SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 2
Era un 31 de diciembre como cualquier otro. Pablito estaba cenando en la quinta de su tío, junto con un
verdadero familión. Allí estaban los abuelos y abuelas, los primos y primas, los tíos y tías, y muchas otras
personas que no sabía exactamente qué parentesco tenían con él. Los más chicos jugaban y
correteaban, los más viejos se aposentaban en cómodos sillones, y el resto deambulaba por ahí, riendo,
charlando, bebiendo y comiendo. A lo lejos se escuchaba, cada tanto, algún petardo, y de cuando en
cuando alguna cañita voladora sobresaltaba a los distraídos.

Faltaba poco para las doce de la noche. Pablito jugaba y corría con el resto de los chicos, cuando vio una
figura que no le resultó familiar. Era un viejo, pero no estaba apoltronado en un sillón como los otros.
Estaba sentado allá lejos, solo, casi en el borde del enorme jardín, dando la espalda a la muchedumbre,
contemplando quién sabe qué.

Pablito se apartó de los otros chicos para aproximarse al anciano. Fue caminando despacito, casi con
miedo, hasta estar lo suficientemente cerca.

–¿Cómo te llamás? –le preguntó.
El viejo volteó y miró a Pablito con ojos cansados y una sonrisa tierna.

–Me llamo Dosmil Diez. ¿Y vos?
–Pablo.
–Gusto en conocerte, Pablo –dijo el viejo.

Los dos se quedaron mirándose un rato. Pablo con miles de preguntas en la cara, y el viejo, con
paciencia suficiente para responderlas a todas.
–¿Qué hacés acá? –disparó Pablo.
–Espero.
–¿Qué esperás?
–A que se hagan las doce.
–¿Para qué?
–Para irme.
–¿A dónde?
–No sé.

El chiquilín frenó la metralla de preguntas, pero sólo por un instante. Luego retomó con nuevos bríos.

–¿No te querés quedar para tirar cuetes?

El viejo rió con toda la energía que pudo (que no era mucha) y acarició a Pablito en la cabeza.

–Me gustaría, pero no puedo. Me tengo que ir para que pueda venir Dosmil Once.

El niño lo miró extrañado.
–¿Estás triste?
–¿Triste? No. ¿Por qué?
–Por que te vas, y no sabés a dónde.
–Ah, eso. No, al contrario. Me entusiasma no saber a dónde voy. Si supiera a dónde voy, mi viaje no
tendría ninguna emoción. Además ya hice mi parte, dí mi vuelta alrededor del sol –el viejo miró al gentío
que preparaba turrones y panes dulces, y arrimaba botellas de sidra y champagne a las mesas–. Me
acuerdo cuando recién llegué… la gente me recibió con grandes festejos, fuegos artificiales, bailes,
música … pero más que nada, muchas expectativas sobre lo que yo les podría llegar a traer. Ahora,
algunos me agradecen por las cosas buenas que les pasaron y otros me culpan por las malas. ¡Como si
yo tuviera algo que ver con unas y otras!

El anciano se llevó una mano a la frente, entrecerró los ojos y agitó la cabeza, resignado. Luego miró de
vuelta al pequeño.

–¿Y a vos, Pablito? ¿Cómo te trató este año viejo que ya se va?

Como única respuesta, Pablito se encogió de hombros, causando en el viejo una franca risotada.

–Pero qué pregunta la mía… si para ustedes, los chicos, el tiempo no existe. Mientras puedan jugar y
divertirse, nada les importa. Si al menos los grandes pudieran ser un poco más como ustedes…

El viejo vio que ya estaban descorchando las botellas y preparando los fuegos artificiales para el gran
recibimiento a Dosmil Once. Con algo de dificultad se puso de pie, agachándose luego para mirar al niño
a la cara.

–Ya me voy, Pablito. Gracias por acompañarme en este ratito. Seguro Dosmil Once te va a traer muchas
sorpresas agradables.

Pablito miró cómo el viejo se alejaba caminando despacio, perdiéndose en la oscuridad de la noche.

En cuanto no lo vio más, estalló el primer petardo. Dosmil Once habíallegado.

