El documento discute cómo los medios de comunicación masiva actúan como mediadores entre las personas y el mundo. Los medios determinan la información disponible y cómo se presenta, lo que puede llevar a la manipulación y homogeneización de las culturas. Sin embargo, también amplían los horizontes al conectar a las personas con opciones globales. El documento contrasta a los "profetas del desastre", que bombardean a las personas con información, con los "anacoretas del desierto" que se aíslan de los medios para preservar sus identidades locales.