La espiritualidad verdadera es la que produce una transformación interior en el hombre, no la mera aplicación de métodos tradicionales. La espiritualidad puede cambiar porque las personas y sus necesidades cambian, por lo que lo que antes podía generar elevación espiritual puede ya no ser adecuado. La espiritualidad verdadera es viviente y se renueva a medida que las personas crecen en su encuentro con el Creador a través del amor, la comprensión y la pureza.