LAS ENFEREMEDADES DE LA NARIZ, OIDOS, FARINGUE Y LARINGUE, SON MUY POCO REHABILITADAS POR DESCONOCIMIENTO SOBRE EL TEMA. SIN EMBARGO LA REHABILITACIÓN O FISIOTERAPIA TIENE PROTOCOLOS PARA MITIGAR TODAS LAS SECUELAS DE ESTAS AFECCIONES, ASÍ COMO DE LOS PROBLEMAS QUE NO PUEDEN CORREGIR CON TRATAMIENTO MÉDICO.
2. Sistema respiratorio Alto
El sistema respiratorio superior, o tracto respiratorio
superior, consiste en la nariz y la cavidad nasal, la faringe
y la laringe.
Estas estructuras nos permiten respirar y hablar.
Calientan, humedecen y limpian el aire que inhalamos:
las membranas mucosas que revisten las estructuras
respiratorias superiores atrapan algunas partículas
extrañas, que incluyen humo y otras sustancias
contaminantes, antes de que descienda a los pulmones.
Se encuentra las primeras líneas de defensa del
organismo la Adenoide y las Tonsilas o amígdalas.
4. Infecciones respiratorias altas
Una infección respiratoria alta es aquella que afecta al tracto respiratorio
superior y que puede provocar una inflamación en la nariz, los oídos, las
cavidades paranasales, la faringe y/o la laringe.
Generalmente estos episodios son de origen viral, con mayor prevalencia de
rinovirus, adenovirus, virus respiratorio sincicial (VRS), influenza A y B,
parainfluenza, metaneumovirus y otros, como el coronavirus.
La gran mayoría de las infecciones respiratorias altas son leves y tienden a ser
auto limitadas, es decir, se prolongan por un período determinado y tienen
un principio y un fin natural.
La cronicidad se debe a la presencia de bacterias u otros tipos de gérmenes
que se aprovechan de la inflamación crónica persistente inducida por
infecciones recurrentes o por problemas alérgicos desencadenados
5. Gérmenes más frecuentes
La infección simultánea por bacterias y virus puede agravar el curso de la enfermedad,
la mejor descrita es el sinergismo entre el virus influenza y Streptococcus pneumoniae.
Por lo general la enfermedad inicia con el rompimiento de la barrera del tejido
epitelial, probablemente como resultado de la replicación intracelular de los virus, lo
cual permite que microorganismos como S. pneumoniae, Staphylococcus aureus o
Moraxella catarrhalis se instalen como agentes infecciosos.
La presencia de gérmenes como neumococos, meningococos, pueden vivir en la
orofaringe como flora normal, sin ocasionar síntomas en el hospedero, sin embargo
puede trasmitir la enfermedad a otros.
La presencia de bacterias como el estafilococo dorado y el streptococcus beta-
hemolítico del grupo A, coagulosa negativo, pueden desencadenar otras
enfermedades a partir de la infección crónica como: Fiebre reumática,
Glomerulonefritis, dermatitis autoinmune, entre otras.
6. Interrelación entre los gérmenes en la
orofaringe
Dinámica de interacciones
entre microorganismos en la
nasofarínge. Modificado de
Bosch, 2013
doi:10.1371/journal.ppat.10030
57.g003.
Las líneas azules representan
interacciones sinérgicas
mientras que las rojas
antagónicas.
7. Adenoiditis crónica persistente
Son glándulas formadas por tejido linfático recubierto de mucosa
respiratoria encontrándose ubicadas entre la vía respiratoria nasal y la
parte posterior de la garganta, más concretamente en la nasofaringe,
pudiendo aumentar de tamaño de manera natural (comenzando
incluso durante el desarrollo fetal), o bien estar causado por una
infección e inflamación crónica. Se las conoce vulgarmente como
“vegetaciones”.
Las vegetaciones adenoideas forman, junto con las amígdalas
palatinas y las amígdalas linguales, el denominado anillo linfático de
Waldeyer. En la superficie se produce una gran cantidad de
inmunoglobulinas y sustancias responsables de la inmunidad,
constituyendo la primera puerta de defensa ante la infección. Los
niños en sus primeros años están elaborando su inmunocompetencia,
por ello estos órganos se encuentran más desarrollados que en el
adulto.
8. Fisiopatología de la adenoiditis crónica
hipertrófica
Las infecciones repetidas de la rinofaringe dan lugar a una hipertrofia
del tejido adenoideo. Esta hipertrofia aumenta durante la infección y
tras la resolución de ésta las adenoides (amígdalas faríngeas)
recuperan su tamaño. De no ser así, la hipertrofia se haría crónica ya
que ésta obstaculizaría la ventilación con acumulación de secreciones
y aparición de infección. Las bacterias que más frecuentemente
originan adenoiditis son:
Streptococcus del grupo A.
Streptococcus pneumoniae.
Moraxella catarrhalis.
Haemophilus influenzae.
