y la resurrección
del rey divino, de dios o del hijo de dios o de la
diosa, desde los cultos neolíticos hasta los cultos
mistéricos y el nacimiento de la Iglesia católica en
la segunda mitad del siglo segundo. Y, por otro
lado, y de manera paralela, abordo la historia y la
evolución del mito del salvador de la tradición
indoirania, que se concretó de manera explícita y
con rasgos similares a la herencia cultural posterior,
en el Salvador mazdeísta de la religión de
Zoroastro (Saoshyant). Este mito de la tradición
indoirania no muere ni resucita; nos habla tan solo
del descenso a la tierra y el ascenso a los cielos del
salvador, el hijo de dios. Ambas tradiciones, la
zoroastriana y la mistérica, confluyeron de manera
sorprendente en las cartas de Pablo de Tarso; y digo
«de manera sorprendente» porque hay textos místi-
cos judíos del primitivo cristianismo (Evangelio
Gnóstico de Tomas, por ejemplo) que estuvieron
guiados por el mito del salvador zoroastriano de la
literatura apocalíptica de la época, y en los que
Jesús no moría ni resucitaba.
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3. —En la solapa de su libro se anuncia «un cris-
tianismo judío sin historia evangélica ni punto
cero». ¿No se trata de algo demasiado rupturis-
ta y comprometido?
—Bueno… Esto es una simplificación, en efecto.
Un eslogan que se le ocurrió al editor. Y, como toda
simplificación, no dice demasiado del contenido
del libro. Pero a mí no me pareció mal, ya que creo
que es algo así como una especie de tarjeta de visi-
ta: una invitación a entrar en un libro que es com-
pletamente diferente a todo lo que se ha escrito
sobre Cristo y el cristianismo hasta la fecha.
—¿Y por qué «judío»? Siempre se ha dicho que
los judíos fueron los que indujeron al asesinato
de Jesús.
—Mire, cualquier estudiante de historia o antropo-
logía de la religión sabe que no hay revelación; o,
cuando menos, no la hay en el sentido apriorístico
que le ofrece la teología. La «revelación», para la
ciencia, es algo que se da a posteriori y que brota de
la vida de los hombres. En este sentido, debo reco-
nocer que el cristianismo no nació en el Portal de
Belén ni tras la imaginaria muerte y resurrección
del hijo de dios. Como todo fenómeno espiritual y
religioso, el cristianismo fue fruto de un largo pro-
ceso de interacción del hombre con el medio; de un
largo proceso de concatenación de diferentes con-
textos culturales, y, en última instancia, de la elabo-
ración, reelaboración, corrección y enmienda de
innumerables textos surgidos de una tradición oral
anterior.
—Pero en algún momento debió manifestarse…
¿Cuáles fueron esos primeros signos de Cristo y
el cristianismo?
—Sí, efectivamente, si nos remitimos a los tex-
tos… Los términos «Cristo» y «cristianismo» son
los equivalentes judíos de «Mesías» y «mesia-
nismo».Yen el contexto judío prerrabínico de fina-
les del Segundo Templo las primeras referencias a
un Mesías-Cristo o a un mesianismo-cristianismo
de carácter celeste y espiritual las encontramos en
ciertos apócrifos judíos, en la literatura de Qumrán
y en primitivos textos de carácter gnóstico. Basta
citar apócrifos como el Libro de las Parábolas de
Henoc, IV Esdras, el Apocalipsis Siriaco de Baruc
o Los Salmos de Salomón y su Cristo Señor; el
Libro de Melquisedec, entre los textos de Qumrán,
o el texto protognóstico Las odas de salomón, en
las que aparecen claras referencias a la cruz y la
Virgen concibe también por obra del espíritu.
