2. Un alto porcentaje de las empresas se
van a la quiebra por su permanente
estado de iliquidez.
ILIQUIDEZ: No contar con dinero para
pagar las obligaciones que se han
vencido y que son prioritarias.
3. Liquidez no significa exactamente lo
mismo que ganar dinero. Es posible
obtener beneficios y quedar en
bancarrota por falta de efectivo.
4. Solvencia o liquidez
Las empresas que cuentan con fondos
suficientes para pagar sus compromisos
puntualmente adquieren una
reputación de firmas solventes. Mientras
tanto, una empresa incapaz de cumplir
con sus obligaciones a medida que se
vencen, por falta de dinero; se
denomina insolvente.
5. La solvencia debe ser un objetivo
primordial de cualquier empresa, puesto
que una firma insolvente puede ser
forzada por sus acreedores a cerrar sus
puertas.
El control del flujo de caja es un método
de extrema importancia y de muy fácil
realización que nos servirá para
proyectar las necesidades futuras de
dinero.
6. Su filosofía se basa en determinar
primeramente los ingresos que se
generarían en el negocio en un
determinado periodo, para luego calcular
los egresos por gastos y costos, así como
todas y cada una de las obligaciones que
se vayan generando en razón del
desenvolvimiento del mismo negocio o
actividad, para que enfrentados en sus
montos, nos den una idea general del
dinero de que dispondremos al termino de
cada periodo de operaciones,
generalmente mes a mes.
7. Cuando estamos vendiendo de contado
estaremos recibiendo dinero contante y
sonante en contra entrega de la
mercadería o del servicio. Mientras tanto
cuando vendemos a crédito, los valores
facilitados a nuestros clientes en ventas, los
estaremos recuperando en periodos de 30,
60, 90 días o más, dependiendo el acuerdo
a que se haya llegado con el cliente y la
evolución que tenga la recuperación de la
cartera por parte de nuestra empresa.
8. De igual manera, los egresos que
correspondan a nuestras obligaciones nacidas
en transacciones por compras de mercancías,
adquiridas unas de contado y otras a crédito,
tendrán el mismo comportamiento en el
tiempo, es decir, alguna mercancía tendremos
que pagarla de manera inmediata, lo que
traduce un desembolso de dinero también
inmediato y las que negociemos a plazos, las
pagaremos también en periodos de 30, 60, 90
días o más dependiendo el tipo de acuerdo
que esta vez hayamos logrado con nuestros
proveedores.