El documento describe la introducción del racionalismo arquitectónico en Ciudad Real en la década de 1930, cuando los edificios abandonaron el eclecticismo y adoptaron un estilo racionalista. Algunos arquitectos como Vicente Hernández y Sebastián Rebollar incorporaron elementos racionalistas antes, pero fue en los años 30 cuando se generalizó, con construcciones como el Mercado, el Palacio Provincial y la Cámara de la Propiedad Urbana. El racionalismo luego se extendió a toda la provincia a través de cinematógrafos, ayuntamientos, cas