El movimiento constitucionalista se inició después del asesinato de Francisco I. Madero por Victoriano Huerta para apoderarse de la presidencia. Carranza consolidó su autoridad como líder del movimiento constitucionalista que luchó junto a Villa, Ángeles, González y Obregón divididos en tres ejércitos. La nueva Constitución de 1917 incluyó derechos fundamentales como educación, propiedad privada de la tierra y el derecho al trabajo digno que aún rigen a México aunque ha sido reformada.