2. Fin de año
● Cada 31 de diciembre en todos los países se realizan
una serie de actos para despedir al año. En el Ecuador
y por ende en Cuenca, es ya una tradición la
elaboración de los “años viejos“. Los “años viejos“ son
elaborados en su mayoría con aserrín y papel,
emulando la figura humana, llevan también caretas y
en su interior tronadores, petardos, diablillos,
camaretas y más artilugios que causan estruendo al
filo de la medianoche, cuando los “viejos“ son
quemados con la finalidad de que el año venidero sea
mejor que el anterior.
3. Fin de año
● La construcción del año viejo congrega a toda la
familia, barrio o amigos, quienes a la vez se encargan
de elaborar o escribir un testamento en el cual, una
parte en serio y otra en broma, se legan instrucciones
para el año nuevo. Este es leído antes de quemar al
“viejo“. Muchos de los que participan en su creación,
se disfrazan de “viudas del año viejo“ fingen llorar, van
vestidas de negro y tienden cuerdas a lo largo de las
calles, para pedir monedas a los transeúntes y de esta
manera alegrar la fiesta.