9. Clínica de la Adenoiditis
Las adenoides hipertrofiadas pueden obstruir el paso del aire por la cavidad nasal,
provocando alteraciones como respiración bucal y ruidosa, apnea del sueño,
ronquidos nocturnos, voz nasal, mucosidad persistente y sensación de oído
tapado. Además puede repercutir, sobre el movimiento normal de secreciones
nasales condicionando problemas de inflamación crónica o aguda recurrente.
Las dificultades respiratorias son más comunes por la noche, pues cuando
dormimos nuestra musculatura se relaja, aumentando así la obstrucción de la vía
aérea por las adenoides hipertrofiadas. Los niños con adenoides grandes pueden
tener pesadillas frecuentes, sueño irregular y turbulento, episodios cortos de pausa
respiratorio, llamados apnea nocturna. El niño duerme mal y pasa el día irritado,
cansado y somnoliento.
La hipertrofia adenoidea al hacer que los niños respiren persistentemente por la
boca, produce alteraciones en la anatomía del rostro y de los dientes, provocando
una apariencia que llamamos facies adenoidea. Los niños con facies adenoidea
característicamente poseen un rostro alargado, dientes incisivos prominentes,
dientes agrupados, mandíbula poco desarrollada, labio superior corto, orificios
nasales elevados y un paladar arqueado.
10. Criterios quirúrgicos
Las indicaciones de adenoidectomía serían: hipertrofia
adenoidea diagnosticada clínicamente o por
radiografia/endoscopia y que produzca una o más de
las siguientes situaciones:
Obstrucción nasal crónica diurna de más de 6
meses de evolución.
Otitis media aguda recurrente.
Rinosinusitis aguda recurrente o crónica.
Otitis media con supuración crónica.
Síndrome de apnea del sueño.
Síntomas refractarios al tratamiento de fisioterapia.
La indicación quirúrgica sin que exista hipertrofia
adenoidea se efectuará en los siguientes casos:
Otitis media recurrente en mayores de 2 años en
los que previamente haya fracasado la colocación
de drenajes transtimpánicos.
Otitis media con supuración en los que se necesite
una segunda colocación de drenajes
transtimpánicos.
Rinosinusitis crónica en la que se demuestra por
endoscopia una infección adenoidea.
13. Rinitis alérgicas o inflamatorias
La rinitis alérgica es la inflamación de la mucosa nasal y los
síntomas suelen ser los típicos de un resfriado, con picor nasal,
estornudos, mucosidad y congestión nasal.
Estos síntomas, que en principio se puede pensar que carecen
de gravedad, si se mantienen en el tiempo, producen un
considerable malestar.
Además, casi siempre se acompañan de conjuntivitis y con
mucha frecuencia influyen en el desarrollo de asma bronquial.
Muchos estudios muestran que la rinitis afecta más a la vida
diaria que el asma bronquial. Implica muchas limitaciones en la
vida relacional, laboral y social de los pacientes que la sufren.
Suele muchas veces ser rebelde al tratamiento médico por lo
que se hace necesario recurrir a la fisioterapia.
14. Causas de la rinitis crónica
En un porcentaje muy elevado de pacientes, la rinitis está
causada por alergia a alguna sustancia que se inhala:
ácaros del polvo, pólenes diversos, hongos, epitelios de
animales o sustancias manejadas en el trabajo.
La rinitis alérgica puede ser estacional o continua. La
estacional es producida por el polen. Aparece
normalmente en la infancia y su grado de afectación varía
en función de la concentración de polen.
Hay un bajo porcentaje, sobre todo en pacientes en que la
rinitis ha aparecido en la edad adulta, en los que teniendo
síntomas idénticos, no se puede demostrar sensibilidad a
ningún alérgeno. Se desconoce la causa que lo produce.
15. Factores de riesgos
Exposición a irritantes: Si está expuesto a irritantes como el smog, los gases de escape o el humo del
tabaco, puedes tener un mayor riesgo de tener rinitis no alérgica.
Tener más de 20 años: A diferencia de la rinitis alérgica, que generalmente ocurre antes de los 20 años,
la rinitis no alérgica ocurre después de los 20 años en la mayoría de las personas.
Uso prolongado de gotas o atomizadores nasales descongestionantes: El uso de gotas o atomizadores
nasales descongestionantes de venta libre (Afrin, Dristan, otros) durante más de unos pocos días en
realidad puede causar una congestión nasal más grave cuando desaparece el efecto del
descongestionante; esto a menudo se denomina congestión de rebote.
Sexo femenino: Debido a los cambios hormonales, la congestión nasal suele empeorar durante la
menstruación y el embarazo.
Exposición laboral a la emisión de gases: En algunos casos, la rinitis no alérgica se desencadena por la
exposición a un irritante transmitido por el aire en el lugar de trabajo (rinitis ocupacional). Algunos de
los desencadenantes frecuentes son los materiales de construcción, los solventes u otras sustancias
químicas y los gases provenientes de material orgánico en descomposición, como el compost.
