Alan García se desempeñó como presidente de Perú entre 1985 y 1990 representando al partido APRA. Implementó una política económica heterodoxa que incluyó la devaluación de la moneda, la circulación del INTI, y la creación del dólar MUC, lo que eventualmente llevó a una hiperinflación. Su gobierno también se enfrentó a aumentos de la violencia terrorista y disturbios en las prisiones, mientras buscaba reducir la participación del estado y promover el liberalismo económico.