El documento describe las invasiones germánicas y la formación de los reinos germánicos en Europa occidental desde los siglos IV al VII d.C. Explica que la decadencia del Imperio Romano creó un vacío de poder que permitió la llegada gradual de tribus germánicas como los francos y los godos. Estos pueblos formaron sus propios reinos en la antigua Galia y la península ibérica. El documento también analiza tres oleadas sucesivas de pueblos bárbaros y sus impactos en la config
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Invasiones bárbarias y la formación de los reinos germánicos
1. Historia Medieval y Temprano Moderna
Fernando de los Ángeles
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Invasiones Germánicas y la Formación de
los Reinos Germánicos.
La crisis que afecta al “mundo antiguo” durante el siglo III, es una crisis que no solo afecta al
Imperio Romano, sino a todo el mundo antiguo. Esta crisis que hunde la estructura imperial
romana es un fenómeno, en el tiempo y el espacio, que afecta exclusivamente a la estructura
imperial occidental. Esta no se produce exclusivamente por factores externos (invasiones de
pueblos bárbaros), sino que también y, fundamentalmente a factores internos: la incapacidad
de la estructura de la Civilización clásica para vivir en tiempo de Paz Universal.
Roma experimentó un fuerte proceso de deterioro interno. La corrupción de los soberanos, el
sadismo desenfrenado de los circos populares, la falta de valores, la extrema pobreza de una
gran parte de la sociedad, el servilismo y la esclavitud, además de los continuos conflictos
internos que recorrían toda la estructura política y militar debilitaron sensiblemente la urbe.
Las huestes romanas consumían casi todo el presupuesto estatal, lo que tuvo como
consecuencia una drástica reducción de la inversión en obras públicas (caminos, carreteras,
puentes), que paradójicamente eran vitales para el desplazamiento del ejército.
La llegada de las tribus bárbaras –francos y godos– desde los límites del Imperio, se produjo
de forma progresiva e inicialmente pacífica. Dicha penetración no es atribuible únicamente al
caos militar o la negligencia de los soldados en las fronteras sino mucho más todavía al
desorden emanado del poder central, ya que la propia administración imperial fue incapaz de
controlar la situación. Se da una “política conciliadora” con los bárbaros, a los que se nombró
para ocupar cargos militares y administrativos, fenómenos que se conoce como la
“BARBARIZACIÓN” del ejército romano.
Usar el término “invasión” para definir el ingreso de los bárbaros en el Imperio puede darse
una sensación equivocada. Los invasores no son más que refugiados (hombre, niños y
mujeres), que huían del empuje de otros pueblos.
Si bien existieron diferencias culturales entre ambos pueblos, estas no fueron tan profundas;
teniendo en cuenta los siguientes aspectos: los intensos contactos entre romanos y bárbaros,
algún grupo incluso estaban muy romanizados. Resulta difícil saber que fue mayor, si la
romanización de los bárbaros o la barbarización de los romanos; los nuevos Estados
Germánicos que se van formando, adaptan la organización política de la antigua Roma, lo que
supone que hubo una cambio de gobernantes. Los síntomas de la decadencia ya venían
desde el siglo III. Estos estados bárbaros siguen aceptando la supremacía jerárquica del
emperador
Heers, sostiene que gracias a la crisis del siglo III y el avance del cristianismo, se dio la
“consagración de Constantinopla en el 330”. “Más que invasiones bárbaras es ante todo, para
el Occidente cristiano, migraciones germánicas” (Heers, Historia de la Edad Media, p.15)
Las invasiones son un verdadero movimiento migratorio, complejo y prolongado que tiene que
tener causas múltiples: los clérigos de la Edad Media atribuían las invasiones a la poligamia,
considerada como un factor de expansión demográfica.
Musset nos habla de tres oleadas, las cuales conformaron los reinos romano-bárbaros.
1. Siglos IV-V: Hunos, Alanos, Godos, Vándalos, Suevos y Burgundios
2. Siglos V-VI: Francos, Alamanes y Bávaros.
3. Siglos VI-VII: Lombardos y Avaros.
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Heers, al igual que Pirenne dice que “la llegada de los hunos lanzó a los godos sobre el
imperio” (Pirenne, “Mahoma y Carlomagno”, p.21), el de los Alanos no era un pueblo
germano, asi como tampoco lo eran los hunos. Esta oleada se divide en dos hechos
puntuales: Adrianopolis batalla entre visigodos y romanos, donde muere el emperador Adriano
(378). Como resultado de la misma se firma un foedus (contrato) por el cual los visigodos se
incorporan a las filas romanas; pasó del Río Rhin (406), el cual es devastado por el ingreso de
los de la segunda mitad de la primera oleada. Se destacan los vándalos que ingresan a
España y conforman el Reino Vándalo. Se conforma como reinos: el reino Vándalo, destruido
en 536 por Justiniano; el reino Visigodo, sufren la llegada de los árabes (s. VII d.C); y el Reino
Suevo. Si bien estos reinos fueron importantes en la época, ninguno pasó del 711 d.C.
En la segunda oleada se trata de un grupo de pueblos más homogéneos, todos son pueblos
germanos. Estos pueblos eran menos aventureros, avanzaron sin perder el contacto con sus
bases más allá del limes. Son más numerosos y a diferencia de los pueblos de la primera
oleada lograron formar estados. Entre estos pueblos se destacan los Francos (ubicados en la
Galia). Heers, dice que bajo la dirección de Clodoevo, conquistaron todo el norte de Galia,
reuniendo bajo su autoridad numerosas provincias vecinas, sometiéndolas a una especia de
protectorado, y destruyendo por completo, con la ayuda de la iglesia, el poder de los
visigodos. Clodoveo no se rehusó a aceptar la herencia política de Roma. Estableció un reino
bárbaro y germánico con capital en París, conformado por una nobleza cortesana (los leudes).
Después de la muerte de Clodoevo, alrededor del año 511, y durante la reconquista bizantina,
los francos se lanzaron a lejanas expediciones a Italia, disminuyendo los ejércitos griegos,
romanos y godos. Hacia el 550, su hegemonía se dejaba sentir sobre todo en el mundo
bárbaro de occidente. Tras la muerte de Clodoevo surgen dos figuras decididas a conservar la
autoridad real, Brunhilda y Dagoberto, pero a partir de mediados del siglo VII, Pipino de
Heristal, apareció como el verdadero soberano. En la segunda oleada también se destaca el
arraigo de los Alamanes
Ya en la tercera llevada adelante por los lombardos y ávaros (asiáticos) se trata de una
oleada heterogénea. El pueblo de los ávaros quedará establecido casi en la actual frontera
con Italia, donde luego estará el Imperio Carolingio. Los lombardos traerán problemas a
Carlomagno es aquí donde luego instalará una provincia militar llamada Marca.
Los lombardos se establecerán en Italia. Tiene estos un más acentuado carácter militar. Hay
disputas entre los mismos príncipes lombardos. Ellos tendrán en jaque a Roma, al papado,
por la pretensión de sus territorios. Esto llevará al Papado a pedir la protección de los francos.
Bibliografía:
Heers, Jacques: Historia de la Edad Media, 3ra ed. Barcelona, Labor, 1991.
Musset, Lucien: Las Invasiones. Las oleadas germánicas, Barcelona, Labor, 1973.
Pierrotti, Nelson: El Paso de la Antigüedad a la Edad Media. ¿Ruptura o Continuidad?
Un análisis Historiográfico. Clío34, 2008