Este documento describe la cultura y modo de vida de los pueblos guaraníes originarios de Sudamérica. Vivían en aldeas organizadas alrededor de una plaza central, cultivaban mandioca y maíz, y se dedicaban a la caza, pesca y recolección. Creían en un dios creador llamado Ñamandú y realizaban entierros rituales. Actualmente, las comunidades guaraníes enfrentan problemas como la falta de tierras y enfermedades debido a la presión demográfica.
Los Pueblos originarios fueron los primeros habitantes de nuestro suelo hace muchos años. Luego, con la llegada de los españoles a nuestros territorios, estos pueblos comenzaron a sufrir cambios en sus culturas y formas de vida.
Hoy en día los descendientes de estos pueblos, como los mapuches y los diaguitas, conservan y transmiten a los hijos sus culturas y tradiciones.
Los Pueblos originarios fueron los primeros habitantes de nuestro suelo hace muchos años. Luego, con la llegada de los españoles a nuestros territorios, estos pueblos comenzaron a sufrir cambios en sus culturas y formas de vida.
Hoy en día los descendientes de estos pueblos, como los mapuches y los diaguitas, conservan y transmiten a los hijos sus culturas y tradiciones.
1. PUEBLOS
ORIGINARIOS
GUARANIES
ORIGEN DEL NOMBRE
a autodenominación étnica original de los
L hoy llamados "guaraníes" es avá, que
significa "hombre" (palabra etnocéntrica)
que rebajaba a la categoría de "no-hombre" a las
otras etnias indígenas. Fueron llamados por los
españoles carios, chandules, chandrís y
landules, al parecer el muy difundido nombre
"guaraní" les fue dado por los españoles al
escuchar los gritos de guerra de este pueblo en
los cuales existiría la frase guará-ny -combatir-
les-.
UBICACIÓN
GEOGRÁFICA
os guaraníes son un grupo de pueblos
L sudamericanos, cuyos habitantes viven en
el noreste de Argentina (Corrientes,
Misiones, Formosa y parte de la provincia
del Chaco), sur y suroeste de Brasil (RS, SC,
2. Paraná y Mato Grosso del Sur), la mayor parte de
Paraguay, sureste de Bolivia; en cuanto al estado
del Uruguay
VIVIENDA
ran casas grandes comunales llamadas
E maloca individualmente y en conjunto taba.
Además podían albergar a todos los miembros
de una familia (o tevy) extendida: padres,
abuelos, tíos, primos, nietos, cuñados, yernos y
nueras
IDIOMA
os idiomas hablados por estos pueblos
L (guaraní) pertenecen a la familia tupí-
guaraní. El guaraní paraguayo es junto con
el español lengua co-oficial en el estado del
Paraguay, y el guaraní correntino es co-oficial
junto con el español en la provincia de
Corrientes en Argentina.
La mezcla del idioma avá ñe'é con el castellano
es conocido en Paraguay como una tercera
lengua llamada yopará o jehe‘a / yejé'á.
VESTIMENTA
os hombres prácticamente no usaban ropa,
L en cambio las mujeres usaban una especie
de tapa triangular de plumas o algodón
tejido por ellas mismas. Desde la llegada de
los misioneros los hombres comenzaron a
3. utilizar un chiripá y una especie de taparrabos
(baticolas) confeccionadas con la chala u hojas
del maíz, fibra de ortiga o algodón; las mujeres
comenzaron con el uso del typoi (túnica del
algodón sin mangas, hasta los tobillos), para los
días fríos se utilizaba el killapy' una especie de
manto hecho con pieles como las del roedor
acuático llamado killá o quillá.
Hombres y mujeres utilizaban adornos, tatuajes
con pinturas fabricadas con la mezcla de
especies vegetales, complementado con plumas
de aves, amuletos colgados en el cuello, collares
confeccionados con huesos de animales y
semillas.