Luego, el cristianismo que conocemos se reafirmó
en las cartas de Pablo de Tarso, quien, a caballo
entre la apocalíptica y el misticismo judío protog-
nóstico, inspiró los textos evangélicos de Marción
y de los grandes maestros del gnosticismo. Y solo
muy tardíamente, a mediados del siglo segundo,
llegaron las cartas paulinas y «los cuatro evange-
lios» a la capital del imperio. Pero, volviendo a lo
esencial de su pregunta, he de recalcar que toda
esta complejidad obliga a cualquier investigador
honesto a abandonar ideas preconcebidas y a apli-
car métodos histórico-críticos de carácter textual,
holista y dialéctico, que implican siempre diferen-
tes niveles de referencias contextuales. Siempre he
insistido en mi aversión a los métodos analíticos sin
más y desprovistos de referencias históricas y con-
textuales... Para que me entienda todo el mundo: el
contexto en el que se escribieron las cartas de Pablo
de Tarso y posteriormente los evangelios fue un
contexto judaico de carácter enormemente hetero-
géneo, complejo y multiforme, en el que convivie-
ron, entre otras muchas tradiciones, las influencias
persas de la dominación aqueménida de Judea, la
literatura apocalíptica, las influencias de la literatu-
ra sapiencial judía, los antiguos hasideos, el farise-
ísmo, los sectarios de Qumrán y, en última instan-
cia, el medio-platonismo pre-gnóstico que cultiva-
ron algunos judíos de Alejandría. No hay fórmulas
estereotipadas ni clichés para explicar el judaísmo
prerrabínico y preeclesiástico en el que floreció el
mito espiritual del Mesías-Cristo. Hay que estudiar
a fondo los textos y sus contextos, y situar los evan-
gelios en el furgón de cola de la investigación, y no
al principio como se hace habitualmente.
—En efecto, en esa tarjeta de presentación de su
libro, que aparece en la solapa, usted rechaza
también la historia evangélica. ¿Por qué la teo-
ría del cristianismo que propone carece de his-
toria evangélica?
—Decir que los evangelios no fueron escritos con
intención de hacer crónica o historia es hoy un tópi-
co y una evidencia que nadie puede negar. Pero,
aun así, los funcionarios del mundo académico, no
digo ya los teólogos, los creyentes y los profesores
de las universidades católicas y protestantes, se afe-
rran a la literalidad de estos textos con la misma
energía con la que el barón de Münchhausen se
agarraba y se tiraba de los pelos para no caer en la
ciénaga. En esta literatura (magníficamente escrita,
por cierto) no hay historia referenciada directa o
indirectamente: hay simbolismo, metáfora, analo-
gía, parábola, etc. Hay midrash y pésher: interpre-
tación de textos judíos anteriores… Los textos que
hemos recibido de los cuatro evangelios canónicos,
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EntrEvista a ELisEO FErrEr / autOr dE «sacriFiciO y drama dEL rEy sagradO»
4. Eliseo Ferrer: “El «Jesús histórico» es una construcción ideológica del siglo
diecinueve creada por intelectuales alemanes y pastores protestantes «rebota-
dos» que abjuraron de la teología, pero que no pudieron
desembarazarse de la amable y sugestiva figura de Jesús.
Hoy en día, el «Jesús histórico» se ha convertido en un
tópico y en un lugar común de la «jesusología»; pero se
trata de una fórmula vacía y completamente ajena al ver-
dadero significado transcendente del mito. Un invento que
alimenta hoy toda una subcultura libresca de carácter
comercial y su detritus intelectual en las redes e internet.”
resultado de un largo proceso de dos siglos de
recomposición y manipulación de textos más anti-
guos, fueron, primera y fundamentalmente, textos
teológico-gnósticos desde la primera a la última
línea; que involucraban los significados del reden-
tor mistérico y los del salvador de Zoroastro. Y un
claro ejemplo de ello lo constituye el evangelio de
Marcos, el primero en el tiempo y del que copiaron
todos los demás. Desde el primer parágrafo de este
evangelio, lo que se anuncia no es una historia al
estilo de Tucídices ocurrida a la orilla del Jordán,
sino el mito del descenso a la tierra del espíritu, la
encarnación del hijo de dios y, a la postre, su muer-
te y resurrección. Es decir, la encarnación del espí-
ritu divino en un hombre, Josué-Jesús, cuyo único
referente lo encontraba el lector de esa época en la
figura veterotestamenteria del Josué-Jesús; quien,
camino de la Tierra Prometida, había atravesado el
Jordán, había elegido también doce discípulos y
había amontonado doce piedras como símbolo de
conmemoración.
