José Mujica, el presidente de Uruguay, vivió 13 años en prisión bajo una dictadura militar donde sufrió torturas extremas. A pesar de esto, se ha convertido en un líder populista que vive de forma humilde y dona gran parte de su sueldo presidencial a proyectos de ayuda. Aunque no ha podido cumplir todo su programa de gobierno debido a limitaciones del capitalismo y el sistema jurídico, Uruguay ha reducido significativamente la pobreza durante su mandato gracias a políticas redistributivas y atracción de inversión
ACERTIJO DE LA BANDERA OLÍMPICA CON ECUACIONES DE LA CIRCUNFERENCIA. Por JAVI...
José Múgica un presidente diferente
1. http://www.lasexta.com/programas/salvados/mejores-momentos/mujica-%E2%80%9Cpienso-que-mejor-vivir-liviano-equipaje-
poco-justo%E2%80%9D_2014051800159.html
JOSÉ MÚGICA. UN PRESIDENTE DIFERENTE
1.- Com viu José Múgica? Com la majoria del seu país o com la minoria
poderosa?
Jose Múgica viu com la majoria del seu país. Perquè ell pensa que ningú és
més que ningú. I també pensa què que la democràcia és el govern de la
majoria i ell viu com la majoria.
2.- Quants anys fa que viu en aquesta casa, casa seva?
Ell viu a casa seva des de fa mes de 28 anys. I ha tingut uns altres càrrecs,
també importants, i ha seguit vivint a casa seva.
3.- Quan temps fa que és president de l’Uruguai?
I només fa quatre anys que és president de l'Uruguai. Però abans de aquest
càrrec tant important va ser ministre, senador i diputat.
4.- Què vol dir la frase: “Creo que es major vivir liviano de equipaje”?
Vol dir viure amb poc, amb lo just per viure.
5.- Per què no utilitza la paraula AUSTERIDAD? Quina fa servir en lloc
d’aquesta?
Perquè ell pensa que aquesta paraula la van prostituir a Europa, i vols dir
deixar agent sense treball. En lloc d'aquesta paraula fa servir la paraula
«sobriedad».
6.- Té servei el President a casa seva?
El president no té servei a casa seva. Encara què té una garita amb dos
policies al camí que va cap a casa seva.
2. 7.- Què li passa a Alemanya quan va anar de visita oficial?
Doncs que li van ficar un Mercedes Benz molt car, tot blindat, amb 25 motos de
policia al davant, 25 al darrere i ell és reia de tanta seguretat que hi havia.
8.- La revista The Economist ha declarat País de l’any 2013 a l’Uruguai.
Quan Jordi Évole li diu al president, què respon?
Diu que com han d'anar els altres països perquè Uruguai sigui el millor país de
2013.
9.- Què diu que faria amb el sector públic? I amb els treballadors del
sector públic?
Diu que faria fora al que no treballes, igual que passa amb el privat, que si fa
falta es fa fora a algú. També buscaria augmentar la responsabilitat dels
treballadors.
10.- Quin era el primer problema del seu país. L’Uruguai? Quina taxa
d’atur tenien? Quina taxa hi ha ara?
La manca de treball. Deien que hi havia una taxa d'atur declarada prop del
16%, però en realitat hi havia molt més. Ara només un 6 o 6,5%.
11.- Ha pogut complir José Múgica el seu programa electoral?
No, no ha pogut, però tampoc està enfadat per això.
12.- Quines han estat les 2 limitacions amb què s’ha trobat Múgica per
poder fer la seva política ?
El capitalisme i qüestions jurídiques.
13.- Quin és el primer requisit per fer política?
Diu que és l'honradesa intel·lectual.
14.- Quin ha estat el seu més gran fracàs?
La reforma educativa, no ho va poder fer perquè és un sistema centralitzat i ell
volíem descentralitzar-lo.
15.- Ha canviat la taxa de pobresa a l’Uruguai?
Sí, abans la taxa de pobresa arribava fins al 40%, i ara superen per poc el 10%.
16.- Quina opinió tens sobre aquest home?
3. Jo penso que aquest home un un home altruista. I també crec que és un home
amb molt bon cor, ja que viu com la majoria del seu país, i podria viure amb
com la minoria rica. I per aquests motius, penso, que per això és el president
de l'Uruguai.
José Mujica Cordano, 79 años de los que 15 había estado preso por su pertenencia al
Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros. Tenía en su curriculum de guerrillero dos fugas
y en su cuerpo seis heridas de bala. Detenido por última vez en 1972, no volvería a ver la luz
hasta 1985. Entró, pues, con 37 años y salió con 50. Durante ese tiempo, conoció en las
cárceles de la dictadura vejaciones sin límite. Desnudo, con las manos y los pies atados a una
especie de somier o parrilla, le habían aplicado la picana hasta abrasarle los genitales y la
lengua. La picana, siendo uno de los instrumentos preferidos de los militares, no era el único,
ni el más sofisticado. Alcanzó asimismo justa fama el consistente en obligar a caminar al preso
por una cornisa situada en un sexto piso, por ejemplo, con una capucha en la cabeza,
haciéndole sentir el vacío bajo sus pies. Estaba la “bañera” también, el ahogamiento con paños
empapados de agua, las simples palizas y, en fin, el hambre, el aislamiento, los perros… Cada
cárcel tenía su especialidad.
