Este documento propone una nueva ley para redistribuir la riqueza en Ecuador a través de un impuesto a las herencias más progresivo. El objetivo es reducir las desigualdades generadas por grandes herencias y fomentar una sociedad más meritocrática. La propuesta gravaría más las grandes herencias de más de $1 millón, pero el 97% de las personas que reciben herencias no pagarían impuestos o pagarían menos que antes.