La guerra de las Galias se extendió desde 58 a.C. hasta 51 a.C. y resultó en una victoria romana que supuso la expansión de la República Romana sobre el territorio galo. Julio César invadió Galia con cuatro legiones veteranas bajo su mando y llevó a cabo una estrategia de "divide y conquista", sometiendo a 300 tribus galas y vendiendo a un millón de galos como esclavos.