Según relata Walter Pernas en Comandante Facundo, el ahora presidente de Uruguay, que
había perdido los dientes en el trascurso de las palizas que le atizaban de forma habitual, llegó
a comerse el papel higiénico y el jabón, además de las moscas que acudían a su celda (con
frecuencia un simple agujero) atraídas por el olor a mierda que despedía el preso. Había
chupado, con sus encías desnudas, en busca de un poco de calcio, los huesos que le arrojaban
sus carceleros después de que los perros los hubieran limpiado. Bebió su propia orina, durmió
durante años sobre suelos de cemento, expuesto a fríos intolerables y a calores asfixiantes.
Había pasado semanas o meses sin ver la luz, años sin hablar con nadie que no fueran las ratas
o los insectos que convivían con él o le hacían visitas. Perdió la noción del espacio y del tiempo,
deliró, adelgazó hasta ser capaz de contar cada uno de los huesos de su esqueleto. Se cagaba y
se meaba encima porque, fruto de los golpes, las balas y la deficiente alimentación, sufría
problemas renales y digestivos. Cuenta el aludido Walter Pernas que no podía caminar
erguido, como un hombre, y que en los momentos de mayor deterioro físico y psíquico los
militares llevaban a sus hijos a la cárcel para que vieran a la bestia y la insultaran. Viajó, en fin,
varias veces hasta el borde mismo de la muerte de donde regresaba alucinado, con los ojos
hundidos y sin masa muscular sobre la que sostenerse. Lo llevaban y lo traían de una prisión a
otra, de un agujero a otro, como un saco de mercancía inmunda, arrojándolo sin
contemplaciones sobre la caja del camión militar y sacándolo de ella a patadas. Conocedores
de su diarrea crónica y de sus problemas urinarios, los carceleros desoían sus súplicas para que
lo condujeran al retrete. Fruto de su constancia, y de la de su madre, logró, al cabo de los años,
que le dejaran poseer un orinal del que no se separaba y que se convirtió increíblemente, con
el paso del tiempo, en el símbolo de una victoria moral sobre sus secuestradores. Abandonó la
cárcel abrazado a él, convertido ya en una maceta de flores. Apenas llevaba cuatro días libre,
cuando pronunció un discurso político en el que resultaba imposible encontrar un vestigio de
resentimiento. La naturaleza, suele decir, nos ha puesto los ojos delante para que miremos al
frente.
4. Es el jefe de Estado de Uruguay. Vive con 1.000 euros porque los otros
9.000 de su sueldo los destina a proyectos de ayuda.
José «Pepe» Mujica, un ex guerrillero, presidente de Uruguay
Dicen de José Mujica -Pepe para los amigos- que es el «hombre más honrado del mundo». Se
trata de un señor de 79 años, de aspecto campechano, amante del buen comer y de la naturaleza,
que viste vaqueros, chaleco y gorra. Hasta aquí todo bien si no se tratara de un presidente del
Gobierno, en este caso el de Uruguay.
Mujica -exguerrillero y fundador del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros- juró su
cargo como presidente del Gobierno el 1 de marzo de 2010, pero antes compaginaba la política
con el cultivo de flores en su humilde granja en la periferia de Montevideo. Allí suele refugiarse
junto a su mujer, Lucía Topolansky, y su perra Manuela, lejos del ajetreo del palacete
presidencial, conocido como «La casona de Suárez y Reyes».
Estuvo en la cárcel 13 años y nunca creyó en la posibilidad de convertirse en el presidente de
Uruguay. Incluso antes de ganar las elecciones llegó a asegurar a un periodista: «Que yo sea
presidente es tan dífícil como el silbido de un cerdo». Sin embargo, en tan solo dos años ha
logrado conseguir la simpatía del pueblo con el que él llama «el modelo Lula», haciendo
referencia a la política del expresidente brasileño.
La prensa uruguaya lo ha calificado como el «presidente más pobre del mundo». Su patrimonio
asciende a los 165.480 euros (4,2 millones de pesos) e incluye tres terrenos, tres tractores y dos
coches de 1987, según los datos presentados por la Junta de Transparencia y Ética de Uruguay,
el pasado mes de abril.
Su salario como jefe de Estado es de 10.237 euros al mes (260.259 pesos). No obstante -y según
ha dejado constancia el propio líder uruguayo- no disfruta del total de su sueldo, ya que cerca
del 90% lo destina a proyectos de ayuda. «Con ese dinero me alcanza, y me tiene que alcanzar
porque hay otros uruguayos que viven con mucho menos», sentencia el presidente.
