La guerra de las 100 horas entre El Salvador y Honduras en 1969 se debió a tensiones de larga data por la migración de campesinos salvadoreños a tierras hondureñas. Honduras decidió redistribuir la tierra a campesinos hondureños y expulsar a los salvadoreños que habían vivido allí durante generaciones, lo que generó una persecución de salvadoreños y su regreso masivo a El Salvador. Otro factor fue la captura de soldados salvadoreños con armamento en 1967, aumentando las tensiones entre los países.