La industria 4.0 implica la digitalización de los procesos productivos en las fábricas mediante el uso de sensores, sistemas de información y tecnologías como la inteligencia artificial para hacer que la producción sea más eficiente y adaptable a la demanda del cliente. Esto permite servicios más personalizados, tiempo de producción y entrega más corto, y la adición de servicios digitales a los productos físicos.