Iniciativas populistas
Para sorpresa de todos, hace tan solo una semana el presidente Mujica ofreció a través del
Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) el palacete presidencial como refugio para indigentes,
en vista de la llegada del invierno en Uruguay, el próximo 21 de junio.
5. Además, el pasado mes de diciembre donó 125.000 euros (unos 2,5 millones de pesos
uruguayos) al Plan Juntos, un programa oficial de vivienda para personas sin recursos, según
informaba la publicación gubernamental «Políticas», en su edición de diciembre.
Para esta iniciativa, el presidente uruguayo exigió que los principales obreros fueran los presos
de las cárceles locales. «Nos faltan 100.000 viviendas. No quiero una sola carpintería en una
sola cárcel, quiero que todos los presos hagan algo para solucionar el problema de la vivienda y
el hacinamiento», aseveró.
Fiel a sus ideales, José Mujica ha declarado que cuando se retire donará parte de la jubilación al
Fondo Raúl Sendic, que administra su partido (Frente Amplio), y al Movimiento de
Participación Popular (MPP), que financia proyectos sociales
LA SEXTA. Jordi Évole
José Mujica le enseña a Jordi Évole sus coches y su casa, dividida en dos porque vive con otra
familia. Dentro de su vivienda, tiene un retrato del Che Guevara. Para el gobernante significa
“un sacudidor de su época y sembrador de ideas”. Mujica le conoció porque “soy lo
suficientemente viejo como para haberlo conocido”, comenta.
El periodista quiere saber si tiene sentido en el siglo XXI hablar de izquierdas y de derechas. El
representante de los uruguayos asegura que “existieron a lo largo de la historia humana y creo
que hay una actitud conservadora en el ser humano, permanente, que es válida”. Aunque
advierte que no hay que confundir lo conservador con lo reaccionario. “Lo reaccionario es la
patología de lo conservador, y existe una actitud de cambio que viene por el lado de izquierda
buscando la mejora y la justicia también permanente”.
El líder del ejecutivo asegura que cuando uno gobierna, se encuentra con muchas dificultades
para cumplir su programa. Un programa que no ha podido cumplir, pero que no le frustra. “Yo
creo en los seres colectivos. Para eso están los partidos, las generaciones que vienen, la gente
que se va formando... Hay que seguir en la lucha”, comenta.
"Existe una actitud de cambio que viene por el lado de izquierda buscando la mejora"
6. Explica que hay limitaciones enormes: “Primero, el capitalismo, el cruce de intereses enormes
que hay; segundo, cuestiones jurídicas. Todo el andamiaje jurídico de la sociedad lo creó el
capitalismo”.
También confiesa que a veces como presidente se siente solo. Por ejemplo, frente a cierta
reforma de la enseñanza me sentí solo en este país. Me sentí solo hasta con mi partido. Yo
quería multiplicar la enseñanza en el interior del país, sobre todo la enseñanza técnica, de
oficio. No pude hacerlo porque es un sistema centralizado. Quería descentralizarlo y darle
carácter local. Fracasé”, asevera.
Una palabra que a Jordi le impacta. “El primer requisito en la política es la honradez
intelectual. Si no existe honradez intelectual, todo lo demás es inútil. Porque a la larga no hay
mejor lenguaje que la verdad, lo que las cosas son. Y si es fracaso, es fracaso, hay que
asumirlo”, comenta Mujica.
En 2006, en Uruguay había una tasa de pobreza que superaba el 30% y ahora supera en poco
el 10%. Eso se ha conseguido por “esas políticas redistributivas del Estado, por un lado; pero
por otro lado, haciendo funcionar el capitalismo. Es decir, creando un ámbito para que haya
mucha inversión extranjera y de acá”, explica el presidente.
7. Explica que hay limitaciones enormes: “Primero, el capitalismo, el cruce de intereses enormes
que hay; segundo, cuestiones jurídicas. Todo el andamiaje jurídico de la sociedad lo creó el
capitalismo”.
También confiesa que a veces como presidente se siente solo. Por ejemplo, frente a cierta
reforma de la enseñanza me sentí solo en este país. Me sentí solo hasta con mi partido. Yo
quería multiplicar la enseñanza en el interior del país, sobre todo la enseñanza técnica, de
oficio. No pude hacerlo porque es un sistema centralizado. Quería descentralizarlo y darle
carácter local. Fracasé”, asevera.
Una palabra que a Jordi le impacta. “El primer requisito en la política es la honradez
intelectual. Si no existe honradez intelectual, todo lo demás es inútil. Porque a la larga no hay
mejor lenguaje que la verdad, lo que las cosas son. Y si es fracaso, es fracaso, hay que
asumirlo”, comenta Mujica.
En 2006, en Uruguay había una tasa de pobreza que superaba el 30% y ahora supera en poco
el 10%. Eso se ha conseguido por “esas políticas redistributivas del Estado, por un lado; pero
por otro lado, haciendo funcionar el capitalismo. Es decir, creando un ámbito para que haya
mucha inversión extranjera y de acá”, explica el presidente.