La primera y segunda generación de computadoras se caracterizaron por usar tubos de vacío y tarjetas perforadas para procesar información, almacenándola en cilindros y anillos magnéticos. Estas primeras computadoras eran enormes, consumían grandes cantidades de energía y procesaban información de forma lenta. La segunda generación introdujo el uso de transistores, haciendo las computadoras más rápidas, pequeñas y eficientes energéticamente, aunque seguían siendo costosas y requiriendo mantenimiento constante.