Las relaciones de pareja son caracterizadas por diversos indicadores, contexto, creencias, modelamientos, etc. Un profesional se prepara y actualiza constantemente y el estudio de las Relaciones de pareja hoy en día es un tema imprescindible. El CIPPSV, ofrece sus Diplomados en esta área.

1. SITÚE
EL
SELLO
AQUÍ
Estructura del
Diplomado
• Dirigido a cualquier profesional
relacionado con la asistencia
social: Psicólogos, sociólogos,
antropólogos u orientadores.
• Credenciales: Se otorga un
Diplomado de aprobación a
aquellos profesionales que hayan
cumplido con todos los recaudos
académicos exigidos, en su
defecto se obtiene un certificado
de asistencia.
• Área de estudio:
-Formación de Actitudes del
Asesor Clínico (16 horas)
-Estructura y Dinámica en la
relación de pareja (16 horas)
-Estructura y Dinámica Familiar
(16 horas)
-Introducción a la Terapia
Cognitivos Conductual (16 horas)
-Sexología Clínica (16 horas)
-Psiquiatría Básica (16 horas)
-Abordaje Cognitivo Conductual a
los problemas de pareja (16
horas)
-Protocolos de Casos (16 horas)
• Equivalencias:
-Ofrece dos (2) equivalencias
respecto a la Maestría
Orientación en Sexología (FAO I,
Psiquiatría Básica)
-Ofrece cuatro (4) equivalencias
respecto a la Maestría en
Orientación de la Conducta (FAO
I, Psiquiatría Básica, Sexología
Básica, Educación para padres
Básica)
- Ofrece dos (2) equivalencias
para Terapia de la Conducta
Infantil y Orientación en
educación para Padres (FAO I,
Psiquiatría Básica)
CIPPSV
Instituto de Investigación y
Postgrado
Centro de Investigaciones
Psiquiátricas, Psicológicas
y Sexológicas de
Venezuela
DIPLOMADO EN
ASESORAMIENTO
CLÍNICO DE PAREJA
Presidente Fundador
Dr. Fernando José Bianco Colmenares
WWW.CIPPSV.COM
Avenida Paramaconi, Torre Bianco,
Piso 2, Urbanización San Bernardino,
Caracas, Venezuela
Teléfonos: (0058212) 551-3055,
552-8922, 552-8325
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2. Diplomado en
Asesoramiento Clínico de
Pareja
Introducción
Es un hecho científicamente aceptado que el ser
humano está dotado de una racionalidad que lo
distingue del resto del organismo viviente, esta
racionalidad lo lleva, unido a su orientación hedonista,
a la búsqueda de una mejor calidad de vida para lo
cual pone en juego factores tales como capacidades,
intereses, actitudes y valores que le permiten una
adecuada adaptación con el entorno ambiental, es
decir, plantea un proyecto de vida equilibrado tanto
con sus propias necesidades fisiológicas como con
exigencias que la socialización así determina.
Hablemos entonces de una trilogía bio-psico-social.
Dado que independientemente de la racionalidad el
otro gran motor conductual se desprende de las
motivaciones efectivas, es por ello que buena parte de
las relaciones interpersonales que a lo largo de
nuestra vida sostenemos, tienen un cariz que permite
la expresión de nuestras emociones y sentimientos en
donde la atracción y el amor, se esperan sean fuentes
prioritarias de reforzamiento positivo, es así que la
sexualidad implica una importante forma de encontrar
gratificación no solo biológica, también permite el
establecimiento de vínculos efectivos y psico-sociales
de gran importancia en nuestra vida.
Las relaciones de pareja son sin duda una de las
metas que tanto fisiológicas como socialmente están
presente en la mayoría de los seres humanos, así
pues cuando hablamos de una relación de pareja en
un sentido formal nos referimos a una relación de
convivencia entre dos personas orientadas
efectivamente hacia el desarrollo y mantenimiento de
un proyecto en común de vida.
Es evidente que todo proyecto de vida ya sea
individual o grupal implica ajustes con los proyectos
individuales o grupales de otros, por tanto las
relaciones de pareja, como cualquier otra, exige el
cumplimiento de determinada normatividad social, la
cual en la medida en que se ha ido sistematizando
generan la institucionalidad de la relación como tal y
es así como históricamente observamos la importancia
que ha ido adquiriendo el matrimonio como forma de
reglamentar la atracción, el afecto y el
comportamiento de dos personas en convivencia de
pareja deben expresar para el beneficio, al menos en
teoría, de ellos mismos y su entorno ambiental.
A finales de siglo IXI aproximadamente un 10% de
parejas se divorciaba, esta cifra se elevo a un 25% en
los finales de la primera mitad del siglo XX para
superar ya en este comienzo del siglo XXI al 50%. El
modelo de pareja que durante determinado tiempo
fue el socialmente establecido se ha ido
resquebrajando a medida que los cambios
económicos, políticos, científicos y tecnológicos han
dado lugar a nuevos estilos de vida, los hombres y las
mujeres no estaban preparados para asumirlos de
modo tan abrupto por lo que y siguiendo a Aaron
Beck, el amor no basta garantizar el éxito de la
convivencia.
Hombres y mujeres, parejas heterosexuales u
homosexuales, casadas o no, con o sin hijos, se ven
hoy en día en la necesidad de llegar a acuerdos
conductuales para los que cognitivamente no están
preparados.
La figura profesional del “Asesor de pareja” se
fortalece como una necesidad mayoritaria, pero
este asesor, que al mismo tiempo es persona y
parte cambios sociales, necesita una solida
formación profesional que efectivamente le
permita no verse inmerso en la propia
problemática que trata de atender.
Es así que el Asesoramiento Clínico de la
Relación de Pareja pasa a ser una
subespecialidad de la propia psicológica clínica y
otras ciencias afines.
Ofrecemos como parte de este curso
Diplomado en el cual, de acuerdo a las áreas en
el mismo contemplado, se pretende formar a un
profesional con la adecuada sensibilidad social
para lograr entender imparcial y objetivamente
la situación de discordia que sea motivo de
consulta así como de la disposición de
herramientas tanto cognitivas como
conductuales que permita la orientación
terapéutica eficaz hacia la búsqueda de una
solución realmente efectiva para la pareja en
cuestión.