Las empresas mantienen efectivo y valores negociables para reducir el riesgo de insolvencia y tener recursos líquidos para pagos planeados y imprevistos. El efectivo y valores negociables son los activos más líquidos y las empresas los usan para inversiones temporales y como fuente combinada de fondos para pagos y desembolsos inesperados. Los valores negociables incluyen instrumentos del mercado de dinero a corto plazo como CETES y BONOS.