2. Erich Mendelsohn nació en la localidad de Allestein, en Prusia
Oriental (hoy perteneciente a Polonia y conocida como
Olsztyn), el 21 de marzo de 1887. Su madre era sombrerera y
su padre comerciante. Tuvieron seis hijos, de los que Erich
fue el quinto. Como era de esperar por el ambiente familiar, su
formación fue dirigida hacia las Ciencias Económicas,
ingresando en 1906 en la Universidad de Múnich. Sin
embargo, dos años después, se decantará por la Arquitectura,
incorporándose a la Universidad Técnica de Berlín. Otros dos
años será el período que permanecerá en Berlín, retornando
a Múnich para finalizar allí sus estudios durante 1912. En esta
última etapa de su formación arquitectónica recibe la gran
influencia del maestro Theodor Fisher.
3. El ambiente cultural y artístico del Múnich de
principios del siglo XX rivalizaba con los de las
grandes capitales europeas de la cultura, como
París, Amsterdam o Viena. Mendelsohn, que
frecuenta recién graduado los ambientes
progresistas de Múnich, entra en contacto con el
grupo de artistas expresionistas Blaue
Reiter (Jinete Azul), que fundasen Wassily
Kandinsky y Franz Marc en 1911. Su acercamiento
al expresionismo le llevará a adoptar ese lenguaje
artístico durante más de una década en su
ejercicio profesional.
4. Uno de los hechos más curiosos de Erich Mendelsohn es que tras su
graduación no pasó por el estudio de ningún arquitecto de la época, sino
que decidió abrir inmediatamente su propio estudio. De todas formas, en
1914 Europa se sume en el desastre de la Primera Guerra Mundial.
Mendelsohn, con graves problemas de visión desde joven (de hecho
perderá la visión de un ojo poco después) se plantea su situación personal
ante la contienda, pues su más que posible reclutamiento forzoso en
infantería supondría un suicidio. Así, en 1915 se producen dos de los
acontecimientos más trascendentales de su vida. Contrae matrimonio con la
violonchelista Luise Maas y se decide a trasladarse de nuevo a Berlín
donde se incorpora como voluntario al cuerpo de ingenieros del ejército. En
Berlín, nadie lo conoce como arquitecto, por lo que pasa desapercibido
durante un tiempo. Su débil vista le libera de muchas ocupaciones militares
y le permite seguir adelante con su vida. Su hija nacerá en 1916. En 1917,
sin embargo, es trasladado al frente ruso, para ser transferido en 1918 al
frente oeste, donde vivirá la primera derrota "definitiva" de Alemania.
5. Mendelsohn dedicaba su tiempo libre en los
frentes bélicos al trazado; bien en un
cuaderno de apuntes, bien en las propias
cartas que enviaba a su mujer; de sus
famosos croquis de edificios imaginarios.
Entre ellos, del observatorio solar que su
amigo de actividades musicales, Freundlich,
le había comentado que se proponía
construir para demostrar la teoría de Albert
Einstein.
6. Sus edificios imaginarios, con un claro lenguaje expresionista,
pretendían transmitir a quien los observase un gran conjunto de
emociones. Se liberaban de las formas y las proporciones clásicas,
y de las líneas rectas. Los nuevos materiales; hormigón y acero;
permitían que sus estructuras monolíticas, curvas y vueltas sobre sí
mismas, encerrasen espacios habitables al mismo tiempo que
generaban en su exterior un marco formal para la nueva ciudad... Es
bastante evidente la relación entre las concepciones y el lenguaje
arquitectónico de Erich Mendelsohn con los de Borromini y Gaudí.
Admiraba la obra de estos inmensos maestros profundamente.
También es bastante evidente que Erich Mendelsohn se alejaba
bastante de los postulados del Movimiento Moderno. Le parecían
excesivamente rígidos para desarrollar su lenguaje y expresar las
emociones que él pensaba que la nueva arquitectura debería
transmitir.