Este documento discute los beneficios de las herramientas colaborativas para el aprendizaje, incluyendo que fomentan el trabajo en equipo, abren nuevas formas de comunicación entre estudiantes, profesores y familias, y aumentan las habilidades sociales y de colaboración. También argumenta que estas herramientas apoyan un enfoque constructivista de aprendizaje y que el aprendizaje debe continuar más allá de la escuela a través del autoaprendizaje.