1. La Administración
Española durante el
Siglo XVIII
1. BAENA DEL ALCAZAR, Mariano (1988), “El proceso histórico
de formación de la Administración Española Actual”, en Curso
de Ciencia de la Administración. Volumen I. Segunda edición.
Madrid, Técnos, pp. 175-185.
2. CARRETERO, Anselmo (1994), “La España del siglo XIX”, en
El Antiguo Reino de Léon (País Leonés). Madrid, Centro de
Estudios Constitucionales, pp. 641-697.
3. LARRA, Mariano (1837), Colección de artículos dramáticos,
literarios, políticos y de costumbres. Segunda edición. Tomo I.
Madrid, Imprenta de los Hijos de Dª Catalina Piñuela. Deben
trabajarse los siguientes 2 artículos:
- Vuelva usted mañana. Pp. 42-54
- En este país. Pp. 84-92
ESTEFANÍA MINGUELA GARZA
Historia de la Administración
Curso 2008/2009
2. INDICE
1. Introducción
2. Política, Sociedad y Administración Pública en el Siglo XIX (principales
reformas en la Administración Pública y reformistas).
a. Enuncia cuáles son los aspectos de la historia política y social del siglo XIX que
más afectaron a la Administración Pública española, y explica por qué.
b. Realiza un cuadro sinóptico que incluya el nombre de las principales personas
que intervinieron en las reformas administrativas, y explica qué aportaron a las
mismas, y por qué dichas reformas y su aportación fueron importantes.
c. El mapa territorial español: realiza un cuadro en que se incluyan los diversos
periodos históricos y la división territorial del España (qué regiones y/o
provincias existían en cada momento) hasta llegar a la Constitución de 1978.
d. Cuál fue la aportación de Javier de Burgos a la división territorial de España.
Explica en qué criterios se apoyó para realizar la reforma del mapa territorial
español.
e. Describe brevemente la situación en que se encontraban los municipios durante
el siglo XIX y qué reformas o intentos de ellas hubo respecto de ellos.
3. El diagnóstico del estado de la Administración y de la sociedad española
según Larra.
a. A través de los dos artículos de LARRA explica cuál es el diagnóstico de la
situación de la Administración en nuestro país, así como sus posibles causas.
b.A través de los dos artículos de LARRA explica brevemente cuál es el estado de
ánimo de la sociedad española de la época, cómo lo justifica el autor (aunque no lo
cite expresamente) y las posibilidades de evolución.
3. INTRODUCCIÓN
El siglo XIX fue en España una época de grandes cambios sociales, políticos,
económicos y culturales, en la que además se produjeron acontecimientos muy
destacados (guerra de independencia, guerras civiles, motines, constituciones políticas,
etc.). Todo lo ocurrido aquí es, en parte, consecuencia de tres hechos internacionales: la
Revolución francesa, el desarrollo industrial, y las formulaciones teóricas de la lucha de
clases.
El crecimiento demográfico en el conjunto de España en esta época fue bastante
destacado. Además, en este siglo, aumentaron la producción agrícola y la explotación de
otros recursos económicos.
Al final del siglo XIX, España era un país agrario, basado en el vino y el trigo.
La concentración de tierra en los latifundistas siguió tras la Restauración, pues siguieron
pasando a propiedad privada tierras de los municipios y comunidades. En la última
década, fue muy importante el proteccionismo ya que, del modelo colonial, se empieza
a pasar a un modelo nacional. La industria, especialmente destacada en Cataluña y
Vizcaya, se vio influida por la pérdida del mercado colonial.
También se produce en esta época un entronque entre las familias de la nobleza
terrateniente y las de la rica burguesía industrial, que copan la clase dominante. Por
debajo de ellos, están la burguesía media rural y la industrial, menos numerosa, y aún
más abajo la pequeña clase media (pequeños comerciantes y artesanos, funcionarios,
labradores, etc.). La base más amplia, sin embargo, son los millones de trabajadores del
campo sin propiedad, los obreros de minas e industrias, y el servicio doméstico. Todos
ellos vivían en la miseria, separados por un abismo de las oligarquías dominantes.
A través de las siguientes preguntas, podemos hacernos una idea general de los
acontecimientos más destacados a nivel político y, sobre todo, en el ámbito de la
Administración pública.
