Este documento presenta evidencia del uso de canoas y piraguas en diferentes lugares y épocas, desde hace 6,000 años en Inglaterra hasta su uso por los indígenas en América y su introducción por Cristóbal Colón. También describe cómo el piraguismo se empezó a considerar un deporte a partir de 1840, con la construcción del primer kayak y los esfuerzos de John MacGregor para popularizarlo como actividad recreativa a partir de 1845.