Ciertos problemas de salud: Varias enfermedades crónicas pueden causar o empeorar la rinitis no
alérgica, como el hipotiroidismo, el síndrome de fatiga crónica y la diabetes.
16. Diferencias clínica entre la rinitis alérgica y no
alérgica
Los signos y los síntomas de la fiebre del
heno pueden incluir:
Goteo nasal y congestión nasal.
Ojos llorosos, rojos y que causan
picazón (conjuntivitis alérgica)
Estornudos.
Tos.
Picazón en la nariz, el paladar o la
garganta.
Piel hinchada y de color azul debajo
de los ojos (ojos morados alérgicos)
Goteo posnasal.
Fatiga.
La rinitis no alérgica, es probable que tengas
síntomas que van y vienen todo el año. Los
signos y síntomas de la rinitis no alérgica
pueden incluir:
Congestión nasal o goteo de la nariz
Estornudos
Mucosidad en la garganta
Tos
Generalmente, la rinitis no alérgica no causa
picazón en la nariz, los ojos o la garganta,
síntomas asociados con alergias como la fiebre
del heno.
17. Diferencias clínicas entre la rinitis y
refriado
Afección Signos y
síntomas
Comienzo Duración
Fiebre del heno Moqueo con
secreción acuosa
escasa; sin fiebre
Inmediatamente
después de la
exposición a
alérgenos
Mientras estés
expuesto a los
alérgenos
Resfriado
común
Moqueo con
secreción
amarillenta
acuosa o espesa;
dolores
generalizados;
fiebre ligera
De uno a tres
días después de
la exposición al
virus del resfriado
De tres a siete
días
19. Diagnóstico
El diagnóstico de la rinitis alérgica se realiza mediante un test
cutáneo muy sencillo: se aplican sobre la piel del brazo gotas
que contienen una cantidad conocida del alérgeno al que
podemos ser sensibles, esas gotas se atraviesan con una
mínima lanceta hasta perforar la piel y se observa la reacción a
los 15-20 minutos. El fundamento de esta técnica es
reproducir en la piel la reacción que presentamos en otras
partes del organismo.
Además es posible realizar análisis de sangre, con lo que de
una forma más precisa podemos cuantificar y demostrar la
presencia de anticuerpos específicos frente a ese alérgeno.
El diagnóstico molecular de la alergia mediante microarrays
constituye un complemento diagnóstico de las pruebas
cutáneas y otras técnicas de diagnóstico in vitro.
La Nasoscopia puede mostrar la irritación crónica de la
mucosa nasal y extenderse hasta la faringe.
20. COMPLICACIONES
Pólipos nasales: Estos son unos bultos blandos, no
cancerosos (benignos) que se forman en la
membrana interior de la nariz o los senos
paranasales debido a una inflamación crónica. Es
poco probable que los pólipos pequeños causen
problemas. Sin embargo, los pólipos más grandes
pueden obstruir el flujo de aire a través de la nariz
y dificultar la respiración.
Interrupción de las actividades diarias: La rinitis no
alérgica puede ser perjudicial. Puede hacer al
paciente menos productivo en el trabajo o en la
escuela. Se pierde mucho tiempo libre debido a los
brotes de síntomas o las visitas al médico. La rinitis
alérgica (fiebre del heno) puede interferir en el
disfrute de actividades y hacer que el paciente sea
menos productivo. Para muchas personas, los
síntomas de la rinitis alérgica (fiebre del heno) son
la causa de sus inasistencias al trabajo o a la
escuela.
Sueño deficiente: Los síntomas de la rinitis alérgica
(fiebre del heno) pueden mantener al paciente
despierto o dificultad para que siga durmiendo, lo cual
puede causar fatiga y una sensación general de
sentirse mal (malestar general).
La rinitis alérgica (fiebre del heno): puede empeorar
los signos y síntomas del asma, como la tos y el silbido
al respirar.
Infección de oído: En los niños, la rinitis alérgica (fiebre
del heno) en general es un factor en la infección del
oído medio (otitis media).
Sinusitis: La congestión nasal prolongada debido a la
rinitis no alérgica puede aumentar las posibilidades de
presentar una infección o inflamación de la membrana
que recubre los senos paranasales (sinusitis).
21. Tratamiento preventivo
Evitar los factores desencadenantes. Identificar lo que provoca o empeora los
síntomas, evitar los factores desencadenantes puede ayudar mucho.
No abusar de los descongestionantes nasales. El uso de estos medicamentos
durante más de algunos días a la vez puede empeorar los síntomas.
Recibe tratamiento eficaz. Orientado a una buena dieta hipo alergénica o con
alimento pre inflamatorios, usos de medicamentos correctos y lavados regulares.
Rehabilitación de forma precoz para evitar la evolución hacia la cronicidad.