Tras el asesinato de Madero en 1913, Carranza se rebeló contra el nuevo presidente Huerta con el Plan de Guadalupe, declarándose el primer jefe del ejército constitucionalista. Aunque Estados Unidos invadió Veracruz en 1914 forzando la renuncia de Huerta, los constitucionalistas tomaron la capital ese mismo año luego de los Tratados de Teoloyucan, dando paso a la victoria del movimiento constitucionalista aunque también rompiendo la unidad entre facciones revolucionarias.