La sociedad feudal estaba organizada de manera jerárquica y piramidal, con el rey en la cima. Debajo del rey estaban los nobles y señores que poseían tierras y castillos. Más abajo se encontraban los caballeros y al final los campesinos, que trabajaban la tierra pero tenían poco poder. Esta estructura rigió la vida política, económica y social durante la Edad Media en Europa.