En esta etapa silábica, los niños intentan atribuir un valor sonoro a cada letra al escribir y establecen una relación entre la cadena sonora oral y la cadena gráfica escrita, con cada letra representando una sílaba. Existen dos hipótesis silábicas: una sin valor sonoro donde la letra no corresponde al sonido de la sílaba, y otra con valor sonoro donde existe alguna correspondencia entre la letra y el sonido de la sílaba.