Un guisante quería ser diferente, así que salió de su planta y conoció a otros animales. Tomó prestadas las plumas de un pavo real, se pintó las rayas de un tigre y se puso una trompa falsa de elefante. Cuando regresó a su hogar, los otros guisantes se burlaron de él. Triste, siguió caminando hasta caer en un pozo. Pasaron las estaciones y finalmente creció en una nueva planta de guisantes diferentes y felices.