Más contenido relacionado

Destacado (13)

Nl 2009 eye
Nl 2009 eyeNl 2009 eye
Nl 2009 eye
 
Script
ScriptScript
Script
 
Slideshare/ normas que regulan la publicidad
Slideshare/ normas que regulan la publicidadSlideshare/ normas que regulan la publicidad
Slideshare/ normas que regulan la publicidad
 
Ficha enola holmes 3
Ficha enola holmes 3Ficha enola holmes 3
Ficha enola holmes 3
 
Writings of Ancient Egypt
Writings of Ancient EgyptWritings of Ancient Egypt
Writings of Ancient Egypt
 
Dónde buscar trabajo en internet
Dónde buscar trabajo en internetDónde buscar trabajo en internet
Dónde buscar trabajo en internet
 
Treinamento - Base de dados
Treinamento - Base de dadosTreinamento - Base de dados
Treinamento - Base de dados
 
The mental edge poster
The mental edge posterThe mental edge poster
The mental edge poster
 
PM 10-03-11_Teufelstrompeter, Dresdner Kapellsolisten, Nakariakov.pdf
PM 10-03-11_Teufelstrompeter, Dresdner Kapellsolisten, Nakariakov.pdfPM 10-03-11_Teufelstrompeter, Dresdner Kapellsolisten, Nakariakov.pdf
PM 10-03-11_Teufelstrompeter, Dresdner Kapellsolisten, Nakariakov.pdf
 
Espaco maravilhoso
Espaco maravilhosoEspaco maravilhoso
Espaco maravilhoso
 
Codex iuris-canonici po
Codex iuris-canonici poCodex iuris-canonici po
Codex iuris-canonici po
 
2012 01-02 misioneroadultos-ea
2012 01-02 misioneroadultos-ea2012 01-02 misioneroadultos-ea
2012 01-02 misioneroadultos-ea
 
Konzept Empfehlungscommunity ITbbb
Konzept Empfehlungscommunity ITbbbKonzept Empfehlungscommunity ITbbb
Konzept Empfehlungscommunity ITbbb
 

Similar a Era un 31 de diciembre como cualquier otro

Tras las huellas de alba hugo y nico elisabet benavent
Tras las huellas de alba hugo y nico   elisabet benaventTras las huellas de alba hugo y nico   elisabet benavent
Tras las huellas de alba hugo y nico elisabet benavent
vmmedellin
 
¿Viaje Imaginario?
¿Viaje Imaginario?¿Viaje Imaginario?
¿Viaje Imaginario?
Analy Melo
 
Benedetti, mario primavera con una esquina rota
Benedetti, mario   primavera con una esquina rotaBenedetti, mario   primavera con una esquina rota
Benedetti, mario primavera con una esquina rota
Clarita Cra
 
Juan sin movil 1 (1).pdf
Juan sin movil 1 (1).pdfJuan sin movil 1 (1).pdf
Juan sin movil 1 (1).pdf
Clara Quezada
 
La Muerte Y El Ajedrez (Audio) Sublime
La Muerte Y El Ajedrez (Audio) SublimeLa Muerte Y El Ajedrez (Audio) Sublime
La Muerte Y El Ajedrez (Audio) Sublime
manita
 
La Muerte Y El Ajedrez (Audio) Sublime
La Muerte Y El Ajedrez (Audio) SublimeLa Muerte Y El Ajedrez (Audio) Sublime
La Muerte Y El Ajedrez (Audio) Sublime
Mireia Buchaca
 
La muerte y el ajedrez
La muerte y el ajedrezLa muerte y el ajedrez
La muerte y el ajedrez
El del Alma
 

Similar a Era un 31 de diciembre como cualquier otro (20)

Un destello entre la noche...
Un destello entre la noche...Un destello entre la noche...
Un destello entre la noche...
 
Un destello entre la noche...
Un destello entre la noche...Un destello entre la noche...
Un destello entre la noche...
 
Tras las huellas de alba hugo y nico elisabet benavent
Tras las huellas de alba hugo y nico   elisabet benaventTras las huellas de alba hugo y nico   elisabet benavent
Tras las huellas de alba hugo y nico elisabet benavent
 
¿Viaje Imaginario?
¿Viaje Imaginario?¿Viaje Imaginario?
¿Viaje Imaginario?
 
