Este documento enfatiza la importancia de evitar juzgar a los demás y enfocarse en mejorarse a uno mismo. Aconseja que al juzgar a otros uno se equivoca fácilmente, mientras que al examinarse a sí mismo se trabaja con fruto. También advierte que a menudo buscamos nuestro propio interés ocultamente y nos inquietamos cuando las cosas no van como queremos. Exhorta a someternos completamente a Cristo más que a nuestra propia razón.