Los distintivo entre varones y mujeres consistía
en que los varones a partir de la pubertad
llevaban una especie de clavo (de madera, hueso
o piedra) ensartados debajo del labio inferior
(tembetá) y las mujeres en las orejas.
RELIGION
a religiosidad existía y era profundamente
L espiritual, a tal punto de no necesitar de
templos ni de ídolos tallados.
Ñanderuguasú (nuestro padre grande) o
Ñamandú (el primero, el origen y principio) o
Ñandejára (nuestro dueño) eran los nombres que
hacían referencia a una divinidad que era
concebida como invisible, eterna, omnipresente
y omnipotente. Una entidad espiritual concreta y
viviente que podía relacionarse con los hombres,
por ejemplo bajo la forma perceptible de Tupâ, el
4. trueno. Se manifestaba en la plenitud de la
naturaleza y del cosmos, pero nunca en una
imagen material. Ñamandú no era el dios
exclusivo de los guaraníes, era el dios padre de
todos los hombres.
Frente a Ñamandú, el padre bondadoso, el dador
de vida y sustento del equilibrio del orden
universal, estaba la otra dimensión de la realidad
espiritual, el mal, expresada en el concepto de
Añá. Esta fuerza maléfica era la generadora de la
muerte, la enfermedad, la escasez de alimentos y
las catástrofes naturales.
Fundamentaron el origen y la existencia de los
dioses, los hombres y la naturaleza, mediante
mitos. Creen en la continuidad de la vida
después de la muerte. Por eso a sus muertos le
proveen todo lo necesario para que pueda
realizar sin carencias, el largo y peligroso viaje a
la tierra sin males.
La Tierra sin Mal no constituía un mito para los
guaraníes. Era un lugar real, concreto, que se
ubicaba imprecisamente hacia el este, más allá
del Gran Mar (océano Atlántico). Esta creencia en
la Tierra sin Mal generaba periódicamente
grandes migraciones en su búsqueda, inspiradas
por el mesianismo de algunos chamanes o
payés.
Creen con firmeza que son muchos los peligros
que acechan al viajero. Los niños gozan de
protección divina quedando exceptuados de todo
peligro.
5. El alma proviene del paraíso de Tupá Rueté, dios
de la lluvia. Al morir, el espíritu del muerto vuelve
a su lugar de origen.
Los entierros se realizan en un pozo, o en urnas
de barro y el túmulo en la misma casa del
muerto. Quien además, leva consigo armas,
ropas y trofeos.
La costumbre obliga a una práctica rígida de
culto permanente a los antepasados,
manteniendo una relación estrecha y continua
entre la comunidad de los vivos y los muertos
que se traducen en ayuda recíproca. Estas
relaciones aplican prácticamente derechos y
obligaciones recíprocas: Por ejemplo los
muertos proveen de alimentos a sus eudos, les
envían lluvia que favorece las plantaciones, velan
constantemente por su bienestar. Los deudos, a
su vez, una gran fiesta cada año. Los espíritus se
mantienen vivos en el corazón de la comunidad.
OFICIOS
ran diestros navegantes de canoas,
E conocedores cazadores de la selva,
colectores, pescadores y practicaban la
agricultura.
ALIMENTACION
ultivaban en pequeñas huertas estando
C entre los cultivos más importantes la
mandioca (mandi'ó), mandioca dulce
6. (poropí), la batata (jetý), la calabaza (andaí), el
zapallo (kurapepê), el maíz (avatí), el poroto
(kumandá), el maní (mandubí) y el algodón
(mandyju o mandiyú).
Otros productos eran obtenidos directamente del
monte o selva, tal el caso de las hierbas
medicinales, frutos como la guayaba (arasá), la
banana (pakova) y la yerba mate (ka'á), que
usaban para preparar la bebida que aún hoy se
sigue tomando, que elaboraban con el mismo
proceso que hoy se emplea en la industria
moderna.
