El documento discute la importancia de utilizar habilidades lingüísticas en el salón de clase para crear un ambiente dinámico que promueva el aprendizaje a través de la interacción y el diálogo. También señala que los cuentos pueden recrear procesos complejos como la evolución en pocas páginas de una manera que permite a los lectores presenciar y comprender plenamente dichos procesos.