El aprendizaje como forma de vida, aquello que los antiguos llamaban vida teorética, era considerado como uno de los mayores destinos a los que alguien se podía dedicar. Una vida solo apta para las almas más nobles. Los tiempos han cambiado, y formarse tiene hoy una dimensión más pragmática. Se busca alcanzar objetivos profesionales, y estar mejor formado es la llave para alcanzarlos en un competitivo mercado laboral. El aprendizaje que ofrecen los posgrados contribuyen a mejorar nuestras posibilidades de conseguir el puesto de trabajo de nuestros sueños o a crecer dentro de la empresa.