Benedetti, mario primavera con una esquina rota
Benedetti, mario   primavera con una esquina rotaBenedetti, mario   primavera con una esquina rota
Benedetti, mario primavera con una esquina rota
 
El abuelo-mas-loco-del-mundo
El abuelo-mas-loco-del-mundoEl abuelo-mas-loco-del-mundo
El abuelo-mas-loco-del-mundo
 
Othelo
Othelo Othelo
Othelo
 
El primer beso
El primer besoEl primer beso
El primer beso
 
El primer beso
El primer besoEl primer beso
El primer beso
 
Lamuerteyelajedrezversion mag
Lamuerteyelajedrezversion magLamuerteyelajedrezversion mag
Lamuerteyelajedrezversion mag
 
El Reloj Invertido De Liebitz
El Reloj Invertido De LiebitzEl Reloj Invertido De Liebitz
El Reloj Invertido De Liebitz
 
Juan sin movil 1 (1).pdf
Juan sin movil 1 (1).pdfJuan sin movil 1 (1).pdf
Juan sin movil 1 (1).pdf
 
El Mejor Truco Del Abuelo
El Mejor Truco Del AbueloEl Mejor Truco Del Abuelo
El Mejor Truco Del Abuelo
 
La muerte y_el_ajedrez_(audio)_sublime
La muerte y_el_ajedrez_(audio)_sublimeLa muerte y_el_ajedrez_(audio)_sublime
La muerte y_el_ajedrez_(audio)_sublime
 
La Muerte Y El Ajedrez
La Muerte Y El AjedrezLa Muerte Y El Ajedrez
La Muerte Y El Ajedrez
 
La Muerte Y El Ajedrez
La Muerte Y El  AjedrezLa Muerte Y El  Ajedrez
La Muerte Y El Ajedrez
 
La Muerte Y El Ajedrez (Audio) Sublime
La Muerte Y El Ajedrez (Audio) SublimeLa Muerte Y El Ajedrez (Audio) Sublime
La Muerte Y El Ajedrez (Audio) Sublime
 
La Muerte Y El Ajedrez (Audio) Sublime
La Muerte Y El Ajedrez (Audio) SublimeLa Muerte Y El Ajedrez (Audio) Sublime
La Muerte Y El Ajedrez (Audio) Sublime
 
La muerte y el ajedrez
La muerte y el ajedrezLa muerte y el ajedrez
La muerte y el ajedrez
 
La muerte y_el_ajedrez_(audio)_sublime
La muerte y_el_ajedrez_(audio)_sublimeLa muerte y_el_ajedrez_(audio)_sublime
La muerte y_el_ajedrez_(audio)_sublime
 

Más de adelitadelrocio (6)

Cuento de melitos
Cuento de melitosCuento de melitos
Cuento de melitos
 
Pcga
PcgaPcga
Pcga
 
Democracia en america
Democracia en americaDemocracia en america
Democracia en america
 
Contabilidad
ContabilidadContabilidad
Contabilidad
 
Abrazos
AbrazosAbrazos
Abrazos
 
Asiesunamujer
AsiesunamujerAsiesunamujer
Asiesunamujer
 

Último

Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptx
Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptxRecuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptx
Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptx
jenune
 
disfrutando el tomar la cena del senor.pdf
disfrutando el tomar la cena del senor.pdfdisfrutando el tomar la cena del senor.pdf
disfrutando el tomar la cena del senor.pdf
welter4
 
Salmo 50 un salmo de mucha bendicion para todos
Salmo 50 un salmo de mucha bendicion para todosSalmo 50 un salmo de mucha bendicion para todos
Salmo 50 un salmo de mucha bendicion para todos
pregonerodejusticia2
 
Sanidad Interior y Liberacion libro de ayuda espiritual y emocional
Sanidad Interior y Liberacion libro de ayuda espiritual y emocionalSanidad Interior y Liberacion libro de ayuda espiritual y emocional
Sanidad Interior y Liberacion libro de ayuda espiritual y emocional
elianapereira284018
 
tratado-de-egguns70pag-130221102039-phpapp02 4.pdf
tratado-de-egguns70pag-130221102039-phpapp02 4.pdftratado-de-egguns70pag-130221102039-phpapp02 4.pdf
tratado-de-egguns70pag-130221102039-phpapp02 4.pdf
alexramires797
 

Último (19)

Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptx
Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptxRecuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptx
Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptx
 
disfrutando el tomar la cena del senor.pdf
disfrutando el tomar la cena del senor.pdfdisfrutando el tomar la cena del senor.pdf
disfrutando el tomar la cena del senor.pdf
 