—Según la leyenda de la solapa, su teoría del
cristianismo carece también de «punto cero».
¿A qué se refiere con ello?
—Ya lo he dicho. Me refiero a que no hubo revela-
ción, ni nacimiento virginal, ni muerte en la cruz, ni
resurrección, ni un Jesús identificable histórica-
mente... Hubo infinidad de símbolos enmarcados,
en líneas generales, en una antigua tradición plató-
nica recogida por el gnosticismo judeocristiano,
que hablaba en su relato de las emanaciones y del
descenso de ciertas entidades divinas (Ideas) a la
tierra: Sofía, Jesucristo, el Espíritu, etc. Y todo ello
fue resultado de un largo proceso cultural y religio-
so que implicaba también contextos anteriores,
como los representados por la religión de Zoroastro
y por los cultos mistéricos. La literatura evangélica
y su interpretación textual y al pie de la letra fue
algo muy tardío que trajo la Iglesia a finales del
siglo segundo porque los obispos nunca supieron
qué hacer con la compleja mitología del gnosticis-
mo.
—¿Eso quiere decir que Jesús no existió en rea-
lidad?
—Mire, hoy en día se habla mucho del «Jesús his-
tórico», efectivamente, pero ello dentro de una
visión muy poco histórica y muy teológica o, en su
defecto, heredada de la teología. Incluso, hay por
ahí gente que, atrapada en su círculo hermenéutico,
comete el monstruoso error metodológico de sepa-
rar y enfrentar la idea de un «Jesús histórico» y un
«Cristo de la fe». Esto, claro está, conlleva a todas
luces una petición de principio y supone un monu-
mental error metodológico que descalifica a quie-
nes proponen semejante barbaridad. No hay un
«Jesús histórico» y un «Cristo de la fe» por separa-
do… Hay un Jesús, un Cristo o un Jesucristo, como
lo quiera llamar, quien, desde una perspectiva emic,
fue el hijo de dios y el enviado para salvar al género
humano: el espíritu divino que se acercaba a los
hombres (se encarnaba en su interior) para hacerles
partícipes de la divinidad. La primera referencia de
humanización del mito la tenemos muy tardíamen-
te, en torno al año ciento cuarenta, en Hechos de los
Apóstoles, una obra de muy dudosa historicidad. Y,
luego, en Justino Mártir, justo a la mitad del siglo
segundo, quien habló en su Diálogo con Trifón de
un «maestro crucificado». Posteriormente, la teolo-
gía conciliar concibió a Jesucristo como «dios y
hombre verdadero», y con ello se dio satisfacción
de manera conjunta a las tesis de la escuela de
Antioquía (un maestro) y a las de la escuela de
Alejandría (un hijo de dios).
—Conclusión… ¿Entonces, Jesús existió o no
existió? ¿Cuál es su posición?
—Jesús existió y existe en la teología como hijo de
dios, quien, desde una perspectiva emic, desciende
cual espíritu divino en el Jordán para salvar a los
hombres. Yeoshúa (Jesús-Josué) existió como
construcción mítica de la mística judía helenizada,
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5. que, tras la destrucción del Templo de Jerusalén,
utilizó materiales literarios de aluvión para redactar
y reelaborar los textos de los evangelios. De lo que
sí puede estar segura es que el «Jesús histórico», tal
y como se concibe en la actualidad, no existió
jamás… De la misma forma que no existió «la
comunidad jesuánica»: la urgemeinde, tal y como
la conciben las iglesias luteranas. Aunque sería
largo y dificultoso entrar en detalles en este terreno,
créame si le digo que no hay una sola prueba que
avale semejante proposición de un «Jesús históri-
co», de una «comunidad jesuánica» o de un cristia-
nismo primitivo en estado de pureza. El «Jesús his-
tórico» es una construcción ideológica del siglo
diecinueve que crearon intelectuales alemanes y
pastores protestantes «rebotados» que abjuraron de
la teología, pero que no pudieron desembarazarse
de la amable y sugestiva figura de Jesús. Y un buen
ejemplo de ello lo constituyen las erróneas inter-
pretaciones del marxismo clásico sobre Jesús y el
cristianismo. Aun así, hoy en día, el sintagma
«Jesús histórico» y su erróneo significado se ha
universalizado; se ha convertido en un tópico y en
un lugar común de la «jesusología». Pero se trata
de una fórmula vacía y completamente ajena al ver-
dadero significado transcendente del mito. Un
invento, en definitiva, que alimenta hoy toda una
subcultura libresca de carácter comercial y su detri-
tus intelectual en las redes e internet.