4. a) Enuncia cuáles son los aspectos de la historia política y social del siglo XIX que
más afectaron a la Administración Pública española, y explica por qué.
Podemos hablar de varios acontecimientos en el siglo XIX que influyeron sobre
la Administración Pública:
1. La Guerra de Independencia (1808-1812)
2. Las Cortes de Cádiz (1810-1812)
3. La Restauración absolutista (1814-1833)
4. Las guerras carlistas
5. El reinado de Isabel II (1833-1868)
6. La revolución de 1868
7. La Restauración de Canovas (1875-1902)
En primer lugar, en cuanto a lo que afecta a la Administración durante la Guerra
de Independencia, hay que hablar de las Juntas, nuevos poderes políticos que se
formaron con apoyo popular ante el odio al invasor y la falta de respuesta por parte de
las autoridades oficiales. Estas Juntas quedaron establecidas en trece de carácter
provincial, y asumieron la soberanía en nombre del pueblo, lo que les llevó a
actuaciones como decretar impuestos, organizar la administración, o movilizar las
tropas. Con el tiempo, trataron de constituir una Junta Suprema con poder nacional y
delegación de las provincias, que se reuniría por primera vez en Aranjuez en septiembre
de 1808. Esta Junta, entre otras muchas actividades, suprimió instituciones seculares,
creando en su lugar un Consejo y Tribunal Supremo de España e Indias. Continuando
con esta línea, en la Constitución de 1812 se establecía la existencia de Siete Secretarías
de Despacho, destacando las de Gobernación (una para Indias y otra para España).
Además, tanto esta Constitución como la de 1810 tomaron medidas importantes en
materia de organización y funcionarios (ej. Supresión de la venta de Oficios, división de
las Secretarías por competencias, etc.).
El segundo acontecimiento citado, las Cortes de Cádiz, fueron convocadas por la
Junta Central con la intención de que los representantes de la Nación, reunidos en
cámara única, restableciesen y mejorasen la Constitución. Estas Cortes continúan con el
proceso de centralización y unitarismo en la Administración que habían comenzado los
Borbones tomando como modelo la Francia jacobina y napoleónica. Este modelo vino
acompañado, en lo administrativo, por una reforma que propició la división en las
actuales provincias (cuestión explicada en una pregunta posterior).
La Restauración absolutista, en tercer lugar, supone la vuelta a todo lo anterior,
incluidos los Consejos y Secretarías de Despacho que existían en 1808. Se anulan la
Constitución de 1812 y todas sus derivaciones y España vive bajo una reacción
absolutista, salvo durante el trienio liberal (1820-1823), en que se aplican algunas
medidas adoptadas en 1812. En este periodo, ante la falta de apoyo constitucional, se
restituyen los Consejos Reales, la Inquisición, el régimen señorial, y los bienes del
clero. Además, aparece un Consejo de Ministros presidido por el Rey que se suprimió
en 1825 pero se restableció al año siguiente.
En cuarto lugar, hay que hacer mención a un acontecimiento que, a partir
del reinado de Isabel II, será constante y frecuente en España: las guerras carlistas.
Comenzadas por quienes defendían que reinase Carlos María Isidro (hermano del rey)
en vez de Isabel, se sitúan dentro del proceso de revolución y contrarrevolución
asociado a la invasión napoleónica. Defensores de los fueros y el respeto a las lenguas
vernáculas, los carlistas tuvieron fuerza sobre todo en País Vasco y Navarra. Las
guerras carlistas fueron muy feroces, pues en ellas se descargaron odios acumulados
5. sobre el adversario. El carlismo se mantuvo en parte gracias a los fallos de sus
enemigos, pues para muchos significaba la única respuesta al centralismo de los
liberales.
A continuación, durante el reinado de Isabel II podemos destacar la
llamada “década increíble de la Administración Española”, en la que se llevaron a cabo
numerosas medidas, como la separación definitiva de las competencias administrativas
y judiciales, la creación de los Subsecretarios en todos los Departamentos, la reforma
tributaria de Alejandro Mon, la creación del Consejo Real y los Consejos provinciales,
o el desarrollo del régimen local. Durante el resto del reinado, las medidas que se llevan
a cabo son menos importantes, pero podemos mencionar, entre otras, la creación en
1847 de un Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas, o la nueva
estructuración del Ministerio de Hacienda.