"espiritu alma y cuerpo" 1 Tesalonicenses 5:23
"espiritu alma y cuerpo" 1 Tesalonicenses 5:23"espiritu alma y cuerpo" 1 Tesalonicenses 5:23
"espiritu alma y cuerpo" 1 Tesalonicenses 5:23
 
ADVOCACIONES MARIANAS EN AMÉRICA LATINA.ppt
ADVOCACIONES MARIANAS EN AMÉRICA LATINA.pptADVOCACIONES MARIANAS EN AMÉRICA LATINA.ppt
ADVOCACIONES MARIANAS EN AMÉRICA LATINA.ppt
 
Salmo 50 un salmo de mucha bendicion para todos
Salmo 50 un salmo de mucha bendicion para todosSalmo 50 un salmo de mucha bendicion para todos
Salmo 50 un salmo de mucha bendicion para todos
 
Sanidad Interior y Liberacion libro de ayuda espiritual y emocional
Sanidad Interior y Liberacion libro de ayuda espiritual y emocionalSanidad Interior y Liberacion libro de ayuda espiritual y emocional
Sanidad Interior y Liberacion libro de ayuda espiritual y emocional
 
Luisa de Marillac, cuidado de los galeotes
Luisa de Marillac, cuidado de los galeotesLuisa de Marillac, cuidado de los galeotes
Luisa de Marillac, cuidado de los galeotes
 
Luisa de Marillac y los niños abandonados
Luisa de Marillac y los niños abandonadosLuisa de Marillac y los niños abandonados
Luisa de Marillac y los niños abandonados
 
Marco_EMS.pdfjhhhgffrhhhjjjjjjhgffddddffg
Marco_EMS.pdfjhhhgffrhhhjjjjjjhgffddddffgMarco_EMS.pdfjhhhgffrhhhjjjjjjhgffddddffg
Marco_EMS.pdfjhhhgffrhhhjjjjjjhgffddddffg
 
Hora Santa reflexiva Por la mujer en su día.pdf
Hora Santa reflexiva Por la mujer en su día.pdfHora Santa reflexiva Por la mujer en su día.pdf
Hora Santa reflexiva Por la mujer en su día.pdf
 
Retiro de mayo #DesdeCasa (2024)
Retiro de mayo #DesdeCasa (2024)Retiro de mayo #DesdeCasa (2024)
Retiro de mayo #DesdeCasa (2024)
 
PRIMERA COMUNIÓN SANTA TERESITA 2024.pdf
PRIMERA COMUNIÓN SANTA TERESITA 2024.pdfPRIMERA COMUNIÓN SANTA TERESITA 2024.pdf
PRIMERA COMUNIÓN SANTA TERESITA 2024.pdf
 
tratado-de-egguns70pag-130221102039-phpapp02 4.pdf
tratado-de-egguns70pag-130221102039-phpapp02 4.pdftratado-de-egguns70pag-130221102039-phpapp02 4.pdf
tratado-de-egguns70pag-130221102039-phpapp02 4.pdf
 
CARTA de Dios para ti. Dios hablando contigo
CARTA  de Dios para ti. Dios hablando contigoCARTA  de Dios para ti. Dios hablando contigo
CARTA de Dios para ti. Dios hablando contigo
 
Luisa de Marillac y cuidado de las personas ancianas
Luisa de Marillac y cuidado de las personas ancianasLuisa de Marillac y cuidado de las personas ancianas
Luisa de Marillac y cuidado de las personas ancianas
 
GUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO, tamaño cuartilla A5 .pdf
GUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO, tamaño cuartilla A5 .pdfGUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO, tamaño cuartilla A5 .pdf
GUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO, tamaño cuartilla A5 .pdf
 
Luisa de Marillac: cuidado de los enfermos pobres
Luisa de Marillac: cuidado de los enfermos pobresLuisa de Marillac: cuidado de los enfermos pobres
Luisa de Marillac: cuidado de los enfermos pobres
 
Guadalupe Ortiz de Landázuri, biografía ilustrada
Guadalupe Ortiz de Landázuri, biografía ilustrada  Guadalupe Ortiz de Landázuri, biografía ilustrada
Guadalupe Ortiz de Landázuri, biografía ilustrada
 
