2. Los jardines Zen son espacios de relajación y calma que refrescan el alma, recreando la
realidad de la naturaleza, trasladando la vida a un estado meditativo y harmonioso.
El jardín Zen proviene del siglo XIII, los principios que lo sustentan son tan válidos
actualmente como lo eran ayer. Crear un espacio para la tranquilidad y estéticamente
agradable es una experiencia serena y gratificante; estos seducen, principalmente, por su
limpieza y líneas simples.
El principal objetivo de un jardín Zen o “jardín seco”, es ser un lugar de meditación y
contemplación. Una de sus grandes ventajas es que no se precisa de mucho espacio para
crear uno. Puede ser en el exterior de la casa o hasta en el interior, lo más importante no es
su tamaño, sino los elementos que lo componen. En la creación de un jardín Zen hay tres
aspectos esenciales a considerar: el espacio, la fluidez y la simplicidad.