El documento habla sobre un niño llamado Javier que pega sus fotos personales en la pared de su barrio. Esto no es bueno porque está dando información personal a desconocidos y dañando su imagen al exponerse a burlas y malos comentarios. También podrían usar su foto para fines inadecuados como falsificar su identidad. Por lo tanto, es mejor que solo comparta fotos con amigos y denuncie a adultos si extraños acceden a ellas.