—¿Podría resumir, entonces, quién o qué fue
Jesús, Cristo o Jesucristo?
—Jesús fue y es, ante todo, un mito, un hijo póstu-
mo del platonismo; una personalización de la idea
de salvación frente a la muerte irremediable: el vás-
tago del Bien, el hijo del Altísimo, el mediador
entre la tierra y el cielo… Entiéndame, Jesús es un
producto intelectual de la tradición platónica refor-
mulada por el judío Filón deAlejandría, por las car-
tas de Pablo de Tarso, por el gnosticismo de
Alejandría, por el Evangelio de Juan y por judaís-
mo helenizado de Jerusalén y de la diáspora siria.
De ahí que Nietzsche pudiera definir al cristianis-
mo como «un platonismo para el pueblo».
—¿Podemos considerar, en consecuencia, al
cristianismo como una variante del platonismo
de la época? ¿Cómo definiría, en pocas pala-
bras, a la religión creadora de la civilización
occidental y de la que, de una u otra manera,
participamos todos?
—En cierta medida, como digo, el cristianismo pri-
mitivo fue un producto del platonismo, porque eso
fueron el protognosticismo y el gnosticismo cristia-
no, de los que, se quiera o no se quiera, brotó la
Iglesia (católica) en la segunda mitad del siglo
segundo. Y en muy pocas palabras, como usted me
sugiere, yo me atrevería a definir la esencia del
cristianismo como la interpretación que la mística
judía platonizante (protognosticismo) hizo del
Mesías (Cristo) a través del Salvador de la religión
de Zoroastro y del Redentor de los cultos mistéri-
cos. Esto parece excesivo y muy atrevido, lo sé…
Pero no hay que olvidar que Jesús-Josué-Yehoshúa
fue también, según los textos gnósticos primitivos,
el prototipo del salvador zoroastriano que contenía
la literatura apocalíptica de la época. Es decir, era
el salvador que juzgaba a los vivos y a los muertos
el día del juicio final, o que, en su forma más evo-
lucionada (gnosis), descendía al mundo como ilu-
minador para mostrar la naturaleza divina de los
hombres; que a eso es a lo que se refiere la idea de
la encarnación del hijo de dios: el Cristo interior del
gnosticismo. Y además de todo ello, Jesús repre-
senta también, según las cartas de Pablo de Tarso,
las funciones y valores del redentor mistérico
(muerte-resurrección), en sintonía con los signifi-
cados anteriores del juez apocalíptico y del primiti-
vo salvador gnóstico. En Pablo de Tarso, la figura
resultante de estas diferentes tradiciones (el cristo
cósmico) moría y resucitaba en los ámbitos intem-
porales de la metafísica, de la misma forma que
morían y resucitaban las deidades de las religiones
mistéricas.
—En fin… Usted no es creyente.
—No soy creyente, en efecto. Soy ateo, a mi mane-
ra. Y no sé si con esta sugerencia pretende pregun-
tarme qué hago yo aquí, o cómo me he medido en
todo esto.
—En cierta medida, si; así es.
—Pues, mire usted, creo que éste es un campo de
investigación inagotable y apasionante, que en
pleno siglo veintiuno se encuentra completamente
inexplorado, dominado todavía por la teología y
por las más variopintas ideologías de los siglos die-
cinueve y veinte. Yo, simplemente, intento ser sin-
cero conmigo mismo y con mis lectores, a cuyo
objeto aplico mis métodos (antropológicos, históri-
co-críticos y textuales) con la misma actitud etic
con la que los geólogos estudian los estratos de la
corteza terrestre o los entomólo-
gos estudian a los insectos. o
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Sofía G. Orlowski
Deeplomatic R.
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EntrEvista a ELisEO FErrEr / autOr dE «sacriFiciO y drama dEL rEy sagradO»