El reinado de Isabel II termina con la Revolución de 1868, con la que
empieza un sexenio democrático en que el gobierno pretendía un cambio progresista. En
1869, se eligieron cortes constituyentes, y estas acordaron que España fuese una
monarquía constitucional. Por su inestabilidad, se acabó formando la Primera
República, en la que destacan los intentos de democratizar la administración pública de
Pi y Margall. Finalmente, y ante las dificultades de los gobiernos republicanos, el 4 de
abril de 1874 el general Pavía puso fin a la Primera República.
El último periodo mencionado, la Restauración, llegó tras un
pronunciamiento militar de Martínez Campos, que supuso la proclamación de Alfonso
XII y la puesta de Canovas del Castilla al frente del nuevo gobierno. En junio de 1876,
Alfonso XII promulgó una nueva Constitución de larga duración que se apoyaba en el
modelo inglés para establecer alternancia de partidos entre el conservador de Cánovas y
el liberal de Mateo Sagasti, sistema efectivo gracias al caciquismo que dominaba la
política comarcal. En el campo de la Administración, podemos mencionar las
Reorganizaciones en las Direcciones Generales por la necesidad de reducir el gasto
público, la creación de nuevos Departamentos en los ministerios, y sobre todo el
Estatuto de los funcionarios públicos que ve la luz en 1918.
6. b) Realiza un cuadro sinóptico que incluya el nombre de las principales
personas que intervinieron en las reformas administrativas, y explica qué
aportaron a las mismas, y por qué dichas reformas y su aportación fueron
importantes.
1. López Ballesteros
Implanta la elaboración Se aprueba una nueva
de presupuestos organización
2. Martínez de la Rosa 1834
Crea Subsecretarios en todos Establece definitiva
conexión entre Ministerios
los Departamentos
y Direcciones Generales
3. Alejandro Mon Reforma tributaria (1843)
Reformadores 4. Javier de Burgos Reforma organización territorial (1833)
s. XIX
5. Bravo Murillo 1852
Crea categorías de la carrera Cesante: funcionarios
administrativa en función de pueden ser cesados de su
las que se remunera a los puesto al cambiar el
funcionarios gobierno o el régimen
Intentos de reforma para acabar
6. Sánchez de Toca, Silvela y Maura
con caciquismo
Intenta democratizar administración
7. Pi y Margall
pública
7. c) El mapa territorial español: realiza un cuadro en que se incluyan los diversos
periodos históricos y la división territorial del España (qué regiones y/o provincias
existían en cada momento) hasta llegar a la Constitución de 1978.
1. Finales reinado Carlos II
Provincias: Galicia, León, Toro, Zamora, Salamanca, Valladolid, Palencia,
Burgos, Soria, Segovia, Ávila, Madrid, Guadalajara, Cuenca, Toledo, La
Mancha (Ciudad Real), Extremadura, Vizcaya, Álava, Guipúzcoa, Navarra,
Aragón, Cataluña, Valencia, Islas Baleares, Murcia, Sevilla, Córdoba, Jaén,
Granada, y las Islas Canarias. Todas enmarcadas, a su vez, dentro de las
regiones históricas existentes (reino de Galicia, reino de León, Castilla la
Vieja, Castilla la Nueva, etc.).
Respeto de límites geográficos de la mayoría de antiguos reinos, estados, o
regiones históricas de España.
1799: separación de Asturias y León
1812-1813: reformas y proyectos con fines homogeneizadores.
2. 1833: Reforma de Javier de Burgos (división territorial en provincias)
Respeto de los límites regionales de Galicia y división en cuatro provincias.
Respeto del contorno de Cataluña, dividido también en cuatro provincias.
Mantenimiento de los límites de Aragón, que queda dividido en tres
provincias; Valencia dividido también en tres provincias.
Extremadura dividido en dos provincias.
Continuación histórica del antiguo reino de Murcia en las provincias de
Albacete y Murcia.
Respeto en Andalucía de los límites de la región y de los cuatro reinos
tradicionales de Sevilla (dividido en Huelva, Sevilla y Cádiz), Córdoba, Jaén
y Granada (dividido en Málaga, Granada y Almería).
