Este documento describe cómo la biónica y las prótesis neurales están mejorando la vida de personas que han perdido extremidades. Explica cómo sensores en una prótesis pueden detectar las señales eléctricas del cerebro de una persona y mover un brazo o pierna artificial de manera controlada por el pensamiento. También describe algunos casos específicos de personas que usan esta tecnología para recuperar funciones perdidas.

1. Ximena Hilgert V. de V.
Noviembre 2010
Colegio Peruano Alemán
“Beata Imelda”

2. Noviembre 2010
Miles de personas cada año pierden
una de sus extremidades ,deben ser
amputadas debido grandes
accidentes de medios de transporte,
pero la ciencia avanza más cada día
y esta puede eliminar este problema.

3. Noviembre 2010
La biónica es lo que esta haciendo
esto posible y mejorando la vida de
millones de personas. Los censores
son la parte principal de esta
operación pues en este cerebro
existe el “fantasma” de este brazo o
pierna y gracias a los censores de
los impulsos electricos del cerebro
se consigue que el brazo mecanico
se mueva.

4. Noviembre 2010
Al entrar al salón en el Centro de Aprendizaje Kiddie
Kottage, cerca de Knoxville, Tennessee, Amanda Kitts se
ve de pronto rodeada por niños de cuatro y cinco años.
“Hola
“¡El brazo robot!”, gritan varios niños.
“¿Ah, lo recuerdan?”, dice Kitts, extendiendo su brazo
izquierdo. Pone la palma de su mano hacia arriba. Hay un
leve zumbido. Si uno no prestara mucha atención, no lo
oiría. Dobla su codo y lo acompañan más zumbidos.
niños, ¿cómo están hoy mis bebés?”.

5. Noviembre 2010
Un niño acerca la mano para tocarle los dedos. Lo
que roza son unos dedos de plástico color piel,
doblados ligeramente hacia adentro. Debajo hay
tres motores, un armazón de metal y una
sofisticada red electrónica. Hasta arriba de este
montaje hay un recipiente blanco de plástico, a la
mitad del bíceps de Kitts, rodeando el muñón, casi
todo lo que queda del brazo que perdió en un
accidente automovilístico en 2006.

6. Noviembre 2010
Casi, pero no todo porque, en su cerebro, de
manera inconsciente, vive una imagen intacta de
ese brazo, un fantasma. Cuando Kitts piensa que
flexiona el codo, el fantasma se mueve. Los
impulsos que van de su cerebro hacia abajo a gran
velocidad son recogidos por sensores de electrodos
localizados en el recipiente blanco, donde se
convierten en señales que mueven los motores y el
codo artificial se dobla.

7. Noviembre 2010
Se llaman prótesis neurales o biónicas, término popularizado
por la ciencia ficción al que los científicos se han
acostumbrado. Eric Schremp, quien quedó tetrapléjico
cuando se destrozó el cuello al tirarse un clavado en una
alberca en 1992, ahora tiene un dispositivo electrónico
debajo de la piel que le permite mover los dedos para tomar
un tenedor. Jo Ann Lewis, una mujer ciega, puede ver las
siluetas de los árboles con la ayuda de una cámara diminuta
que se comunica con su nervio óptico. Y Tammy Kenny
puede hablarle a su hijo de 18 meses, Aiden, y él puede
contestarle, porque el niño, quien nació sordo, tiene 22
electrodos dentro de su oído que transforman los sonidos

8. Noviembre 2010
Los estantes de la oficina de Robert Lipschutz, en el
Instituto de Rehabilitación de Chicago, están llenos
con la historia de varios intentos de restauración del
cuerpo usando manos, piernas y pies hechos por el
hombre. “La tecnología básica de los brazos
prostéticos no ha cambiado mucho en los últimos
100 años –dice–. Los materiales sí son distintos,
usamos plástico en lugar de cuero, pero la idea
básica es la misma”. Lipschutz toma un armazón de
plástico de una repisa.

9. Noviembre 2010
Es un brazo izquierdo con todo y hombro. El hombro es una
especie de peto que se asegura al pecho con un arnés. El
brazo, con bisagras que se unen al hombro y al codo, termina
en una pinza metálica. Para extender el brazo, la cabeza se
gira a la izquierda y con la barbilla se oprime un botón. Es tan
incómodo como suena. Y pesado. Después de 20 minutos el
cuello duele por culpa de la postura extraña y el esfuerzo de
presionar las palancas. Muchos amputados terminan
descartando este tipo de brazos.

10. Noviembre 2010
“A veces me es difícil darle estos dispositivos a la
gente –dice Lipschutz–, porque no sabemos si
realmente ayudarán”. Según él y otros del ric, lo que
podría ser más útil es el tipo de prótesis que Amanda
Kitts se ha ofrecido a probar: controladas por el
cerebro, no por otras partes del cuerpo. Una técnica
llamada restauración nerviosa muscular dirigida usa
los nervios que quedaron tras la amputación para
controlar un miembro artificial. Se probó por primera
vez en un paciente en 2002. Cuatro años más tarde
Tommy Kitts, esposo de Amanda, leyó sobre la nueva
técnica en Internet mientras su esposa yacía en un
cuarto de hospital después de su accidente.

11. Noviembre 2010
El avance de la tecnología no deja
dudas,en poco tiempo podremos
estrellarnos, perder ambas piernas y
todavía poder bailar.La maravilla de la
ciencia es sin duda alguna un milagro.