El documento discute la necesidad de un desarrollo sostenible y localizado ("glocalizado") en respuesta a los desequilibrios causados por el estilo de vida no sostenible de los países desarrollados. Propone concentrar los esfuerzos en el mercado interno a través de la producción local de bienes y servicios, mejorando la productividad agrícola e industrial de manera descentralizada para lograr una mejor distribución de recursos.