Luisa de Marillac y la educación de las niñas pobres
Luisa de Marillac y la educación de las niñas pobresLuisa de Marillac y la educación de las niñas pobres
Luisa de Marillac y la educación de las niñas pobres
 

Era un 31 de diciembre como cualquier otro

  • 1. Era un 31 de diciembre como cualquier otro. Pablito estaba cenando en la quinta de su tío, junto con un verdadero familión. Allí estaban los abuelos y abuelas, los primos y primas, los tíos y tías, y muchas otras personas que no sabía exactamente qué parentesco tenían con él. Los más chicos jugaban y correteaban, los más viejos se aposentaban en cómodos sillones, y el resto deambulaba por ahí, riendo, charlando, bebiendo y comiendo. A lo lejos se escuchaba, cada tanto, algún petardo, y de cuando en cuando alguna cañita voladora sobresaltaba a los distraídos. Faltaba poco para las doce de la noche. Pablito jugaba y corría con el resto de los chicos, cuando vio una figura que no le resultó familiar. Era un viejo, pero no estaba apoltronado en un sillón como los otros. Estaba sentado allá lejos, solo, casi en el borde del enorme jardín, dando la espalda a la muchedumbre, contemplando quién sabe qué. Pablito se apartó de los otros chicos para aproximarse al anciano. Fue caminando despacito, casi con miedo, hasta estar lo suficientemente cerca. –¿Cómo te llamás? –le preguntó. El viejo volteó y miró a Pablito con ojos cansados y una sonrisa tierna. –Me llamo Dosmil Diez. ¿Y vos? –Pablo. –Gusto en conocerte, Pablo –dijo el viejo. Los dos se quedaron mirándose un rato. Pablo con miles de preguntas en la cara, y el viejo, con paciencia suficiente para responderlas a todas. –¿Qué hacés acá? –disparó Pablo. –Espero. –¿Qué esperás? –A que se hagan las doce. –¿Para qué? –Para irme. –¿A dónde? –No sé. El chiquilín frenó la metralla de preguntas, pero sólo por un instante. Luego retomó con nuevos bríos. –¿No te querés quedar para tirar cuetes? El viejo rió con toda la energía que pudo (que no era mucha) y acarició a Pablito en la cabeza. –Me gustaría, pero no puedo. Me tengo que ir para que pueda venir Dosmil Once. El niño lo miró extrañado.
  • 2. –¿Estás triste? –¿Triste? No. ¿Por qué? –Por que te vas, y no sabés a dónde. –Ah, eso. No, al contrario. Me entusiasma no saber a dónde voy. Si supiera a dónde voy, mi viaje no tendría ninguna emoción. Además ya hice mi parte, dí mi vuelta alrededor del sol –el viejo miró al gentío que preparaba turrones y panes dulces, y arrimaba botellas de sidra y champagne a las mesas–. Me acuerdo cuando recién llegué… la gente me recibió con grandes festejos, fuegos artificiales, bailes, música … pero más que nada, muchas expectativas sobre lo que yo les podría llegar a traer. Ahora, algunos me agradecen por las cosas buenas que les pasaron y otros me culpan por las malas. ¡Como si yo tuviera algo que ver con unas y otras! El anciano se llevó una mano a la frente, entrecerró los ojos y agitó la cabeza, resignado. Luego miró de vuelta al pequeño. –¿Y a vos, Pablito? ¿Cómo te trató este año viejo que ya se va? Como única respuesta, Pablito se encogió de hombros, causando en el viejo una franca risotada. –Pero qué pregunta la mía… si para ustedes, los chicos, el tiempo no existe. Mientras puedan jugar y divertirse, nada les importa. Si al menos los grandes pudieran ser un poco más como ustedes… El viejo vio que ya estaban descorchando las botellas y preparando los fuegos artificiales para el gran recibimiento a Dosmil Once. Con algo de dificultad se puso de pie, agachándose luego para mirar al niño a la cara. –Ya me voy, Pablito. Gracias por acompañarme en este ratito. Seguro Dosmil Once te va a traer muchas sorpresas agradables. Pablito miró cómo el viejo se alejaba caminando despacio, perdiéndose en la oscuridad de la noche. En cuanto no lo vio más, estalló el primer petardo. Dosmil Once habíallegado.