La tercera y cuarta generación de computadoras se construyeron con circuitos integrados de pequeña y gran escala respectivamente, lo que permitió reducir el tamaño físico de las computadoras y aumentar la velocidad de procesamiento. Estas generaciones introdujeron la memoria virtual, la multiprogramación, y permitieron el desarrollo de computadoras portátiles y la computación distribuida entre máquinas conectadas en red.