La eutanasia se refiere a una muerte tranquila sin sufrimiento y tiene su origen en el griego que significa "buena muerte". Aunque algunos países como Colombia han aprobado el derecho a la eutanasia, la doctrina espiritista no la admite porque el objetivo de la encarnación es alcanzar la perfección a través de posibles reencarnaciones, y el sufrimiento en la vida actual puede deberse a la necesidad de expiar errores pasados o crecer espiritualmente.