Este documento contrasta el "yugo de esclavitud" de los mandamientos y doctrinas de los hombres con el "yugo fácil" y la "carga ligera" de los mandamientos de Dios. Jesús enseñó que los mandamientos de Dios, la Ley de Dios, son el verdadero descanso para el alma, no la religión creada por los hombres.