ARTE Y CULTURA
a preparación de la cerámica era, por
L ejemplo, una tarea exclusiva de las mujeres,
como la de plantar e hilar los lienzos. El varón
era básicamente pescador, cazador-recolector y
guerrero.
ORGANIZACIÓN
POLÍTICA Y SOCIAL
ivían en aldeas, en los claros que formaba
V naturalmente la selva, y constituían una
verdadera unidad tribal, al estar formada
por entidades económicas autosuficientes
e independientes unas de otras.
Todo lo que se cosechaba en los cultivos
hortícolas, el producto de la caza y la pesca, los
frutos recolectados, eran distribuidos
solidariamente entre todos los miembros del tevy
7. (parentesco, linaje). Solamente algunos pocos
bienes podían ser considerados como
personales, tal el caso de las armas, las
hamacas, algunos utensilios de cerámica.
Las viviendas estaban dispuestas en torno a una
plaza grande de forma cuadrangular, donde se
desenvolvía una gran actividad cotidiana
esencialmente de índole social.. Esto
representaba la unidad social mayor.
Cada familia vivía en una casa comunal de hasta
60 m de largo y de 8 a 10 m de ancho sin
divisoria, donde habitaban entre 60 y 120
personas presidida por un jefe quien ocupaba la
parte del centro. A su vez la aldea estaba dirigida
por un jefe político llamado mburuvichá, y un jefe
religioso llamado payé. Su organización social
estaba encabezada por un cacique (tuvichá) cuyo
liderazgo era hereditario.
Una de las funciones del cacique era de
administrar el trabajo comunitario y de distribuir
equitativamente los bienes del consumo. Existía
una división del trabajo por género.
La preparación de la cerámica era, por ejemplo,
una tarea exclusiva de las mujeres, como la de
plantar e hilar los lienzos. El varón era
básicamente pescador,
cazador-recolector y guerrero.
El concepto de la propiedad privada de los
bienes no existía en la sociedad guaraní. Todo lo
que se cosechaba en los cultivos hortícolas, el
producto de la caza y la pesca, los frutos
recolectados, eran distribuidos solidariamente
entre todos los miembros del tevy (parentesco,
8. linaje). Solamente algunos pocos bienes podían
ser considerados como personales, tal el caso de
las armas, las hamacas, algunos utensilios de
cerámica. La tierra era considerada como un bien
del que se podía disponer pero sobre el cual
nadie podía pretender derechos de propiedad
exclusiva. Eran comunitarios la tierra cultivable,
las fuentes de abastecimiento de agua, el monte
y la selva, con todos sus recursos
aprovechables.
CONDICIONES DE VIDA
ACTUAL
ctualmente las comunidades de guaraníes
A de la provincia de Misiones están pasando
por graves problemas que podrían llevar a
la desaparición del pueblo. Las principales
causas son la falta de tierras, la desnutrición, la
tuberculosis y la falta de ayuda por parte del
gobierno provincial y federal. Son alrededor de
siete mil guaraníes, agrupados en 76 aldeas.
El factor principal de la crisis es la falta de
territorios, ya que esta tribu utiliza los recursos
naturales en amplias extensiones de tierra,
desplazándose en grandes distancias para cazar,
pescar, recolectar frutos del monte. La presión
demográfica sumada a la explotación forestal
irracional hizo que las comunidades vean
reducido su espacio vital.
Además existe una emergencia alimentaria y
sanitaria, con picos muy graves en algunas
comunidades, con niños con alto índice de
9. desnutrición y enfermedades asociadas como la
tuberculosis.
En 2004, 38 de las aldeas que existen en la
provincia marcharon a la Plaza 9 de Julio, frente
a la Casa de Gobierno provincial en la ciudad de
Posadas haciendo oír sus reclamos en busca de
una mejora y ayuda por parte del gobierno.
PILAR MISSANA
FLORENCIA GOROSITO
5ºB