La heroína ha sido durante décadas un problema en España, llegando a extenderse a diversos grupos sociales en los años 70 pero ahora limitada a usuarios veteranos de 30 años en situación precaria. A pesar de su bajo consumo actual, sigue siendo la droga que más recursos requiere debido a las múltiples patologías de los usuarios crónicos. Sus principales efectos son la euforia, sensación de bienestar y analgesia, aunque también puede causar náuseas y falta de apetito.