Este documento ofrece tres pasos para descubrir la voluntad de Dios. Primero, enfocarse en las cosas celestiales en lugar de las terrenales y considerar las virtudes. Segundo, comprender que descubrir la voluntad de Dios requiere obedecerla a pesar de los sentimientos a través del poder del Espíritu Santo. Tercero, a medida que se conoce más a Cristo, El Espíritu Santo guiará para desear lo que Dios quiere y no solo lo que uno mismo quiere, como Jesús mostró en Getse