La fisiocracia fue un sistema económico que surgió en Francia en el siglo XVIII que atribuía el origen de la riqueza a la naturaleza y defendía que la agricultura era la única actividad productiva. Los fisiócratas se oponían a la intervención del Estado en la economía y creían que los mercados debían regirse por sus propias leyes naturales sin proteccionismos. Defendían que sólo el trabajo agrícola generaba un excedente sobre los costes y salarios.