El documento resume los mandamientos 9 y 10, que se refieren a la pureza interna y el desprendimiento de los bienes materiales. El noveno mandamiento prohíbe los pensamientos y deseos impuros, mientras que el décimo prohíbe codiciar los bienes ajenos. Ambos se enfocan en vivir con pureza interior y desprendimiento de los bienes terrenales.