Provincias vascas, Asturias y Navarra se conservan como uniprovinciales,
División
territorial igual que archipiélagos de Baleares y Canarias.
Segovia y parte de Guadalajara son agregadas a Madrid.
Creación de provincias de Santander y Logroño por división de la antigua
provincia de Burgos.
País Leonés: se deja fuera la comarca del Liébana (muy importante en la Alta
Edad Media) que pasa a la provincia de Palencia; pueblos lindantes con Ávila
y Segovia pasan a Valladolid.
Requena y Utiel pasan de Cuenca a Valencia (época posterior)
Archipiélago canario dividido en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz
de Tenerife (durante la dictadura de Primo de Rivera).
3. 29 de septiembre de 1847: Real Decreto de Escosura
Organización de la gobernación en once gobiernos generales o regionales
Castilla la Vieja abarcaba las provincias de Oviedo, León, Zamora,
Salamanca, Valladolid, Palencia y Ávila.
Burgos comprendía Santander, Burgos, Logroño y Soria.
Segovia quedaba adscrita a Castilla la Nueva.
4. 1833-1978:
Antiguos reinos o regiones históricas no tuvieron personalidad política ni
administrativa; Provincias siguen criterio uniformista y centralizador.
División del Instituto Geográfico y Estadístico: Galicia, Asturias, León (León,
Zamora, Salamanca, Valladolid y Palencia), Castilla la Vieja (Santander,
Burgos, Logroño, Soria, Segovia y Ávila), Provincias Vascongadas, Navarra,
Aragón, Cataluña, Extremadura, Valencia, Andalucía, Murcia, Islas Baleares,
e Islas Canarias
8. d) Cuál fue la aportación de Javier de Burgos a la división territorial de España.
Explica en qué criterios se apoyó para realizar la reforma del mapa territorial
español.
Una de las medidas más importantes llevadas a cabo en el siglo XIX fue, sin
lugar a dudas, la ya comentada reforma de la organización territorial realizada por el
Ministro Javier de Burgos en 1833. A través de ella, establece la definitiva división de
España en 49 provincias, que además designa como el marco adecuado para el
desarrollo económico, y que durante este siglo estuvieron regidas por un Gobernador y
por la Diputación.
Pese a lo que se dice, la división provincial de Javier de Burgos solo está basada
en los departamentos franceses en parte. La división de Francia responde a criterios
tanto geográficos como administrativos y basa sus límites en la geografía física, pero la
de España no se ha atenido a la geografía física, sino que ha respetado los límites
establecidos por la histórica. Por tanto, las coincidencias se dan solo en el carácter
político y administrativo, en cuanto que los dos países buscan la uniformidad y el
centralismo y, si se respetaron algunos particularismos tradicionales (provincias vascas
y Navarra) fue para evitar conflictos mayores. La España una y uniforme es,
efectivamente, copia de la Francia una e indivisible, que elimina las posibilidades
federalistas desde la región.
Aunque la disposición gubernamental que estableció la división solo tiene
jerarquía de real decreto (baja) y son muy numerosos los acontecimientos vividos en
España (guerra civil, revoluciones, cambios de régimen, etc.), la división provincial de
Javier de Burgos sigue vigente como si fuera algo constitucional.
e) Describe brevemente la situación en que se encontraban los municipios durante
el siglo XIX y qué reformas o intentos de ellas hubo respecto de ellos.
En cuanto a la situación de los municipios en esta época, podemos mencionar
varios momentos importantes:
1. En la primera parte del siglo, coincidente con la
Guerra de Independencia y las Cortes de Cádiz, se instaura un control de las autoridades
locales por parte del poder central.
2. Durante el Trienio Constitucional, el Alcalde pasa a
configurarse como la primera autoridad administrativa de los Ayuntamientos,
manteniendo sus funciones judiciales.
3. Ya en el reinado de Isabel II, en el año 1833 además
de la división territorial es importante de cara a la Administración loca la implantación
de los municipios constitucionales. Sin embargo, este desarrollo del régimen local
llevará a dos problemas de gran importancia: la ineludible necesidad de reducir el
número de municipios, y el paso de la centralización a la descentralización.
