El capítulo cuenta la pesadilla de Kirara en la que se transforma en un perro. Se asusta al ver su nueva forma y trata de explicarle a su dueña que es ella, pero su dueña le tiene miedo. Kirara intenta recuperar su verdadera forma de gato demonio para volver a la normalidad. Finalmente despierta agitada después de tener la peor de las pesadillas.