Los tickets de máquinas registradoras se originaron a finales del siglo XIX para hacer las transacciones comerciales más eficientes y precisos. Proporcionan información clave como el nombre del establecimiento, fecha, productos comprados, precios y códigos de barras. Sirven para controlar gastos, como prueba de compra y facilitan la gestión de inventario y contabilidad para los comercios. Aunque tradicionalmente eran de papel, ahora están evolucionando a formatos digitales para reducir el impacto ambiental.