4. En la última etapa, la Restauración canovista, el
municipio atraviesa una situación crítica. La Ley de 1877 retrocede en aspectos
descentralizadores y sienta a su vez, la bases del caciquismo, fenómeno que tiene fuerza
a nivel local pero no en las grandes ciudades y núcleos urbanos.
9. a) A través de los dos artículos de Larra, explica cuál es el diagnóstico de la
situación de la Administración en nuestro país, así como sus posibles causas.
La vida de Larra viene marcado por cambios políticos (paso del Antiguo
Régimen a un marco moderno constitucional), sociales (valores caducos se sustituyen
por ideales de progreso y libertad), y culturales (se renuncia a un arte de formas externas
para centrarse en una expresión artística que difunda verdades existenciales). Se trata,
en definitiva y como hemos visto en la primera parte del trabajo, de un momento
histórico inestable, con continuos cambios y revoluciones. Larra denuncia, a través de
sus obras, un panorama que, a su entender, es desolador: plantea que el problema es más
político que cultural o económico y, por ello, el cambio que necesita España es un
cambio colectiva; la sociedad debe luchar por una evolución intelectual que le ponga a
la altura de las naciones más adelantadas, y no conformarse como ha venido haciendo.
El autor critica abiertamente los vicios que, según él, impedían el progreso y desarrollo
de la sociedad en todos sus sentidos.
Larra define mejor que nadie el ambiente en el que vive: “Este es un país
anquilosado, donde las gentes se han abandonado a la desidia y a la jactancia
patriótica. La pereza endémica está por encima de todas las cosas”. A través de sus
textos, intenta defender e invocar a la libertad, a través de personajes de carne y hueso
que tienen problemas propios de la época. Además, en sus obras queda de manifiesto el
intento (sin frutos) de intervenir en la política del país y llegar a tener un puesto en
Cortes como forma de cooperar a esos deseos de cambio que manifiesta.
Toda la obra de Larra está caracterizada, como venimos diciendo, por una
actitud crítica apoyada en una aguda y certera descripción de la situación que observa a
su alrededor, precisamente esa que quiere cambiar. A través del análisis de la sociedad,
pretende convencer a los españoles para que cambien y, así, puedan lograr un progreso
y una mejora.
La situación de la Administración española es, a entender de Larra, reflejo
perfecto de todo lo dicho. La pereza, como vicio característico español, supone el
principal motivo del atraso en que vive en el país, que en la Administración se traduce
en problemas como la inoperancia o la burocratización. En Vuelva usted mañana Larra
concluye el artículo con una discusión con hombre que piensa que el susodicho
extranjero no tenía derecho ni se merecía montar es negocio, contra la opinión del autor
que piensa que eso contribuiría a mejorar el país, es decir, nuevamente se muestra
optimista en cuanto a que los españoles pueden salir de la mala situación en que viven,
si bien en este caso apunta a que ideas provenientes de otros países podrían contribuir a
ese progreso.
b) A través de los dos artículos de LARRA explica brevemente cuál es el estado de
ánimo de la sociedad española de la época, cómo lo justifica el autor (aunque no lo
cite expresamente) y las posibilidades de evolución.
Centrándonos en el texto En este país, podemos ver que el personaje de Don
Periquito es un joven bastante ignorante y perezoso que atribuye todas sus desgracias y
defectos a cosas de España, si bien como hemos repetido la ignorancia y la pereza son
atributos que Larra emplea para describir a la sociedad española.
Lo que el artículo viene a expresar es que el pueblo español de esta época se
muestra pesimista, crítico con la situación pero sin que parezca dispuesto a hacer nada
por cambiarla. Larra, contradiciéndose, llega a la conclusión de que la opción más
inteligente es echarle la culpa al país antes que buscar el motivo del porqué de tu propia
10. desgracia. La visión de la gente sobre el atraso que tiene España respecto los otros
países es evidente, pero Larra intenta mirar hacia el pasado de España y reflexiona sobre
lo bueno que tienen, aunque no sirve de mucho si el pueblo tiene una perspectiva de
futuro bastante pesimista. Lo que se extrae de sus palabras es, nuevamente, que si en el
pasado la sociedad española ha sido fuerte, cabeza de un imperio y rica tanto económica
como culturalmente, ese espíritu debe retomarse para salir adelante y conseguir el
desarrollo que permita al país situarse al nivel de los más avanzados.